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Política

Santi Vila crará su plataforma electoral si le rechaza el PDeCAT

Santi Vila ha presentado oficialmente sus aspiraciones para convertirse en candidato de su partido, el PDeCAT, a las elecciones del 21-D. Así se lo hizo saber este martes a los máximos representantes de su formación, Artur Mas y Marta Pascal, que tomaron nota. 

Vila, consejero de Empresa del 'Govern' de Puigdemont hasta su renuncia, en vísperas de la votación de la independencia en el "Parlament', está dispuesto a crear una plataforma electoral en el caso de no recibir las 'bendiciones' de sus compañeros. El tiempo corre en su contra ya que apenas faltan diez días para que se formalicen las candidaturas. Vila acaricia esta posibilidad desde hace ya meses, cuando creó la 'Plataforma por la Democracia', un foro de pensamiento que funcionaba como corriente de ideas dentro del nacionalismo. Esa instancia podría evolucionar hacia una plataforma electoral que incluiría posiblemente la palabra 'seny' en su marca. 

¿Habrá primarias en el nacionalismo?

Nada hay decidido sobre quién ocupará la cabeza de lista en la antigua Convergencia. No se ha rechazo siquiera la posibilidad de que se celebren unas primarias, circunstancia que podría echar por la borda las aspiraciones de Vila, quien en las últimas horas ha desplegado una intensa actividad mediática, casi en paralelo a la rueda de prensa de Carles Puigdemont en Bruselas. Consejero de Cultura, primero, y de Empresa, despues, del gobierno que impulso el golpe de Estado, Vila saltó en marcha del tren antes del precipicio. 

Existen importantes dificultades para que logre su cometido. Está imputado por la jueza de la audiencia Nacional, Carmen Lamela, por formar parte del Gabinete que impulsó la declaración de independencia, por presuntos delitos de rebelión, sedición y prevaricación. De ahí que, al hacer pública su aspiración a la candidatura, habló de la necesidad de que el Gobierno de Rajoy promulgue una amnistía para todos aquellos involucrados judicialmente en el 'procés'. 

Santi Vila aspira a promover un 'cambio de rumbo' en el soberanismo. Se proclama 'independentista moderado', y se sitúa en el extremo opuesto del radicalismo de Puigdemont, tan próximo a la CUP. Estratégicamente se encuentra más cerca de un nacionalismo al estilo del PNV, "dentro de la ley" y ajustado a Derecho. Un catalanismo centrista, liberal, que pretende recuperar lo que representó en su momento Convergencia, antes del chapoteo de Pujol en la corrupción,  y que también buscará votos en el PSC y Ciudadanos.

En el caso de que el PDeCAT se incline por formar una coalición independentista, con ERC y quizás la CUP, Vila optaría por sacar adelante su propio proyecto. Cuenta con el respaldo financiero de diversos sectores empresariales catalanes, según se comenta en círculos políticos de Barcelona. Está bien visto por el Gobierno del PP, en especial por Ana Pastor, actual presidenta del Congreso y mantiene lazos con dirigentes destacados de Moncloa.  

Pese a que ha sido muy amigo de Puigdemont, no se ha mostrado nada complaciente con la última etapa del Gobierno del 'expresident', del que formó parte activa. Intentó afanosamente el acuerdo para evitar la proclamación de la independencia. Ahora asegura que tal proyecto era inviable porque estuvo mal preparado y peor desarrollado. "El Govern no tiene legitimidad suficiente para una declaración unilateral de la independencia", ha dicho estos días. 

Algunos sectores de su partido lo consideran un 'traidor', un 'Botifler', a quien no le entregarían el voto en unas primarias. En especial goza de muy poca estima entre los aldalces, una de las piezas fundamentales durante el mandato de Puigdemont, a los que recurría para impulsar su proyecto secesionista. Josep Rull, también 'exconseller', un político mediocre y de escasa relevancia social, sería uno de sus rivales en la pugna por la cabecera de cartel. 

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