Estupor en el PSOE de Extremadura por el fichaje en Ferraz de un ex alto cargo de Monago

Entre la sorpresa y el cabreo. Así han recibido en el PSOE extremeño la decisión del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de incorporar como asesor a Iván Redondo, el que fuera director de gabinete de la Presidencia de José Antonio Monago y cuyo paso por Extremadura no dejó buenos recuerdos a los socialistas. El asombro lo ha reconocido el propio presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, que ha admitido que el nombramiento ha "chocado". El desconcierto es compartido por muchos socialistas, que criticaron durante años las prácticas de Redondo y todavía lamentan que hizo "mucho daño" a la política autonómica.

"No es un consultor sin más", repiten muchos en la federación que lidera Fernández Vara. Redondo formó parte del Gobierno de Monago como director de Presidencia, con rango de consejero. Sin cartera, le conocían como el "octavo consejero" y a él atribuyen el estilo propio que el 'popular' llevó a la Junta y que siguen cuestionando en el PSOE, pero también en el PP.

Polémicas tuvo dentro y fuera, y detrás de ellas señalan directamente a Redondo. En el PP, Monago se situó como un verso suelto, con su rechazo a la ley del aborto de Alberto Ruiz Gallardón o su rebelión frente a Cristóbal Montoro, bajando el IVA cultural. Sus decisiones le valieron el título de "barón rojo" del PP, una imagen en la que creen que la firma de autor la tiene el asesor donostiarra.

Y su relación con el PSOE de Extremadura también dejó huella en la región. Muchos socialistas extremeños acusan a Redondo de haber querido "sacar trapos sucios" de los 24 años de gobiernos socialistas anteriores, con Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara, y aunque "no pudieron encontrar nada", pese a buscarlos "por tierra, mar y aire" sus ataques al PSOE y sus "artimañas sucias", dicen, causaron "mucho daño". 

Las hemerotecas recuerdan el papel que se atribuye a Redondo en el Gobierno de Monago y las críticas que se le hacían desde el PSOE, que llegó hacer causa política del papel que el presidente había otorgado a un consejero sin cartera en su Gobierno. "Redondo dirigió Extremadura un tiempo", sostienen todavía.

Por eso, el fichaje, que adelantó Europa Press, corrió como la pólvora entre los socialistas de Extremadura y, según admiten algunos dirigentes de la federación, en las bases ha generado mucho malestar. "La gente no lo entiende", aseguran a este periódico. Así se ha visto en muchos mensajes en la redes sociales, entre ellos, de militantes declarados 'pedristas'.

Vara: "Lo que nos quedará por ver"

El propio Fernández Vara así lo ha reconocido. "Aquí ha chocado, cómo no va a chocar", admitió ayer en una entrevista en Canal Extremadura Radio cuando se le preguntó por esta nueva colaboración en Ferraz, que le comunicó el propio Sánchez. El presidente de la Junta defendió que el secretario general está "en su perfecto derecho de poder tomar las decisiones que estime oportuno" y entre ellas está, "estaría bueno", la de contratar o no a alguien que "cree que le puede aportar desde su capacidad y experiencia".

Pero extraña, porque "apenas hace unos meses, o un par de años, era miembro del Gobierno" del PP. "Lo que nos quedará por ver", bromeó Vara. Más críticos, algunos socialistas extremeños sostienen que este fichaje es "una declaración de ideas e intenciones" por parte de Sánchez y apuntan que pronto se verá la factura de Redondo, a quien, recuerdan, se atribuye la polémica campaña del exalcalde de Badalona, el 'popular' Xavier García-Albiol, en la que prometía "limpiar" su ciudad de inmigrantes irregulares.

Algunos socialistas extremeños recuerdan que a Redondo se le atribuye la polémica campaña del exalcalde de Badalona, el 'popular' Xavier García-Albiol, en la que prometía "limpiar" su ciudad de inmigrantes

Éste no es el primer fichaje de Sánchez que asombra a Vara. Su decisión de incorporar a la exdiputada de UPyD Irene Lozano en las listas al Congreso por Madrid en diciembre de 2015 generó un auténtico tsunami en el PSOE y el presidente extremeño fue el primero que verbalizó su oposición, exigiendo a Lozano que pidiera disculpas a los socialistas a los que había "ofendido" muchas veces durante sus años de militancia en el partido de Rosa Díez.

Aquella decisión de Sánchez, tan contestada internamente que hizo que la exdiputada de UPyD pasara totalmente desapercibida durante los meses que formó parte del Grupo Socialista, supuso el alejamiento total de Vara y el secretario general, que se mantuvo hasta el final de su mandato, como ocurrió con el resto de presidentes autonómicos, a excepción de la balear Francina Armengol.

Sin embargo, no parece que ahora Iván Redondo vaya a hacer mella en la relación entre el extremeño y Sánchez, recompuesta después de las primarias del 21 de mayo. Con la vuelta del secretario general del PSOE, se produjo un acercamiento entre ambos, hasta el punto que Vara aceptó ser el presidente del Consejo de Política Federal del partido. La relación entre ambos ahora es de colaboración y cordialidad.

Mientras tanto, desde Ferraz restan importancia a las suspicacias que ha levantado el fichaje. Algunos compañeros han trasladado, y explicado, este malestar a la dirección y también al propio Pedro Sánchez, que está desde el pasado jueves en Extremadura, a donde acudió para asistir al acto de entrega de medallas por el día de la comunidad. Tras un viernes con agenda privada, este sábado intervendrá en un acto de partido junto a Fernández Vara en Badajoz. 

Redondo, que ya colaboró de forma esporádica en la campaña de las primarias de mayo, ha formalizado ahora una relación que será "puntual" en asuntos determinados, explican en Ferraz, convencidos de que el partido está ganando "talento". 

Analista político de Antena 3 y el diario El Mundo, Redondo es licenciado en Humanidades y Comunicación por la Universidad de Deusto y está especializado en dirección de campañas electorales por la Universidad George Washington. En su página web, asegura que es "el único asesor político independiente con el que el PP ha ganado elecciones en España en territorios en los que nunca había ganado el centro derecha, como el País Vasco, Cataluña o Extremadura".