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Mémesis

Putas felices por 4€. Cuando Amazon se lía con las traducciones

¿Putas o ganchos felices?

Amazon tiene fama de cuidar la experiencia de compra al máximo, con una web que ha sido modelo de calidad y usabilidad para el comercio electrónico mundial de los últimos años.

Pero esa fama está amenazada por la ambición y costes necesarios para mantener el monopolio, ante la dura competencia china de Aliexpress, del gigante Alibaba

¿Perdona?

Para ello Amazon ha ampliado el catálogo de venta de su web con millones de productos baratos

¿Y qué es lo que pasa cuando haces esto de manera automática?

Despertador imbécil

Como nos cuenta Xose Castro Roig, presentador de radio y televisión y especialista en traducción audiovisual e informática:

“Amazon hace tiempo que vio que el negocio era vender todo tipo de artículos, así que incorporó al catálogo millones de productos chinos. Como no da abasto con las traducciones, las pasa por un traductor automático con nefastas consecuencias.”

Millones de productos y baratijas chinas puestas de manera automática en el catálogo online con robots traduciendo títulos y descripciones a mansalva. Es inevitable que pase esto.

Xosé Castro lleva tiempo recopilando noticias y curiosidades lingüisticas como estas para el programa Gente Despierta, de RNE. Una forma de recordar cómo las máquinas están todavía lejos de alcanzar hasta al peor de los traductores.

Y el curioso 'género' está triunfando en redes sociales. Muchos usuarios comparten sus pequeños descubrimientos de productos imposibles.

Pobre muchacho

El ‘Muchachito de mierda’ no es más que una mala traducción de la marca holandesa MestBoy, especializada en aparejos de caballerizas. Nada más y nada menos que un recogedor de estiercol de caballo.

Y es que el mayor problema de estos ‘traductores automáticos’ son las marcas de los objetos de su catálogo. Donde un hombre se para con criterio un bot hace (mal) su trabajo.

Otro ejemplo que inunda la web de Amazon es el ‘Color verde puta’. Al llevar el famoso “Hooker's Green” a una literalidad que no existe. El tal Hookers era un pintor inglés que puso nombre a un verde para las hojas de sus bodegones de fruta. Se usa mucho como descriptor de color entre artistas y pintores, no en los prostíbulos. Pero esto es imposible que lo sepa un bot mal programado.

Color verde... a secas

A veces estas traducciones nos llevan a crípticos mensajes que parecen Haikus salidos de un japonés pasado de sake.

¿Qué coño venden?

Otro nefasto error es no saber (o no poder) programar un bot para distinguir palabras polisémicas. Un gancho puede ser una puta mal traducida. Probablemente las marcas chinas lo saben y juegan con esta ambigüedad para hacerse un hueco entre las millones de búsquedas diarias de Amazon. Minipunto para ellos.

Putas felices

En alemán Zucke significa —coloquialmente— 'perra' o 'puta'. No es aconsejable jugar con tipografías que contengan esa palabra y menos para una habitación infantil.

Decoración poco apropiada

Las traducciones que más virales se han hecho son las que nos dan la vida con las recetas más escatológicas.

Las recetas de la Abuela

Otro clásico que ha dado traducciones antológicas. Grifo en alemán es Hahn, una palabra polisémica que también significa gallo, o polla… según ‘Google Translator’. Entre eso y las formas fálicas de algunos grifos las risas están aseguradas.

¿Nos medimos qué?

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