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Política

Puigdemont teme que el 'cara a cara' con Rajoy le pase factura

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (i), y el de la Generalitat, Carles Puigdemont (2d)

Puigdemont recela de un 'cara a cara' con Rajoy en el Senado. Nunca se han batido de frente y apenas se conocen. El presidente catalán no es un gran dialéctico, ni siquiera un buen orador. El presidente del Gobierno exhibe una habilísima esgrima parlamentaria y una experiencia de décadas. Un rival complicado. "Puede Puigdemont salir trasquilado", comentan en el entorno de la Generalitat. Puigdemont no concede entrevistas, tan sólo habla en los medios públicos, obsequiosos y amables. "Rajoy lo puede destrozar", comentan en fuentes nacionalistas. 

Desplazarse hasta el Senado e intervenir en la sesión plenaria sería una acertada fórmula para redondear su campaña, para "explicarle al mundo y a los españoles' lo que realmente significa la lucha de Cataluña", le animan desde su partido. El 'president' no era demasiado partidario de defender personalmente la postura de su Gobierno contra el 155. Puede interpretarse como una concesión al Estado, al que se le califica insistentemente de'represor', 'opresor', 'tiránico', dictatorial' y 'franquista'.

El vicepresidente de la Cámara Alta, Pedro Sanz, comentaba que "sería un paso hacia la legalidad". De ahí el empeño en facilitar la visita, en adaptar fechas y horarios. El PDeCat ha presionado para propiciar este desplazamiento. Igual que insiste en la convocatoria de elecciones. Algo que sigue sobre la mesa, tal y como denunciaba la CUP. Rajoy considera importante verse las caras con Puigdemont en el Congreso. Incluso en el PP confían aún en que finalmente, haya alguna sorpresa en la Cámara Alta. "No todo está escrito", mencionaba una fuente del PP.

El secreto de los planes

El presidente de la Generalitat no desvela sus planes. Nadie sabe a ciencia cierta si se proclamará la independencia, se convocará a las urnas o las dos cosas a la vez. Su decisión es anunciar solemnemente  el nacimiento de la República catalana. Un escenario que aparece rodeado de dudas. La CUP no quiere que el Parlament vote de nuevo sobre algo que, según ellos, ya está votado y rubricado. 

La Asociación de Municipios por la Independencia prepara un despliegue de sus seguidores para acompañar a Puigdemont en su desplazamiento a Madrid a fin de comparecer ante el Senado. Decenas de alcaldes secesionistas tienen previsto integrar un descomunal cortejo para amparar al presidente de la Generalitat en la que sería primera intervención en las Cortes.

Decenas de alcaldes secesionistas tienen previsto integrar un descomunal cortejo para amparar al presidente de la Generalitat en la que sería primera intervención en las Cortes

Munícipes 'armados' con su vara de mando, dirigentes de las entidades separatistas, diputados y cargos de la Generalitat preparan un despliegue multitudinario frente las puertas de la Cámara Alta, en la plaza de la Marina Española. Pretenden, según ha manifestado alguno de los organizadores de esta gran romería, no sólo secundar al 'president' en esta iniciativa, sino evidenciar la voluntad de diálogo de los secesionistas, horas antes de que el Parlamento catalán proclame la independencia.

"Los unionistas divididos"

"Que vean en Madrid la unidad y la cohesión de nuestra gente, su moral y su determinación, porque en Madrid todos los partidos unionistas andan divididos y el Gobierno es un mar de dudas", señalaba uno de los promotores de la gran excursión, que no ha aclarado quién sufraga este despliegue. 

Los lemas de la manifestación serán contra el 155 y en favor de la puesta en libertad de 'los dos Jordis', que siguen en prisión luego de que la jueza de la Audiencia Nacional les imputara por los hechos violentos protagonizados por sus activistas frente a la consejería donde la policía judicial procedía a un registro. 

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