Quantcast

Política

Gobiernos del PSOE se cansan de esperar por la financiación y amenazan con elevar la presión

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig

Empieza el año como acabó para muchos Gobiernos del PSOE, con la exigencia de que se ponga en marcha cuanto antes la reforma del modelo de financiación autonómica. Atrás quedó el compromiso del Ejecutivo de Mariano Rajoy de aprobarlo en 2017, pero los socialistas no quieren que sus reclamaciones caigan en saco roto y se preparan para insistir e insistir hasta obtener una respuesta. "Ahora, vamos a intensificar todos los frentes", asegura a este periódico un presidente socialista.

Diciembre ya fue un mes de quejas, visto que se cumplía el plazo que el propio Gobierno se había dado doce meses antes en la Conferencia de Presidentes para aprobar un nuevo sistema durante ese año. Y aunque mantuvieron hasta el final su petición, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya avisó a principios de diciembre de que no sólo no se retrasaría hasta 2018, sino que habrá que esperar a que haya un gobierno en Cataluña

Sus largas soliviantaron a los socialistas, especialmente a Andalucía y la Comunidad Valenciana, las más perjudicadas, junto con Murcia, por el actual modelo, y las mismas que ahora han retomado con fuerza su reivindicación para que este modelo se renueve. La exigencia formó parte de los mensajes de fin de año de sus presidentes, que coincidieron en reclamar que la negociación se ponga en marcha lo antes posible. 

En sus discursos formales, ni Susana Díaz ni Ximo Puig fueron más allá, pero ya han dejado claro que están dispuestos a ponerse al frente del resto de comunidades con esta bandera. El president valenciano ya encabezó una manifestación en la capital de su comunidad para exigir una financiación justa y desde el Gobierno andaluz se aseguró que se intensificarán los contactos con otros Ejecutivos autonómicos para hacer frente común y presionar a Moncloa, en lo que ya cuentan con el Gobierno de Ximo Puig.

Desde ambas comunidades se insiste en que no van a dejar de reclamar al Ministerio de Hacienda que convoque cuanto antes el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y avisan de que hay que pasar ya de los encuentros técnicos a las negociaciones políticas, porque, por encima de todo, es una cuestión de voluntad política.

La última cita con Hacienda, "el día de la Marmota"

Para empezar, porque lo que están esperando es una propuesta de Hacienda, que tampoco llegó en la reunión a la que les convocó el Ministerio a finales de diciembre. Esa cita del Comité Técnico Permanente de Evaluación (CTPE) del Consejo de Política Fiscal y Financiera, el pasado día 28, acabó sin ningún avance, pese a que en algunos sectores del Gobierno se trató de presentar como un movimiento en la búsqueda del acuerdo. Terminó siendo "el día de la Marmota", lamentan desde un Gobierno Socialista.

Y no hay más noticias de nuevas citas ni contactos. Tampoco los tiene la dirección federal del PSOE, que asiste a este debate desde una segunda fila: Ferraz hace suya la reclamación de los gobiernos socialistas, pero se niega a que la financiación autonómica se convierta en una negociación bilateral Gobierno-PSOE, como defienden los 'populares'.

Los gobiernos autonómicos socialistas también rechazan esta pretensión e insisten en que el acuerdo debe buscarse en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde cada territorio acude a defender los intereses, más allá de colores políticos. De hecho, más allá de matices, en sus planteamientos de partida ya se ven posiciones muy distantes: de la igualdad que defienden a capa y espada en Andalucía y Asturias, a la "doble vía" que piden en Baleares, para que las comunidades con mayor capacidad tributaria gestionen una mayor parte de los impuestos que captan.

Lo que quieren los socialistas es que el modelo se ponga en marcha cuanto antes y sin esperar ni los presupuestos generales de 2018 ni a que haya un gobierno en Cataluña

Diferencias aparte, lo que quieren los socialistas es que el modelo se ponga en marcha cuanto antes y sin esperar ni los presupuestos generales de 2018 -con cuya aprobación vinculó Montoro el nuevo modelo de financiación- ni a que haya un gobierno en Cataluña.

Ya antes de las elecciones del 21-D, los socialistas avisaban de que no iban aceptar esta "coartada" para seguir alargando el debate, recordando que Cataluña ya no estuvo en la Conferencia de Presidentes de hace un año y ahora, una vez visto el resultado, insisten en que la situación en esta comunidad no puede retrasar al resto, so peligro, avisan, de que "todo vaya a peor y se contaminen otros territorios". 

Sin embargo, parece que el PP sigue con la misma intención. En una entrevista en Europa Press, el coordinador general, Fernando Martínez-Maillo, este martes defendió que es "imprescindible" que Cataluña esté presente en el nuevo modelo de financiación autonómica, ya que tienen que tener en cuenta "a todos los gobiernos autonómicos". "Es imprescindible que Cataluña esté presente en el modelo", avisó.

Bajo estos aplazamientos, algunos temen que lo que en realidad existe es una falta absoluta de interés de ponerse manos a la obra en este debate. Más allá de provocar "choques" entre socialistas, no creen que tenga intención de abrir este melón: cuando se aclare la situación en Cataluña, todos estarán ya activando sus maquinarias electorales para las municipales y autonómicas de 2019 y entonces, lamentan, tampoco encontrará el momento.

  

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.