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Mémesis

Esperanza Aguirre, iluminada por cuenta ajena

Maleficent. Interpretación de Cartelera Politika

 

Las mamandurrias de Esperanza Aguirre estaban al final en su casa. Concretamente en el palacete de 1000 metros cuadrados del madrileño barrio de Malasaña. Allí, durante casi 10 años se calentó el café, la tarima y el bidé con la electricidad pagada por todos los madrileños. Facturas abonadas a cuenta de la Comunidad de Madrid hasta la llegada de su sucesor, Ignacio González.

 

Después de enterarse uno de la noticia es imposible no acordarse de las mamandurrias, del ‘no llego a fin de mes’, de sus declaraciones presentadas a destiempo o de la campaña ‘1 euro para Espe’ que llegó a recaudar 500€ para ayudar con los gastos de casa. ¡Pobre mujer!

https://twitter.com/CervantesFAQs/status/662709808861044737

 

Del PP, sus sobres, facturas y demás contabilidades ya no nos sorprende casi nada. Hemos asumido —hasta en las urnas— que su corrupción endémica es un mal congénito con el que hay que aprender a convivir. Un tumor que ya nadie quiere extirpar sino recolocar para que simplemente deje de molestar... Hasta que acabe con todos.

https://twitter.com/hdcarrefour/status/662760038696636417

Poco después de la exclusiva el PP de Madrid respondió en redes sociales con un desmentido a la altura de su contabilidad. Para demostrar que las facturas de 2003-2012 las pagaba la familia Aguirre-Ramírez de Haro hacen públicas las facturas nominales del año ¡2014! Un argumento que ha calmado a su chavalería y ha descojonado al personal. Prometen que publicarán más recibos. Se apuntan al ‘hype’ de J.J Abrams y su Star Wars.

El otro argumento para defender a la lideresa ha sido denuniar el descuadre de cifras de esas facturas y las denunciadas, como si fuera comparable la tarifa de la luz de 2003 con la de 2014 ¿Verdad Ministro Soria? Solo desde 2008 el recibo de la luz se ha encarecido un 58%. Casi 1000 euros al bimestre por una vivienda de 1000 metros es también otra barbaridad que asumen sin despeinarse.

    

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