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Manos Limpias, el sindicato que ya no existe, condenado a pagar miles de euros

El secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad

Los abogados de Cristina de Borbón, con Miguel Roca a su cabeza, estaban contentos. Han librado a la infanta de la cárcel, pero es un misterio cuándo cobrarán las costas a las que se ha condenado a Manos Limpias.

La organización que dirigía Miguel Bernad, que tenía como abogada a Virginia López-Negrete, deberá pagar, además, según la sentencia, el 50% de las costas a Ana María Tejeiro, la ex esposa de Diego Torres, el socio de Urdangarin. Total una ruina para una organización que se tildaba de sindicato, pero que hace mucho tiempo no lo era.

La realidad es que a día de hoy Manos Limpias no existe. Su antigua sede en la calle Ferraz está en alquiler. No tiene teléfono, no tiene correo electrónico, sus ordenadores los tiene la policía, no tiene dirección postal.

El presidente está muerto, el vicepresidente también. No tiene cargos directivos porque no se han convocado las asambleas. No puede convocar la asamblea porque ya no tiene militantes.

El tesorero, José Valenzuela, no controlaba las cuentas y si le llamas te cuelga el teléfono y si le dices que eres periodista la voz le tiembla.

Tras la detención de Miguel Bernad en la llamada ‘Operación Nelson’ la policía pudo comprobar que apenas había contabilidad.

La Audiencia Nacional, según personas que conocen el pleito, podría imputar en pocas semanas a la organización por las irregularidades de todo tipo que han ido descubriendo en la investigación y de manera paralela se iniciará un estudio para localizar los posibles bienes.

Los primeros interesados en localizar esos bienes son los abogados de las partes, pues el juzgado de Palma condenó a Manos Limpias a pagar las costas que suman miles de euros que nadie sabe de donde saldrán.

La organización no tenía patrimonio, pero sí fondos

Personas que conocen el sindicato afirman que esta investigación dará paso posiblemente a nuevos pleitos por insolvencia punible y alzamiento de bienes.

La organización no tenía patrimonio, pero sí fondos. Hubo hace algunos años la herencia de un piso y también donaciones. Ese es el único dinero que funcionaba.

Los abogados no cobraban por los pleitos que iniciaba Bernad porque consideraban que su labor pretendía sacar las vergüenzas de la política española.

Los cobros

¿No cobraban? Bueno había una letrada que, por lo que se va conociendo del sumario de la operación Nelson, sí recibía importantes cantidades de dinero: Virginia López-Negrete.

El enfado que tienen los abogados que hasta la fecha habían actuado desinteresadamente para Bernad fue supino cuando se han ido enterando que Virginia si cobraba cantidades importantes.

Bernad formó el sindicato Manos Limpias en el Ayuntamiento de Madrid, del que era funcionario. Había sido dirigente de Fuerza Nueva

Bernad formó el sindicato Manos Limpias en el Ayuntamiento de Madrid, del que era funcionario. Había sido dirigente de Fuerza Nueva, pero eso no impidió que creciera su fama en ganar pleitos y recursos al municipio.

La organización fue creciendo y llegó a tener delegados sindicales en mesas de negociación. Bernad decidió un día salir a la calle y actuar de justiciero en la corrompida política española. No le tenía miedo a nada ni a nadie.

Le apoyaron algunos abogados y comenzó a tener éxito, aunque también algunos fracasos. Su despacho se llenó de causas perdidas. Junto a casos muy mediáticos se hacían escritos por cualquier denuncia recibida por correo. Era como una multicopista.

Y no sólo venían de España, también acudieron latinoamericanos en busca de la justicia de Bernad.

Tuvo éxitos en sus pleitos con Atutxa, Ciempozuelos, Garzón,…y de forma paralela llegaron algunas acusaciones de que en algunas ocasiones Bernad retiraba las denuncias si…

Pero el secretario de Manos Limpias continúo su cruzada contra la corrupción. Había meses que no había dinero para pagar el alquiler de la sede, pero el entusiasmo del secretario general valía para personarse en cualquier caso mediático o no.

Casi todo iba bien, pero se produjo la confluencia que mató la organización. Bernad, su abogada Virginia López-Negrete, y Luis Pineda iniciaron su colaboración en el pleito de Cajamadrid y también el caso Noos.

Los focos de cientos de cámaras, las entrevistas, las informaciones,.. Manos Limpias estaba en todas las cadenas de España y en muchas extranjeras.

A partir de ahí el secretario general del sindicato se olvidó de todo el trabajo que habían hecho muchos abogados para convertir la organización en un fiscal del Estado paralelo. La fama le nubló y Bernad estuvo a punto, incluso, de presentarse a las elecciones,…

Finalmente no lo hizo y su camino con Luis Pineda terminó con la detención de ambos y con graves acusaciones por amenazas y extorsión, y organización criminal con las que se enfrentará en los próximos meses ya sin sede, sin ordenadores y sin sindicato.

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