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Mémesis

Así se celebra el Día de la Mujer en Arabia Saudí

La Mujer en Arabia Saudí

La clave de este cambio se llama Vision 2030, un ambicioso plan económico y político de la familia real saudí para modernizar el reino y que empezó con el levantamiento de la prohibición del voto femenino en 2015. El artífice de este movimiento neoprogresista es el joven príncipe Mohamed ben Salman, de 30 años. Príncipe heredero del rey Salman (80 años) que tiene muy claro que el futuro del país pasa por la independencia del petróleo y un avance en la modernidad política y social que los prepare para un futuro sin el oro negro. Esto incluye el maquillaje social que haga al mundo más receptivo a sus costumbres.

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Y es que según una clasificación del Foro Económico Mundial, Arabia Saudí ocupa el puesto 134 (de 145) en derechos sociales de la mujer. Un país con una renta per cápita muy por encima de la media mundial pero a la cola en igualdad de género.

Activistas femen reivindicando el derecho femenino a conducir en Arabia Saudí

Hay que recordar que en Arabia Saudí las mujeres no pueden conducir, hacer deporte libremente y deben tener un tutor masculino, normalmente el padre, hermano, o esposo. Ese tutor es el encargado de tomar las decisiones más importantes de su vida: Estudios, viajes, operaciones quirúrgicas, etc... así como controlar y conceder los permisos para actos rutinarios del día a día: salir a la calle, ir al mercado, etc...

“Cada vez que quiero viajar tengo que pedirle permiso a mi hijo adolescente”. —SARAH, 42 años. Testimonio para el New York Times.

Este férreo control no solo limita los derechos básicos o anecdóticos sino que ocasiona no pocos y graves problemas. Por ejemplo, casos en los que mujeres necesitan una atención médica urgente, pero los sanitarios no pueden acceder a su vivienda o edificio donde la mujer está herida porque en ese momento no está el tutor masculino.

“No me deja trabajar, aunque necesite el dinero. No puedo recordar cuándo fue la última vez que le preocupó lo que yo quisiera o necesitase. Está casado con cuatro mujeres y está totalmente concentrado en ellas, y a mí no me deja viajar con mi madre. Sufro mucho, incluso en mi vida social. La controla por completo y no me deja tener amigas o buscarlas. Me obliga a vivir de acuerdo a sus creencias y su religión. No puedo mostrar quién soy en realidad. Vivo una mentira solo para evitar ser asesinada”.

DINA, 21 años. Testimonio para el New York Times.

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E

La globalización ha hecho más por los derechos de la mujer que todos los gobiernos juntos. La empresa Uber informó hace unas semanas que el 80% de sus usuarios en el País son, lógicamente, mujeres con menos capacidad de maniobra y movilidad que los hombres. Esto dio otro toque a la familia real. La Alta Comisión para el Desarrollo de Riad está implementando a golpe de talonario un sistema de metro de seis líneas y reforzando la red de autobuses.

Para maquillar esta imagen misógina en 2017 la familia real ha decidido también ceder, por primera vez, un espacio festivo y público de debate a la mujer.

Por supuesto que el evento no podía celebrarse al mismo tiempo que en el resto del planeta. Una declaración de intenciones más propagandísticas que confirma su equidistancia con los derechos internacionales.

Separación de colas en la hostelería de A. Saudí

La familia real a través del Ministerio de Cultura eligió el pasado 1 de febrero para conmemorar el primer el Día de la Mujer de su historia. Para ello cedieron el Centro Cultural Rey Fahd de la capital Riad. Tres jornadas seguidas con charlas, conferencias y espectáculos absolutamente controlados por la familia del rey Salman.

Tan controlados que poco ha trascendido. Tan controlados que la mayoría de los ponentes fueron de sangre azul. En el primer día, nada más y nada menos que la princesa de Al-Jawhara discutió el papel de la mujer en la educación. Al Jawhara es la hija de Hassa al Sudairiel rey Abdulaziz, el fundador del Reino de la Arabia Saudita moderna. Es de suponer que está tan cerca del activismo real y feminista como su familia de la pobreza.

La vida de una mujer saudí está controlada por un tutor masculino desde que nace hasta que muere

En la segunda jornada del evento participaron otras princesas y miembros de la enorme familia dorada. Adila bint Abdullah Al-Saud es un miembro muy influyente en familia real saudí, hija del anterior rey del país, el rey Abdullah. La princesa habló de la herencia y el futuro de la mujer en el Reino.

Adila bint Abdullah es la mujer con más protagonismo público y político de toda la familia real. Defiende el derecho a conducir de las mujeres, el papel tradicionalista del hiyab y ha apoyado a varias organizaciones de mujeres. Un personaje muy impostado que sirve como cabeza visible de la corriente reformista de la familia.

El tercer día la princesa Reema bint Bandar bin Sultan, hija del Príncipe Bandar bin Sultan y subsecretaria de la sección de la mujer en la dirección general de deportes habló de la importancia de los deportes en la vida de las mujeres.

A pesar de ser tres jornadas abiertas al público solo ha trascendido una foto oficial del evento. La que publican todos los medios internacionales en sus crónicas. Por supuesto no hay referencias privadas del congreso en redes sociales y solo se puede encontrar las réplicas de la misma crónica oficial distribuida por agencias.

La única foto oficial que ha trascendido del evento

Es muy difícil contar con información oficial para contrastar fuentes de todo lo que trasciende en el país. A mediados de 2012, en la Universidad de Qassim, se celebró un ciclo de conferencias sobre los derechos de la mujer en el mundo árabe titulado "La mujer en la Biografía Profética y la mujer contemporánea: Arabia Saudita como un modelo". Como era de esperar las jornadas estuvieron protagonizadas por una gran mayoría de hombres. 140 académicos de 15 países fueron a Buraydah a compartir conocimientos.

De aquellas fechas trascendió una foto memética (falsa,  la universidad de Buraydah no es así) de un auditorio a rebosar de kandoras blancas sin presencia de ninguna mujer. En realidad sí que participaron (muy pocas) mujeres y la verdadera foto del evento mostraba el mismo problema aunque a otra escala.

Conferencias sobre la mujer en Qassim, 2012

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