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Política

Junqueras y Puigdemont retuercen su programa para atraerse a Colau

El líder de ERC Oriol Junqueras, junto al ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Los equipos de Puigemont y Junqueras elaboran estos días un acuerdo programático para trasladar al electorado la idea de unidad de cara a los comicios del 21-D. De momento ha trascendido un borrador de nueve puntos en el que se incluyen dos importantes novedades. Tanto ERC como JxCat rechazan implícitamente la vía de la declaración unilateral de independencia, la DUI, origen del actual desastre en que está sumida Cataluña, e incluyen en el último de los apartados del acuerdo la apertura de negociaciones con el Estado y con la UE para hacer posible la 'plena independencia'. Es decir, el camino directo a la 'solución escocesa' del referéndum pactado.

El esto del documento es una somera y previsible enumeración de lo que será la base de la campaña electoral de ambas formaciones. Libertad para los 'presos políticos', retirada del 155, fin de la intervención financiera de la Generalitat, respeto a los resultados de las elecciones, defender la escuela de Cataluña y otros, de menor importancia y calado.

Este paso de Puigdemont y Junqueras persigue atraerse el voto de los comunes tras la celebración del plebisicto. La formación que dirige Ada Colau no se ha sumado nunca a la unilateralidad en la independencia y ha defendido la vía del referéndum pactado. Este guiño de los secesionistas abriría el camino al apoyo de esta formación, que se convertirá sin duda en el elemento clave para la futura formación de Gobierno. La llave del futuro Govern la tienen los socios de Pablo Iglesias en Cataluña.

Rechazo absoluto

Los radicales de la CUP, sin embargo, han recibido este texto con enorme disgusto, hasta el punto de que ni siquiera se plantean sumarse a las negociaciones. En la tarde de este miércoles el partido anarquista celebra una reunión para formalizar oficialmente su rechazo.

Los independentistas quieren asegurarse el respaldo de Colau fundamentalmente porque no ven claro el resultado de unos comicios en los que sus dos principales partidos acuden por separado y con enormes tensiones entre ambos. Puigdemont y Junqueras, uno en el refugio de Bruselñas y otro en prisión, no han restablecido ningún tipo de relación personal, ni vía mensaje o comunicación telefónica. Ambos se disputan el papel del líder de la secesión a traés de las urnas. De ahí que este cuerdo programático sea un paso hacia la distensión, como lo estam, fundamentalmente, para garantizarse la formación de un Gobierno al margen de sobresaltos. 

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