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Política

El PP valenciano se desangra entre la discordia y el juego sucio

Mariano Rajoy e Isabel Bonig, en un comité de portavoces parlamentarios.

Valencia se ha convertido el agujero negro del PP. Azotado durante años por los escándalos de corrupción, el partido no logra levantar cabeza en la región. El congreso provincial, previsto para este mes, queda cancelado hasta nueva orden. La pugna entre la vieja guardia y los renovadores ha derivado en un pulso interno sin visos de salida. Génova ha decidido congelar el trámite congresual hasta que las facciones en disputa lleguen a un arreglo. Caso de que no haya paz, se impondrá una gestora.

Vicente Betoret, actual presidente del PP en Valencia, aspiraba a renovar su puesto. Miembro, pese a su juventud, de la vieja guardia, salió limpio de los diferentes episodios judiciales que han hecho temblar los cimientos del partido. Vinculado a un PP del pasado, no es el favorito de Isabel Bonig, la líder de los populares en la región, que se esfuerza por pasar página y avanzar en el camino de la regeneración. Mari Carmen Contelles es la candidata señalada por la actual dirección. 

Juego sucio en campaña

La contienda no cesa, la tensión no amaina. Se recurre incluso al juego sucio. Este martes apareció la filtración de unas palabras de la 'mano derecha' de Betoret, Vicente Ferrer, quien se refería a Bonig con expresiones poco cariñosas: "Estás acojonada", "torpe", "cobarde", salpicaban un discurso crítico, rebosante de reproches hacia la actual 'lideresa' valenciana.

Se han filtrado unas palabras de la 'mano derecha' de Betoret, Vicente Ferrer, quien se refería a Bonig con expresiones poco cariñosas: "Estás acojonada".

La dirección nacional ha intentado un acuerdo, sin lograrlo. Ha propuesto una solución 'a la sevillana', es decir, que el candidato vencedor en la primera vuelta integre una sóla candidatura a la que se sumen sus rivales. Nadie cede por el momento. Los seguidores de Betoret se siente maltratados y agraviados por el actual aparato. Piensan que no se les ha defendido cuando han sido objeto de acusaciones falsas o de imputaciones judiciales. "Se nos ha ejecutado sin ser siquiera citados ante un tribunal", argumentan. Las turbulencia del pasado siguen vivas. 

El gran dolor de cabeza del PP

Con el respaldo de la dirección nacional, Bonig libra una gran batalla para salir del pozo negro en el que se encontró a su formación, malherida especialmente por el dramático episodio de Rita Barberá. En las últimas generales el PP logró recuperar un cuarto de millón de votos con relación al 20D. Una evolución ascendente que choca ahora con el pulso cainita del congreso provincial. Las batalla no acaba ahí. Está a la espera del congreso de la capital valenciana, dirigido desde hace un año por una gestora, sin candidato claro y con todos los concejales de la época Barbera señalados por la 'operación pitufeo' y en estado próximo a la sublevación.

Génova no quiere un congreso en falso, al estilo de lo ocurrido en Cantabria, todavía en ebullición. "Es importante votar, pero más importante es preservar la unidad", aseguró este lunes Fernando Maíllo tras la reunión del comité de dirección. Volverá a citar en Madrid a los dos candidatos, con Bonig en medio. Un último intento antes de la Gestora. El congreso podrá esperar, pero alguien tiene que llevar el timón. Valencia no logra salir del hoyo. Desde Semana Santa, el PP ha celebrado 33 congresos provinciales. El valenciano sigue atascado. De fortín inexpugnable, pieza fundamental, bastión ejemplar, Valencia se ha convertido en el gran dolor de cabeza del PP. 

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