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"Destruir a Pablo Iglesias": la estrategia de Sánchez que sospecha Podemos

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el electo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

La reelección de Pedro Sánchez como líder del PSOE genera más inquietud que esperanza en el seno de Podemos, donde son numerosas las voces que creen que el dirigente socialista pondrá el foco en la figura de Pablo Iglesias para sacar más distancia al partido morado. Según ha podido saber Vozpópuli de fuentes internas, existe la sospecha, cada vez más extendida entre la formación morada, de que la nueva 'era Sánchez' traerá consigo medidos ataques contra el secretario general de Podemos y su manejo de la organización. "Destruir a Pablo Iglesias", es la estrategia que sospechan.

Las fuentes consultadas coinciden que los socialistas tratarán de sacar rédito a una circunstancia que parece enquistada: la imagen de Iglesias continúa sin experimentar una mejora entre la población, tal y como vienen reflejando las sucesivas encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Esta cuestión, de hecho, es algo que preocupa seriamente al partido. Tanto que, como publicó recientemente El Periódico, desde la cúpula morada se ha recurrido a firmas demoscópicas externas para identificar dónde está el problema y revertir la tendencia. Pablo Iglesias fue el líder nacional peor valorado en el CIS de febrero. Y en el último sondeo, conocido este mayo y correspondiente al mes de abril, volvió a bajar en puntuación (sólo Rajoy, con el consiguiente descarte como jefe del Gobierno, quedó por debajo). 

Este punto débil de Iglesias era analizado este lunes por José Luis Álvarez, profesor de Liderazgo de INSEAD y de la Harvard Business School, en una tribuna en el diario El País. El experto señala que "sus excesos estilísticos son más significativos que importantes, ya que revelan la intuición íntima, quizás todavía inconsciente por parte de Iglesias y Podemos, de la derrota futura, son lapsus de autocontrol que revelan que ya saben que no van a ganar y que, por tanto, se empiezan a 'dejar ir'. Como Vistalegre II y su regresión a un territorio comunista tradicional: estrategia defensiva", apunta Álvarez.

La pugna que Iglesias y Errejón mantuvieron en Vistalegre II para marcar el rumbo del partido también deja a Sánchez un espacio por el que avanzar. Confrontar las dos formas de ver la política que tienen ambos dirigentes de Podemos, una extremista y otra moderada, puede permitir al líder socialista ir ganando posiciones. De hecho, el entendimiento con los errejonistas siempre será visto más cercano que con los pablistas. Esta perspectiva que tienen los socialistas tampoco escapa a figuras destacadas de Podemos. Tal y como publicó Vozpópuli hace algunas semanas, la vuelta de Errejón a la primera línea (sus apariciones en televisión y actos del partido se han multiplicado), tras ser relegado al ostracismo justo después de Vistalegre II, va en esa línea de tender puentes con el PSOE.

La vuelta de Errejón a la primera línea, tras ser relegado al ostracismo justo después de Vistalegre II, va en la línea de tender puentes con el PSOE

En el Partido Socialista tienen claro que, pese a la victoria de Pedro Sánchez sobre Susana Díaz y Patxi López, Podemos sigue teniendo en mente consumar el 'sorpasso'. Ante ello, los socialistas ya avanzan un contraataque: "Es legítimo que Podemos intente comerse al PSOE; nosotros nos queremos comer a Podemos", aseguran fuentes próximas al electo secretario general socialista.

En su último libro, titulado Vetos, Pinzas y Errores. ¿Por qué no fue posible un gobierno del cambio? (Editorial Deusto), el exministro Jordi Sevilla, con el que Sánchez sigue manteniendo el contacto, también cuestiona la actitud "cínica" de Iglesias en las negociaciones de la legislatura fallida. El que fuera asesor económico de Sánchez y uno de los miembros de su equipo negociador incide en la perpetua ambición del líder de Podemos (nunca desapareció en la práctica) por ser un peso pesado del eventual gobierno, lo que impidió en todo momento explorar acuerdos programáticos, como el PSOE le ofreció antes que entrar en la cuestión de los ministerios y los sillones.

Mister Hyde

Además, Sevilla recuerda como sentó la rueda de prensa de Iglesias del 30 de marzo de 2016 tras reunirse largo y tendido con Sánchez. En aquella comparecencia, renunció a la 'vicepresidencia' que nunca tuvo. "Una vez más, Iglesias había jugado a la esquizofrenia de ser el amable doctor Jekyll al reunirse en privado con Pedro y el exaltado mister Hyde al manifestarse en público", afirma Sevilla en su libro. El "Iglesias no es de fiar" que han pronunciado Susana Díaz o Antonio Hernando está muy presente en los esquemas de Sánchez.

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