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Análisis

Pedro el guapo y la teoría de la liebre

Gente que le aprecia y conoce las tripas del PSOE asegura que a Pedro Sánchez solo le quedan dos semanas para disfrutar realmente del poder, a no ser que sea valiente y rompa muchos de los esquemas con los que ha bregado su partido en sus 135 años de historia. Por eso le están animando a que aproveche su éxito del domingo para hacer en caliente la ejecutiva que quiera y afronte el congreso extraordinario de fin de mes sin abonar las facturas pendientes con quienes le han elevado al cargo.

En los próximos quince días, se sabrá si el nuevo secretario general se atreve a ganar autonomía o, por el contrario, cede al cambalache que suele acompañar a todos los congresos del PSOE. Si lo hace, se convertiría en una liebre más. Como lo fueron Carmen Chacón para Zapatero o Eduardo Madina para Rubalcaba. ‘Pedro el guapo’ puede acabar por desempeñar idéntica faena para Susana Díaz con otros experimentados galgos como José Bono o Pepiño Blanco vigilando la carrera.

Sería una pena que así ocurriera, comentan quienes le respetan, porque tiene madera de líder y ha demostrado que puede llegar a ser alguien en pocos meses saliendo de la nada. Para incitarle a que tenga coraje, le han sugerido que mire la cara de Madina en los vídeos del domingo por la noche. Su sonrisa amilanada reflejaba lo que poco después comentaría a quienes compartieron su funeral en privado: “Yo no doy más de sí”, confesó liberado.

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