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Tecnología

Así maltratas tu teléfono móvil sin saberlo

Teléfono móvil roto

Es quizá el dispositivo tecnológico más utilizado y quizá por ello el más maltratado tanto en el apartado del hardware, de los elementos físicos, como en el del software. Lo cierto es que muchas de las situaciones que ponen en riesgo a nuestros teléfonos se producen por desconocimiento. Veamos algunas de ellas y cómo evitarlas.

La batería, nunca a cero

Uno de los errores más comunes es dejar que la batería se descargue del todo. En realidad son muchos los usuarios que piensan que se trata de lo mejor para la salud de la pila, pero nada más lejos de la realidad.

Las baterías actuales están construidas a partir de litio y para su correcto mantenimiento lo mejor es no dejar nunca que se descarguen del todo. Lo idóneo, de hecho, es poner a cargar el dispositivo cuando el nivel se encuentre en torno al 30%. Si puedes esperar a que la batería suba hasta el 100%, mejor que mejor. Tampoco tengas problema en dejarlo cargar toda la noche. Tu teléfono es calificado de "inteligente" por algo. Cuando detecta que está a tope, deja de enviar carga a la batería.

Ni frío ni calor

Seguro que alguna vez has dejado el teléfono torrándose al sol junto a la toalla, en la playa, y al ir a utilizarlo no has podido. Los móviles incluyen mecanismos que no dejan que se utilice cuando su temperatura es muy alta o muy baja, y lo hacen precisamente porque cuando el mercurio es extremo se pueden estropear. Si puedes dejarlos debajo de la sombrilla o dentro del bolso, saldrás ganando. Si estás esquiando, en vez de dejarlo sobre la mesa a pie de pista mientras tomas un refrigerio, guárdalo en el bolsillo.

Bendita pantalla

La pantalla es uno de los elementos que más rezos recibe para que se mantenga siempre intacta, pero hay una solución y se llama cristal templado. Se trata de unas pequeñas láminas de un material cristalino que se instala fácilmente sobre la pantalla de tu teléfono. Este material dota al display de una protección infinitamente más alta que la de cualquier protección de las de tipo plástico de toda la vida. Se puede comprar fácilmente en tiendas online como eBay o Amazon, y su precio está entre los 3 y 10 euros, dependiendo del teléfono que uses. Por cierto, también hay pantallas de cristal templado para tablets.

Otro consejo para salvaguardar la integridad de tu pantalla es evitar llevarlo en el bolsillo junto a las llaves. Es cierto que es difícil que se rompa, pero es fácil rallarla, lo que emborronará la visibilidad, por no hablar de que puede malograr el objetivo de la cámara y, por tanto, las fotos que hagamos.

No lo tengas siempre encendido

Es bueno reiniciar de vez en cuando el teléfono. Hay muchas aplicaciones que se mantienen abiertas en segundo plano pese a que las cierres. Apagar el teléfono permitirá que el hardware se enfríe, dándole un respiro, y cerrará mucho de ese software que consume recursos de memoria y hace que el dispositivo funcione más despacio. Antes de que te lo diga el informático te lo decimos nosotros: reinicia.

Baja un poco el altavoz

Si eres de los que acostumbra a escuchar música desde el altavoz del móvil te recomendamos que no lo pongas nunca al máximo. Es más, cuando detectes que distorsiona, reduce el volumen. De no hacerlo cada vez sonará peor, hasta que llegue un día en que lo único que escuches sea una radio antigua buscando emisoras en lugar de a Extremoduro.

Lejos de los imanes

Que quede claro que no van a acabar con tu teléfono, pero cuando lo dejas cerca de un imán determinados componentes del teléfono se ven afectados. Los sensores internos, como por ejemplo la brújula, pueden arrojar datos erróneos. En algunos modelos, incluso, incide en el enfoque de la cámara de fotos. Si puedes evitar depositar el teléfono cerca de un imán, mejor que mejor.

Cuidado con ese cable

Tirones y más tirones. El teléfono los sufre, como dice aquel anuncio, en silencio. Sobre todo cuando lo estamos cargando y es manejado por el usuario. Si tienes que utilizarlo mientras carga procura usarlo con cuidado y evitar los tirones, así como zonas de paso de terceros. Esos pequeños -o grandes- tirones hacen que la pieza en la que se encaja el cable vaya cogiendo holgura y que las pestañas de carga que posee se malgasten. El teléfono, un buen día, dejará de admitir la carga del cable. Es algo que se puede arreglar pero la broma se sitúa en torno a los 50 u 80 euros, cifra que puede variar sensiblemente según el modelo.

Peligro, contagio

Los móviles soy hoy en día una puerta más a Internet, por la que podemos salir a buscar información pero que se queda abierta. Si no cuentas con un antivirus -en la tienda de apps de Android y de Apple hay muchas gratuitas- permitirás que cualquier tipo de Malware entre en el teléfono. Las consecuencias pueden ser el robo de contraseñas, el acceso a nuestras fotografías e incluso que terceros manejen nuestro teléfono a distancia, activando y desactivando, por ejemplo, las cámaras.

También es recomendable, de vez en cuando, limpiar el interior del dispositivo de archivos que no se utilizan y que se quedan en la memoria del dispositivo al instalar aplicaciones. Software como CCleaner o CleanMaster está disponible desde las tiendas AppStore y Google Play y te ayudará con la tarea.

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