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Política

Roger Torrent, el último rebelde de un independentismo descabezado

Roger Torrent, presidente del Parlament

No está imputado. No será procesado ni, por tanto, inhabilitado. Roger Torrent preside la única institución catalana que no ha sido 'descabezada' tras la aplicación del 155. Dijo en su momento Sáenz de Santamaría: "Rajoy ha descabezado a ERC, a JxCat y a todo el independentismo". Torrent es el único dirigente que permanece en pie, impasible y firme como una columna de granito. Hay quienes le colocarían en la presidencia de la Generalitat.

Sus referencias a los 'presos políticos', en un acto oficial del Colegio de Abogados de Cataluña, con toda la cúpula fiscal y judicial de la comunidad presente en la sala, ha producido un enorme revuelo en estas últimas horas. Torrent fue reprendido, en voz baja y micrófono abierto, por la presidenta del Colegio, María Eugenia Gay. "No era la idea. Buena la has liado", se escucha en la cinta de vídeo el reproche de la anfitriona. "Si normalizara esta anomalía, no estaría cumpliendo con las funciones de mi cargo", respondió el aludido en las redes sociales. Una marea de adhesiones le han encumbrado de nuevo en el vértice del secesionismo.

Eludir la independencia

Roger Torrent, de 39 años, nacido en Sarrià de Ter (Gerona) era casi un desconocido para la opinión pública cuando fue elegido presidente del Parlament. Militante de ERC, hombre de confianza de Marta Rovira, mostró desde el minuto uno su disposición a no incurrir en los errores de su predecesora, Carme Forcadell, ahora imputada y muy distante de la primera línea de la política.

En su toma de posesión, además de recordar a los presos y a los ausentes, con el imprescindible tono del victimismo nacionalista que exige el separatismo, Torrent no hizo mención alguna ni la república ni a la independencia. Gesto de desagrado entre algunos presentes y, por extensión, en el independentismo más radical.  

Más polémica fue su decisión de aplazar 'sine die' la investidura de Carles Puigdemont. El expresidente, refugiado en Bruselas, encajó la noticia como una bofetada. Recibió luego a Torrent en Bruselas, en una entrevista de oficio, de cortesía y que no alcanzó compromisos mayores. El presidente del Parlament, tras la conversación, recordó que Cataluña necesita un presidente efectivo. Es la misma línea que, desde Estremera, viene reclamando Oriol Junqueras, jefe de filas del republicanismo.

Asalto a la Constitución

"Es frío como un muralla de hielo", comentan quienes conocen a este nuevo líder del bloque secesionista. Está casado, tiene dos hijos, monta en bici, cocina y cultiva en sus macetas estragón y otras hierbas. 

Inequívocamente independentista, su predecesora le señaló, ante el juez Llarena, como la persona que le pasó el texto que luego ella misma desde la presidencia de la Cámara en la turbulenta jornada de la proclamación de la independencia. Forcadell vino a decir que todo era cosa de Torrent. Se supo luego que también a él se debe la decisión de que los diputados votaran en urna y voto secreto la resolución de independencia. Para evitar acciones judiciales. 

Prudente, reflexivo, valiente, según le definen en su entorno, Torrent fue un elemento de enorme peso en las intensas jornadas vividas en el Hemiciclo en los momentos decisivos del 'procés'. "Forcadell estaba sobrepasada, carece de conocimientos, nivel y decisión", señalan estas fuentes. Torrent arbitró estrategias, impulsó resoluciones, dirigió la liturgia del asalto a la Constitución.

El independentismo carece de ahora mismo de líderes operativos. Carles Puigdemont maniobra afanosamente desde Bruselas para retener algún retazo de poder en la nueva era. Jordi Sánchez, exlíder de la ANC, está en la cárcel. Su vehemente verbo ya no se escucha y su propia organización deambula entre el olvido y el cansancio. Junqueras, también privado también de libertad, mantiene una notable ascendencia entre sus fieles. Pero sin opciones de futuro. Marta Rovira se ha apagado ante el Supremo y Marta Pascal busca escaño en el Senado. Anna Gabriel, la activista de la CUP, feroz combatiente contra el capitalismo, el Estado, al Corona y en pro de la ruptura con España, se ha refugiado en Suiza. Hasta el irredento Trapero se puso firme frente a la juez Lamela.

Pululan los nombres de personajillos menores, Turull, Rull, algunos alcaldes como el de Mollerusa, como las fórmulas de recambio. E incluso Elsa Artadi, la mano derecha del expresidente, que vivió momentos de enorme brillo durante la campaña del 21D pero ahora ha optado por representar un papel menor. 

Tan sólo Torrent mantiene viva la antorcha de este espectro de la sociedad catalana que empieza a menguar, como ha evidenciado el último barómetro del CIS catalán. Ocho puntos de descenso en el ánimo secesionista de la comunidad. El sentimentalismo que impulsó el 1-O ha decaído. Torrent, al frente del Parlament, actúa como el último activo del mundo 'indepe'.Su aspecto atractivo, su voz decidida, sus mensajes firmes le han construido, en tan sólo dos meses, un aire de líder incontestable. "Le veremos de presidente, y si no, al tiempo", comentan en su entorno.  

 

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