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Análisis

El riesgo es que la apreciación del franco suizo se alargue demasiado

La decisión de Suiza de liberar la cotización de su divisa ha cogido por sorpresa a los inversores. Las reacciones no tardaron en producirse, siendo la más destacada el encarecimiento del franco suizo, que llegó a revalorizarse un 35% respecto al euro en algunos momentos, si bien finalmente se limitó al 13%.

Esto tuvo efectos colaterales en el resto de activos tras el pánico vivido nada más conocerse la noticia. Tras la tempestad, al cierre de este jueves el mercado colocó a cada uno en su lugar: subidas en bolsas de la zona euro (Eurostoxx +2,19%), desplome del mercado de acciones suizo (índice SMI -8,6%) y deprecación del euro incluso frente al dólar (el eurodólar se sitúa en 1,157 frente al 1,18 del miércoles).

Así pues, Suiza pone fin a la protección de su divisa en una decisión que tomó hace tres años (en 2011) en plena crisis de deuda soberana europea, y se justifica la retirada en estos momentos por la mejoría de la situación, según el Banco Central de Suiza (BCS). Uno de los motivos es la presión que iba a existir sobre el franco suizo en caso de que el Banco Central Europeo (BCE) decida la semana que viene comprar deuda, lo que probablemente provocaría una depreciación del euro. Las compañías suizas que más han caído han sido las que mayor proporción de negocio tienen fuera de sus fronteras: es el caso de Swatch (-16%) o Novartis (-8%), que ahora tendrán que lidiar con un franco suizo más caro. Los bancos UBS y Credit Suisse han perdido cerca de un 10%.

Esta decisión tiene diversas consecuencias. Ya hemos podido ver cómo el franco se ha apreciado de forma muy significativa y la renta variable, por el contrario, ha experimentado una fuerte caída. Esta apreciación del franco tiene a su vez diversas repercusiones, como es el endurecimiento de las condiciones monetarias, que el BCS ha intentado contrarrestar con una relajación del tipo directo y del tipo para los depósitos, con el objeto de disuadir a los inversores extranjeros a que entren de forma masiva.

Uno de los riesgos en estos momentos es que esta apreciación de la divisa suiza continúe, y más si tenemos en cuenta que los mercados esperan el anuncio de un QE en Europa en la próxima reunión del Banco Central Europeo (BCE). Lo cierto es que esta normalización del sistema cambiario suizo tenía que llegar antes o después. Aunque a corto plazo se genera mucha volatilidad, la situación debería ir estabilizándose progresivamente.

* Victoria Torre es analista de Self Bank

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