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Internacional

La tragedia de Tiziana, la joven que se suicidó tras un año de bromas por un vídeo porno

Tiziana Cantone, en una foto de Facebook.

"¿Estás grabando un vídeo? Bravo". Una sola frase dirigida a su entonces novio mientras este filmaba imágenes de sexo se convirtió en la peor pesadilla de Tiziana Cantone. La joven italiana de 31 años terminó quitándose la vida este 13 de septiembre después de que en 2015 varios vídeos privados en los que aparecía manteniendo relaciones sexuales fueran publicados por su ya ex novio en Internet sin su consentimiento. Desde la publicación de las grabaciones, Cantone se convirtió en foco de burlas e insultos continuados e, incluso, perdió su trabajo.

Hoy, la Justicia italiana ha abierto una investigación para indagar si hubo inducción al suicidio en la muerte de la joven que se ahorcó este martes en el sótano de su casa. Su cuerpo lo encontró su tía. Es el trágico desenlace de una historia que comenzó el año pasado, cuando la joven napolitana descubrió que una serie de vídeos de contenido sexual en los que ella aparecía se habían filtrado y subido a diversas páginas web y redes sociales. Aunque la Justicia le reconoció su derecho a eliminar el rastro en internet dejado por esos vídeos, fue condenada a pagar una elevada suma a varios sitios que los difundieron. "Sobre la muerte de Tiziana hemos abierto un sumario por inducción al suicidio", dijo a los medios el fiscal jefe de la Fiscalía de Nápoles Norte, Francesco Greco.

Cantone, sumida en una depresión, intentó cambiar su identidad y abandonar Nápoles

Era hija del responsable de un bar y se había grabado practicando sexo en distintos vídeos que posteriormente, sin ella saberlo, habían sido enviados por su expareja y difundidos en la red. La publicación de estas grabaciones provocó que Cantone fuera foco de burlas e insultos continuados e incluso fueron la razón de que perdiera el trabajo. La mujer, de 31 años, quedó sumida entonces en la angustia y la depresión, según las mismas informaciones, que la llevó hasta a intentar cambiar su identidad y a abandonar Nápoles.

La semana pasada obtuvo una sentencia favorable: la Justicia italiana ordenó suprimir estos vídeos y los comentarios que los usuarios habían escrito en la red además de condenar a varios sitios que los habían difundido al pago de costas. Sin embargo, en el mismo fallo también se consideró que Cantone consintió las grabaciones y fue condenada a pagar otros 20.000 euros de costas a otros cinco sitios web. "Mi sobrina ha sido asesinada por la web y por la indiferencia de muchos", ha denunciado una de las tías de Cantone. La Justicia investigará las causas del suicidio de Cantone mientras que en medios italianos se ha abierto el debate sobre la presión que ejerce la red y sobre si el desenlace no se podría haber evitado.

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