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Iglesias y Errejón chocan por mantener su cuota de televisión 'gane quien gane'

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, en el programa 'La Sexta Noche'.

La pugna entre el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el número dos del partido, Íñigo Errejón, cobra dimensiones hasta la fecha desconocidas. Pablistas y errejonistas reconocen en privado que todo apunta a un choque de posiciones en el próximo Congreso de la formación (el plazo para llegar a una candidatura unitaria acaba el 1 de febrero). Tal es así, que, dando por descontado que habrá duelo de estrategias en la Asamblea estatal (10-12 de febrero), lo que más les preocupa ahora es el escenario post-Vistalegre, esto es, cómo quedará el equilibrio de fuerzas tras la votación de la bases. De este modo, según fuentes internas de Podemos consultadas por Vozpópuli, la principal pelea que mantienen las dos principales corrientes en este momento pasa por mantener su cuota de televisión 'gane quien gane', que no haya ninguna "purga mediática".

Ya se imponga un modelo u otro, el nuevo Consejo Ciudadano estará formado por pablistas, por errejonistas y seguramente también por anticapitalistas, ya que el sistema de elección que aprobaron las bases en diciembre está ideado para esta coexistencia. La cuestión está en cuál será la nueva Ejecutiva, esto es, el equipo más cercano al líder y qué ocurrirá con el bando perdedor. Si el portavoz parlamentario y su idea de un Podemos moderado y transversal salen derrotados del cónclave, él y su círculo corren el riesgo de ser obligados por la nueva dirección a tener un papel secundario, menos protagonista que el de ahora, tanto en la pequeña pantalla como en otras apariciones públicas ante la prensa. La razón que esgrimen los pablistas es la contradicción que sería defender un proyecto ante la audiencia que se ha cuestionado durante meses y que no se comparte, por mucho que se acepte la derrota y se acepte trabajar "codo con codo".

Por el contrario, en caso de que la militancia tumbe la apuesta de Iglesias, proclive a fortalecer los lazos con IU, el secretario general ha dicho en público que Errejón debería asumir el liderazgo y que él pasaría a una posición "más discreta". Sin embargo, los errejonistas vienen reiterando que su principal deseo es la continuidad de Iglesias al frente del partido, como hasta ahora, dado que entienden que nadie está cuestionando su rol como secretario general. Desde el grupo de Errejón sostienen que no trabajan con otra hipótesis distinta, pero, según las mismas fuentes, en el entorno del número dos hay quienes dudan de que, llegado el caso, Iglesias "aparque su discurso y rebaje su presencia en los platós de televisión". 

Si Errejón sale derrotado del cónclave, corre el riesgo de ser obligado por la nueva dirección a tener un papel menos protagonista

Esta disputa, revelan las fuentes citadas, estaría sobre la mesa en la reunión programada entre la jefa de gabinete de Iglesias, Irene Montero, y el diputado y responsable de Relaciones Internacionales de Podemos, Pablo Bustinduy, afín a Errejón. También abordarían otro tema que inquieta especialmente a ambos equipos, el futuro de los asesores que trabajan en relación directa con cada uno de tales grupos. Existe el temor, sobre todo por parte de errejonistas, de ser cesados en estos puestos de confianza, ya que Iglesias saldrá secretario general sí o sí, al no concurrir ningún otro candidato.

El propio Pablo Iglesias se ha referido en multitud de ocasiones a la importancia que tiene la televisión en la vida y obra de su partido como instrumento de acción ideológica. Por ejemplo, en su libro Disputar la democracia, se pronuncia así al respecto: "El gran dispositivo mediático de nuestro tiempo, lo más importante para establecer lo que piensa la gente (más aún que la educación, la familia o la Iglesia) es la televisión, independientemente de que se transmita por satélite, TDT o internet. La televisión moldea nuestra sensibilidad estética".

"Militar en los medios"

Igualmente, Iglesias ha llegado a afirmar que "la gente ya no milita en partidos, milita principalmente en los medios de comunicación" o que "si no se está en la esfera pública en la que pelean los medios de comunicación, no existes". Mensajes de este tipo hacen que los errejonistas se resistan a concebir a un Iglesias más alejado de los focos.

Irene Montero e Íñigo Errejón, interviniendo desde el Congreso en diferentes programas de tertulia política.

Por su parte, Errejón ya desapareció de la esfera pública durante una semana en marzo de 2016 tras la destitución fulminante de Sergio Pascual como secretario de Organización por decisión de Iglesias. Los pablistas, apuntan las fuentes consultadas, tampoco cree que el secretario Político y los suyos acepten de buen grado un protagonismo menor en la representación del partido ante los medios. El documento 'Mandar obedeciendo' presentado por los oficialistas para Vistalegre II, así como el texto 'Pensando Vistalegre' que ha impulsado Carolina Bescansa, cofundadora de Podemos, suprimen del organigrama la secretaría Política que ocupa actualmente Errejón como número dos.

Una paz condicionada

Fue Iglesias quien este viernes deslizó que Errejón y los suyos han condicionado la paz interna y el entendimiento a un reparto de recursos en el partido tras la batalla de Vistalegre. En una entrevista en la cadena Ser, expresó su respeto por "que haya compañeros que digan que esto tiene que ser como el PSOE, que se reúnan los barones, repartimos la tarta y repartimos liberados. Lo respeto pero creo que nosotros no debemos ser así", agregó. Luego, en los pasillos del Congreso, consideró que "sería un error que las conversaciones políticas al final trataran de los temas que tratan los viejos partidos". A su entender, insistió, el partido morado no puede concebirse "como una tarta a repartir", como, a su juicio, pasa en el PSOE, con sus "baronías" y sus "familias".

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