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Estela, la Policía Nacional que compagina el uniforme con el Madrid CFF de Primera

Estela Fernández compagina su vocación como agente de la Policía Nacional con su sueño de niña de ser futbolista profesional en el Madrid CFF

La doble faceta de Estela Fernández en la Policía Nacional y como futbolista profesional

Estela Fernández (1991) ha cumplido su sueño de niña de ser futbolista profesional y la vocación familiar de trabajar en la Policía Nacional. A diario es una de las agentes que recogen las denuncias de los ciudadanos en la Comisaría de Parla. Se encarga de distribuirlas a las distintas unidades según la tipología del delito. Un cometido similar al que tiene cada fin de semana en el campo de fútbol cuando se enfunda las botas y reparte juego como mediocentro en el Madrid CFF.

La próxima temporada, Estela será la única agente de la Policía Nacional en la Primera Iberdrola. Los últimos años compartía este honor con Sonia Prim, capitana del Levante que se ha retirado. Sobre el terreno de juego demuestra temperamento y habilidad. Lleva el número 21 en la camiseta porque es la fecha en la que nació su abuela y en honor a su ídolo Zinedine Zidane. Fuera del campo recibe en la Comisaría a todos los ciudadanos con una sonrisa y con el objetivo de intentar solucionar sus problemas.

Estela con el número 21 en un partido del Madrid CFF

Aunque es madrileña 'de pura cepa' esta agente nació en Bilbao por casualidades del destino. Su padre, también agente del Cuerpo, fue destinado, junto con toda su promoción, al País Vasco en los peores años de la banda terrorista ETA. Su familia solo permaneció un año allí y después se vivió un tiempo en Fuenlabrada hasta que se asentaron en Parla.

Estudió derecho mientras jugaba al fútbol

"Siempre desde pequeña tengo recuerdos con un balón de fútbol. Jugaba en el parque con la pobre de mi madre que me pasaba el balón y me pedía que la regatease", recuerda en una entrevista a Vozpópuli. Su sueño futbolístico siempre ha ido ligado a la Policía Nacional. "Lo he vivido por mi padre. Al terminar bachillerato estudié derecho y después un máster que me habilitaba para ejercer la abogacía", explica.

Todos estos estudios los compaginaba de forma paralela con su trayectoria deportiva en clubes como el Pozuelo, el Rayo Vallecano o el Atlético de Madrid. "Por la mañana estudiaba la carrera o la oposición y cuando acababa entrenaba por la tarde", afirma.

Su año más complicado fue cuando estaba en la Academia de Ávila. Tres días a la semana se desplazaba desde allí hasta Madrid para entrenar. Esa temporada incluso fue una de las personas que se quedó atrapada en la A-6 por las nevadas. "Fue difícil para mí, el peor año de mi vida", confiesa.

Un día en su vida

Con todo ello juró su cargo en la Policía Nacional y, tras un año de prácticas en Móstoles, acabó en Parla en la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC). Una labor que también comparte con la patrulla por la ciudad cuando tiene que apoyar la labor de sus compañeros de Seguridad Ciudadana.

Unir el fútbol y el Cuerpo ha sido posible para esta futbolista profesional gracias al trabajo de la Sección de Deporte de la Policía Nacional que tutela a los deportistas de alto nivel. Liberan de trabajo a los agentes cuando tienen citas con el psicólogo, dobles sesiones de entrenamiento o con la nutricionista.

Un día corriente en la vida de Estela comienza a las ocho de la mañana cuando se levanta y después acude a entrenar a las diez en el Estadio Antiguo Canódromo en Vía Carpetana. Allí permanece hasta la una y media cuando se vuelve a su casa en Parla para comer. A las tres comienza su turno en la Comisaría hasta las diez de la noche. "Acabo los días reventada pero hago dos cosas que me gustan y el tiempo pasa rápido", reflexiona.

Dos profesiones exigentes

"Si yo hubiera sabido el nivel actual del fútbol profesional, quizás no hubiera podido compaginar las dos cosas. Son profesiones muy exigentes. Ha evolucionado en los últimos años mucho. En las dos últimas temporadas ha dado pasos muy grandes", detalla.

Lo que siempre guardará esta futbolista en su corazón es al Madrid CFF, un "club muy familiar y muy cercano". Porque, a pesar de no contar con los recursos de los equipos grandes, da "facilidades a todas las jugadoras". "Llevo cinco años y para mí es como una familia", agradece.

Un club que no ha vivido una temporada fácil ya que tuvo un buen comienzo, situándose en las plazas altas de la clasificación, pero sufrieron un "bajón" en la segunda vuelta. "Esta temporada me apetece un montón es muy ilusionante. Confío mucho en las ideas de la nueva entrenadora y su estilo de juego que me ayuda", elogia.

Estela lucha en dos mundos de hombres

Todos los partidos de Estela con el Madrid CFF se viven de forma especial en la Comisaría de Parla. "Cuando nos televisan mis compañeros siempre me mandan fotos", bromea la centrocampista. Una de sus anécdotas es que hace meses fue nominada a mejor jugadora Mahou. "Todos me estuvieron votando para que les invitara a una cerveza. Al final gané pero no me daba para eso. Toda la gente admira que me pueda dedicar al fútbol", declara.

Una broma que también se trasladan sobre el terreno de juego al resto de jugadora. "Siempre me dicen cosas cuando voy a entrenar con los pantalones del uniforme o con que tienen que poner una denuncia", ironiza.

La agente montada en una patrulla de la Policía Nacional en Parla

Estela reconoce que vive en "dos mundos de hombres" y aunque "ha avanzado mucho la mentalidad" siempre hay gente que la "han mirado mal" por ello. "Al final es complicado y en la sociedad en la que vivimos no está del todo normalizado", lamenta.

Su deseo: acabar en la UDYCO

Sobre el campo de fútbol su partido "más complicado" fue hace un año cuando se jugaban el descenso al final de temporada. Tenían que ganar los dos últimos partidos y la tensión se mascaba. "No podía dormir, tenía ansiedad", lamenta. Finalmente ese mal momento se convirtió en el mejor de su carrera cuando salvaron la categoría.

Más duro ha sido su caso "más difícil" en la Policía Nacional cuando tuvo que atender una agresión sexual a un menor de edad. "En la Policía siempre que ayudas a alguien te sientes bien con cualquier actuación humanitaria que tengas", admite.

Aún no quiere pensar en una fecha de retirada del mundo del fútbol, "hasta que el cuerpo aguante", y menos en el Cuerpo. "Me gustaría estar en un 'Z' o estar en algún grupo como en la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO)", concluye esta agente que no deja de perseguir sus sueños de liderar a su equipo y de formar parte de esta unidad de élite de la policía.

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