El avance y uso de la tecnología supone innumerables ventajas en muchos ámbitos, pero también conlleva importantes inconvenientes. Uno de los sectores en los que más se ha implementado ha sido la educación. Hace años, Suecia sustituía los tradicionales libros por ordenadores, pero recientemente el país europeo decidía dar un paso atrás y retractarse tras detectar un menor rendimiento entre sus alumnos. Así, la mecanografía también ha hecho que la Generación Z pierda una importante habilidad imprescindible en el día a día y que pone en jaque la educación y aprendizaje.
Es importante poner en valor la importancia y presencia de la Generación Z en el mundo. En Estados Unidos, se calcula que este grupo de la población ya supone el 25% de todos los ciudadanos que conforman el país. Así, está conformada por los nacidos entre los años 1997 y 2012. Se trata de los primeros nativos tecnológicos: aquellos que pasaron de jugar con los tazos y las peonzas a utilizar teléfonos móviles, tables y ordenadores portátiles. Pero a pesar de tener una gran facilidad para manejar este tipo de herramientas y equipos, también encuentran dificultades y limitaciones, como el manejo de aplicaciones bancarias.
La habilidad perdida de la Generación Z
Al igual que el uso habitual de la tecnología desarrolla un tipo de habilidades, también puede hacer que se pierdan otras. Suecia ya advertía sobre ello, y ahora un estudio de la Universidad de Noruega no hace más que apoyar y sostener esta teoría europea: la Generación Z pierde una importante habilidad al escribir constantemente en ordenadores y teléfonos móviles. Esto ocurre en detrimento de la escritura manual y tradicional, algo que impacta de forma significativa en el cerebro humano.
Estos jóvenes podrían tener problemas y una menor capacidad de momoria y comprensión. La escritura a máquina no genera el mismo nivel de estimulación neuronal, y hay más. Los expertos advierten que la pérdida de esta habilidad puede afectar también a la comunicación reflexiva y personalizada. Escribir en papel, utilizando bolígrafo o lápidez, permite plasmar la idea de una forma más pausada, plasmar mejor las emociones y conectar mejor con el mensaje que se pretende transmitir.
Impacto en la educación
Profesores universitarios ya informan sobre el impacto del aumento de la escritura mecanografiada. “La escritura se inclina hacia abajo o hacia arriba en la página, y su letra es a menudo ilegible”, afirma Nedret Kiliceri, docente de la Universidad de Estambul. Esta afirma que los alumnos apenas llevan un solo bolígrafo al aula mientras otros expertos apuntan a las redes sociales y plataformas digitales que apuestan por el lenguaje simplificado, con abreviaturas y emoticonos.