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Internacional

Más trabas para los refugiados: algunos Gobiernos de Europa, en jaque tras el 13N

Un grupo de refugiados llegan a la frontera de Macedonia

Desde finales del pasado mes de agosto, Europa vive la peor crisis humanitaria desde la II Guerra mundial tras la avalancha de refugiados que huyen despavoridos de lugares de conflictos. Con las secuelas de una guerra cruzan fronteras y océanos para alcanzar un lugar seguro donde poder vivir. Pero, este proceso de acogida se ha visto empañado esta semana tras los ataques sufridos en París, donde fallecieron al menos 129 personas. La posibilidad de que algunos de los terroristas de la masacre hubieran llegado al Viejo Continente entre los refugiados ha abierto este polémico debate. ¿Entran los terroristas ocultos entre los refugiados? Algunos gobiernos europeos así lo han planteado. Se han mostrado en alerta y reacios a asumir sus cuotas de asilados y han planteado limitar su llegada como medida de seguridad, apelando al miedo y al terror.

El hallazgo de un pasaporte sirio -se sospecha que puede ser falso- hallado junto al cuerpo de uno de los terroristas kamikaze de los atentados ha avivado el debate sobre esta acogida. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker ha zanjado el asunto, asegurando que el "responsable por los ataques de París es un criminal y no un refugiado ni solicitante de asilo".

Las ONGs ven injusto unir refugiado con terrorista ya que ellos sufren estos ataques de la misma manera que cualquier ciudadano. "Es una forma espuria de utilizar el drama espantoso de los atentados de París para poner en jaque a los refugiados. Estos escapan del DAESH lo mismo que los franceses, y son afectados de la misma manera", cuenta a Vozpopuli Estebán Beltrán, director de Amnistía Internacional en España.

"Es una forma espuria de utilizar el drama espantoso de los atentados de París para poner en jaque a los refugiados. Estos escapan del DAESH lo mismo que los franceses", afrima el director de AI en España

Un mensaje similar mantiene la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, que califica de excusa perfecta, más que de motivo real la negativa de algunos gobiernos de acoger refugiados. "Nos parece absolutamente inaceptable y contrario al derecho internacional las medidas anunciadas por algunos países para restringir el acceso a personas refugiadas tras los atentados de París. Parece que algunos Estados que llevan meses regateando en la acogida han encontrado la excusa perfecta, más que un motivo real, para cerrar sus fronteras y no cumplir con sus obligaciones", afirma Estrella Galán, secretaria general de la CEAR. Y es que, según cuenta Galán, estos refugiados son también víctimas del yihadismo ya que vienen huyendo del terrorismo y de zonas de conflicto. "Vincular a las personas refugiadas que están llegando a Europa para pedir protección con actos terroristas es injusto, irreal y particularmente cruel, así como absolutamente condenable e irresponsable porque son ellos precisamente las víctimas del terrorismo ya que vienen huyendo de ello", recuerda Galán.

Países que rechazan a los refugiados

Uno de los primeros países que se ha mostrado contrario a esta cuota de acogida ha sido Polonia. El ministro de Asuntos Europeos, Konrad Szymanski, realizaba unas polémicas declaraciones, en las que advertía de que su país no podía aceptar a ningún refugiado. "La decisión de la UE, que nosotros ya criticamos, para la reubicación de refugiados e inmigrantes tiene carácter vinculante. Sin embargo, tras los trágicos acontecimiento de París no vemos posibilidades políticas de aplicarlos", aseveraba Szymanski. Días después la primera ministra, Beata Szydlo, reconocía la importancia de la solidaridad europea en cuanto a la crisis de los refugiados, aunque iba más allá y precisaba que no se puede "cargar a los miembros de la UE con problemas de los que no son responsables". Así, lanzaba una petición a las autoridades comunitarias: "Definir con claridad cómo articular esa solidaridad".

Otro de los países más interesados en establecer un nexo de unión entre terroristas y refugiados ha sido Hungría. El parlamento del país ha aprobado una ley para denunciar ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) el acuerdo sobre el reparto de cuotas a los refugiados. El texto condena "las políticas de inmigración erróneas de la Comisión Europea" y añade que el sistema de cuotas es "inútil y peligroso" ya que "incrementa el crimen, dispersa el terror" y hace peligrar la cultura nacional.

Polonia, Hungría y Eslovaquia, ya reticentes a asumir la cuota de refugiados, se han mostrado más reacios tras los atentados de París

Aunque, en principio Eslovaquia no se ha mostrado tan rotunda como Polonia y Hungría, sigue su misma senda y tampoco acepta la cuota propuesta por la Unión Europea a raíz de los atentados de París. "Estamos controlando a cada musulmán en nuestro territorio. Hemos incrementado el control de un campamento de refugiados y de campamentos de detención, además de controlar a los más extremistas", afirmaba en una entrevista televisiva el primer ministro, Robert Fico.

Esta actitud también ha llegado a Estados Unidos. Con los atentados del 11S aún en la memoria varios Estados se han negado a recibir refugiados por razones de seguridad. En plena primarias republicanas, varios de sus candidatos han mostrado opiniones muy similares sobre este tema. Así, el precandidato republicano Rand Paul ha prometido un proyecto de ley para imponer una moratoria a la emisión de visados para refugiados por parte de EE.UU. Otro de los precandidatos, Ben Carson, ha pedido directamente bloquear la llegada de refugiados al país y el siempre polémico Donald Trump ha declarado que expulsaría a todos los refugiados sirios del país si llegase a ser presidente.

"Vías legales y seguras" para llegar a Europa

No todos los socios europeos han mostrado esta actitud ante la crisis humanitaria. Los 28 han apoyado reforzar los controles en las fronteras, incluido a los ciudadanos con derecho a la libre circulación, como medida de seguridad ante los atentados de París. No obstante, los cambios necesarios en el código Schengen para que estos controles sean obligatorios no será una realidad hasta 2016. Este planteamiento es el que mostró el Gobierno de Francia a sus socios europeos para reforzar las medidas de seguridad ante la amenaza terrorista que ha sufrido el país esta última semana. Varios autores de los atentados de París habían viajado a Siria para formarse como terroristas, para después regresar a Bélgica, donde prepararon los ataques.

Estebán Beltrán apunta a la necesidad de plantear "una forma legal y segura de llegar a Europa y que los refugiados no tengan que arriesgarse a morir en el mar o al caos del cierre de fronteras"

Así, para proteger a los refugiados y reforzar la seguridad de Europa, tal y como apunta el director de Amnistía Internacional en España hay que plantear "una forma legal y segura de llegar a Europa y que los refugiados no tengan que arriesgarse a morir en el mar o al caos del cierre de fronteras". En una línea similar se pronuncia CEAR y Oxfam Intermón que aseguran que para garantizar la seguridad del Viejo Continente hay que poner en marcha "vías legales y seguras" de acceso para los refugiados, que permitirían además de salvar vidas, "garantizar la identificación" de quienes llegan y "restringir el negocio de las mafias, que ahora se está señalando como una de las fuentes de financiación de DAESH".

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