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Política

Catalá y Montserrat, candidatos al 'ministerio para Cataluña' tras el 155

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, y la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, en el Consejo de Ministros Extraordinario del pasado sábado.

Carles Puigdemont lo tachó de 'directorio'. En el Gobierno central se sopesa cómo ha de ser el control y coordinación del equipo que pase a asumir las responsabilidades del Govern una vez que se aplique el artículo 155. En Moncloa se han valorado varias posibilidades. La idea central es sea 'un mando único' quien se encargue de dirigir todo el esfuerzo del Estado en Cataluña a partir de que se haya cesado en sus funciones al actual 'president' y a todo su 'Govern'.

Ese 'mando único' aún no tiene nombres y apellidos. Sáenz de Santamaría deslizó el lunes en Onda Cero la posibilidad de que se trate de una especie de 'un ministro para Cataluña', es decir, alguien que se encargue de impulsar, dirigir y ordenar toda la 'operación desembarco' en la Generalitat. No sería ni el presidente ni la vicepresidenta, que supervisarían, naturalmente, el despliegue.

Se menciona en algunos círculos la posibilidad de que sea Rafael Catalá, el ministro de Justicia, quien asuma esa función, dado el alto nivel de su conocimiento de la realidad política catalana. También se desliza el nombre de Dolors Montserrat, ministra de Sanidad, dada su condición de natural de Cataluña. No está decidido, o por lo menos, nada se desvelará hasta que el Senado apruebe la medida y el Consejo de Ministros la ponga en marcha, posiblemente este sábado.

Comisión de subsecretarios

También se ha estudiado la posibilidad de que cada consejería catalana pase a estar dirigida por el responsable sectorial en la administración del Estado, no a nivel de ministro sino de su 'número dos' respectivo. Se formaría así una variante de comisión de subsecretarios, de perfil muy técnico, que asumiría las responsabilidades de sus respectivos departamentos. 

El procedimiento está por definir aunque ya se encuentra en una fase muy avanzada para su puesta en práctica. De hecho, los distintos ministerios han elaborado una serie de informes sobre cómo se procedería llegado el caso en que se tengan que asumir las funciones que los secesionistas dejarían vacantes.

Se ha estudiado la posibilidad de que cada consejería catalana pase a estar dirigida por el responsable sectorial en la administración del Estado; un 'número dos' en lugar de un ministro

Con Hacienda prácticamente bajo el control de Montoro, el paso más importante sería descabezar la cúpula de los Mossos y poner en su puesto bien a un alto mando de la policía catalana, bien a un alto cargo del ministerio del Interior. Así se procedería con todas las consejerías. Unas requieren más urgencia que otras, señalan estas fuentes, pero al final sería este equipo de subsecretarios o altos cargos técnicos quienes se haría con las riendas del Govern. "Hay distintas posibilidades, pero no nos merendemos la cena", argumentó Sáenz de Santamaría al ser preguntada por el desarrollo de este operativo.

En torno a 200 responsables políticos de la Generalitat serían apartados de sus cargos en los distintos departamentos cuando se aplique el 155. También se ha elaborado un listado de empresas públicas de las que se desalojaría a su actual dirección. Poco ha trascendido sobre cómo se procederá para recuperar la imparcialidad informativa en TV3 y Catalunya Ràdio, que actúan como activos focos de propaganda y agitación del movimiento secesionista, según estas fuentes.

"Se trata de una operación delicada, que seguramente no contará con la colaboración del ejecutivo catalán, por lo que habrá de procederse con prudencia", señalan estas fuentes, que siempre recurren a la frase de "no podemos entrar como elefante en cacharrería".  Un sindicato de funcionarios independentista está invocando ya a la desobediencia entre los trabajadores en el momento en el que el control de sus departamentos pase a las manos del gobierno central. "Podemos encontrarnos de todo, gente que seguirá tranquilamente con su trabajo y los activistas que están en sus despachos tan sólo por formar parte del movimiento secesionista", añaden. 

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