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Política

Ni independencia, ni república: Puigdemont tuerce el gesto ante el discurso de Torrent

Roger Torrent

Carles Puigdemont torció el gesto. Desconocía el texto íntegro del discurso de Roger Torrent. No le agradó, en demasía, según comentan en su entorno de Bruselas. Ni mención de la república, ni amago de independencia, ni palabra del referéndum. "Le pareció plano y algo gris", señalan esas fuentes. Quizás la antesala de lo que le espera en la investidura. La distancia entre JxCat y ERC ya es sideral.

"Estoy convencido de que defenderás las instituciones y el país". El tuit del expresident al nuevo presidente de la Cámara era obligado. Como la amable afectuosidad de su conversación telefónica en pleno Hemiciclo.. Torrent había pronunciado un discurso conciliador, institucional, integrador y alejado de los raptos histriónicos de su predecesora. Es la actual línea ERC.

Ernest Maragall había incendiado el Hemiciclo con una apología del golpe separatista. Torrent se fue hacia otro plano, con obligado recuerdo a los fugados y a los presos, pero poco más. "Viva la democracia y viva Cataluña", fueron sus palabras finales. La anterior presidenta, con ese gesto compungido que exhibe últimamente, había cerrado su última intervención ante la Cámara con un 'Viva la democracia, viva la república soberana, viva Cataluña'. Un cambio notable.

Entre un discurso y otro, han pasado muchas cosas. Entre otras, hay cuatro causas pendientes en el Supremo y una noche en la cárcel. Las palabras de Torrent produjeron frontal rechazo en la CUP, sorprendieron favorablemente al PP, y desagradaron abiertamente a Puigdemont. El final se acerca.

No hay cambio de planes

El sanedrín de Bruselas está inquieto. Elsa Artadi, la mano derecha del expresident, insistió en rueda de prensa que no hay cambio de planes, que Puigdemont volverá a la Generalitat y que nadie dude de ello. "Todas las posibiliades están abiertas, incluía la vía telemática", añadían desde el PDeCat. Mensaje dirigido fundamentalmente a quien ahora tiene el timón de la Cámara, el nuevo terreno de juego de la política catalana. Los independentistas se han hecho con el control de la Mesa pero el bastón de mando lo ostentan los republicanos. 

Torrent tiene diez dias para diseñar una sesión de investidura que se antoja complicada. Va a reunirse con los jefes de los grupos parlamentarios para mantener las formas. El fondo es otro. ¿Qué hacer si el fugado de Bruselas se empeña en lo dicho y presenta su candidatura?. De momento, el quinteto que permanece huído de la Justicia optó por no delegar su voto en la sesión de apertura. No hacía falta. De haberlo hecho, el Gobierno central habría recurrido el TC y todo se habría bloqueado. 

Candidato por Skype

La teoría de Moncloa es que Puigdemont no se va a presentar e intentará que se designe a un candidato de su confianza, 'limpio', que actuaría como una especie de 'presidente por delegación'. La mencionada Elsa Artadi y Eduard Pujol aparecen en las listas, junto a los inevitables Josep Rull y Jordi Turull. Estos últimos caen en las apuestas, dada su cercanía a Convergencia y Artur Mas, dinamitados judicialemente por el 'caso Palau'.

El acuerdo suscrito en la tarde del martes entre las dos principales formaciones independentistas no fue tal. JxCat, el plataforma ceada desde de Bruselas, elaboró un escrito de respaldo a la candidatura de Puigdemont que fue firmado por ERC, sin entrar en mayores detalles. De hecho, el nuevo presidente del Parlament, en recientes declaraciones periodísticas, se ha mostrado abiertamente en contra a la elección de un candidato telemático. Es la posición de ERC, diseñada por el  propio Oriol Junqueras, que masca su venganza entre los barrotes de Estremera. 

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