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Política

La purga de Sánchez: qué diputados pierden dinero y quiénes ganan con los cambios

El diputado del PSOE Miguel Ángel Heredia, junto al ex portavoz del grupo, Antonio Hernando

Ha tenido varias fases, pero en el Grupo Socialista se dan por culminados los cambios que ha dictado Pedro Sánchez con su vuelta a la Secretaría General del PSOE. Después de una primera oleada de relevos en las portavocías, donde el líder de los socialistas primó a sus afines, no esperaron a septiembre los movimientos en las mesas de las comisiones, con los que se compensa económicamente a esos apartados de los puestos con mayor responsabilidad política. De este modo, todos volverán en septiembre con sus nóminas actualizadas: un total de 69 diputados no va a percibir ningún cambio en sus ingresos, diez cobrarán más y seis ganarán menos. Eso sí, y aunque el exportavoz Antonio Hernando encabeza a quienes más pierden y la nueva 'número dos' del partido, Adriana Lastra, a quienes más ganan, hay de todo en la lista. 

A la vuelta del verano con seguridad habrá que hacer algún retoque más, derivado de la marcha de Eduardo Madina del Congreso y la llegada de José Enrique Serrano, pero, sin contar con esta sustitución sobrevenida, pero no se esperan grandes movimientos en el próximo periodo de sesiones. Así lo aseguró la portavoz del Grupo, Margarita Robles, en una reciente entrevista en este periódico, en la que defendió que se han hecho "los mínimamente indispensables para hacer determinados ajustes". 

Estos cambios han implicado movimientos en los sueldos de dieciséis diputados. Otros han visto sus funciones modificadas, pero sin ningún efecto en sus nóminas, en las que, al sueldo base de diputado (2.813,87 euros al mes hasta la reciente subida del 1%, que hay que sumar a las retribuciones aquí recogidas), además de la indemnización por residencia, se suman complementos por los cargos que desempeñan por ser miembros de la mesa o portavoces, ya sea de la Cámara o en Comisiones.

En el Grupo Socialista, no hay ningún diputado que no tenga algo que añadir al sueldo base, pero sus ingresos varían según el puesto concreto que ocupen. De hecho, después de la primera oleada de cambios en las portavocías, se hicieron cambios en las mesas de las comisiones para compensar con un puesto remunerado a quienes habían sido removidos con la llegada de Sánchez. 

El resultado de estos estos traslados hace que seis diputados pierden dinero. Y el que más, Antonio Hernando, que se deja 1.621 euros, consecuencia de abandonar su puesto de portavoz del Grupo. Aunque Sánchez le dio una portavocía, en la Comisión de Seguridad Nacional, que remite en parte la pérdida de los 2.667 euros mensuales que implicaba el cargo en el que le mantuvo la Gestora.

Los siguientes en pérdidas, respecto a los tiempos de la dirección provisional, son el malagueño Miguel Ángel Heredia, que ha salido de la Junta de Portavoces y ahora es portavoz de Pesca, y la diputada por Badajoz Marisol Perez Domínguez, que también salió de la Junta de Portavoces y ahora es vicepresidenta primera en la Comisión para las Políticas Integrales de Discapacidad. Pierden 1.040 euros.

También ganan menos Isabel Rodríguez (655,8 euros), porque, pese a haber sido nombrada presidenta de la Comisión de Justicia, el complemento como portavoz adjunta en la Mesa del Congreso es superior, y Antonio Trevín y Sofía Hernanz (348,8 euros). En el caso de esta segunda diputada, es la única 'pedrista' que ganará menos con Sánchez en Ferraz que con la Gestora. 

En la lista de los que ganan, también están todas las sensibilidades de las últimas primarias. Son nueve los diputados que pasan a tener nóminas más elevadas y aparecen en cabeza la 'número dos' del partido, Adriana Lastra (1.389,4 euros más) y la nueva portavoz, Margarita Robles (con 1.236,2). Con la Gestora, Lastra sólo era portavoz adjunta en una Comisión (un complemento de 697,65 euros) y ahora es portavoz adjunta de la Junta de Portavoces (lo que supone 2.087,07 euros). Mientras que Robles pasa de ser presidenta de la Comisión de Justicia (1.431,31 euros) a portavoz del Grupo Socialista (2.667,5).

Pero también hay tres 'susanistas' beneficiados económicamente: Felipe Sicilia (1.040,6), Pedro Muñoz (697,7) y Gonzalo Palacín (348,8). Y dos antiguos 'patxistas': Rafael Simancas (1.040,6) y Carlota Merchán (348,8). Sicilia y Simancas, por haber pasado a ser portavoces adjuntos en la Junta de la Cámara, mientras que Muñoz no tenía ningún complemento con la Gestora y ahora es secretario segundo de la Comisión de Interior.

Los "mínimos ajustes de los que hablaba Robles suponían situar en los puestos de mayor relevancia al equipo más próximo de Pedro Sánchez, integrado por diputados que, a su vez, se habían visto apartados de sus funciones tras su dimisión el 1 de octubre. Al tomar el mando de Ferraz, la Gestora que sucedió a Sánchez y después se marchó con su victoria en las primarias marginó a varios de los fieles del entonces ex secretario general, apartándoles incluso de la dirección del Grupo, en la que sí continuó al frente Antonio Hernando. 

Pedro Sánchez comenzó con los cambios en esa dirección, que está ahora a los mandos de Margarita Robles y con la vicesecretaria general del partido, Adriana Lastra, como número dos, y tuvo ahí gestos de integración que no se vieron en la formación de su Ejecutiva: incluyó a un 'patxista', Rafael Simancas, como número tres, y a los 'susanistas' Felipe Sicilia e Isabel Rodríguez, aunque la diputada por Ciudad Real dejó poco después esa portavocía adjunta y fue sustituida por la 'pedrista' Sofía Hernanz.

Y una semana después, llegaron los cambios en las portavocías de las comisiones, aunque no fue una gran revolución: mantuvo en sus puestos a muchos 'susanistas'. Sí ha habido más movimiento en la Diputación Permanente, el órgano que permanece activo en vacaciones, y en el que Sánchez sí se ha rodeado completamente de afines.

En los relevos en las portavocías, los más perjudicados fueron Antonio Trevín, Ignacio Urquizu y Ricardo Cortés, apartados de las portavocías de Interior, Universidad y Defensa, respecticamente. Pero los tres fueron compensados en la última ola de movimientos, donde se les dio puestos en mesas de comisiones.

Esta última fase se esperaba para septiembre, pero finalmente el PSOE quiso irse de vacaciones con todo el organigrama completado. Para ello, la semana del 17 de julio hubo que convocar diez comisiones, que en muchos casos se resolvieron en un par de minutos y cambios aprobados por asentimiento de todos los grupos, en los que algunos diputados no ocultaban el malestar de haber sido citados con el único objetivo de terminar de resolver los asuntos internos del PSOE.

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