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Las grandes empresas presionan al Gobierno: TVE sin publicidad no es solvente

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La Asociación Española de Anunciantes ha entrado oficialmente en el campo de batalla donde se libra la guerra por la vuelta de la publicidad a RTVE. Este lobby, que agrupa a una buena parte de las grandes empresas nacionales e internacionales que se promocionan en televisión, ha urgido al Gobierno a que modifique la ley de financiación de la corporación para que pueda emitir anuncios en una parte de la parrilla de sus canales.

De este modo –estima- se solucionaría "de manera real y determinante" la crisis en la que está inmersa. “Los patrocinios culturales y deportivos, única comunicación comercial permitida, no alivian la situación”, de ahí que sea necesario explorar nuevas fórmulas para mejorar sus cuentas, ha expresado esta colectividad, en consonancia con lo que recomendaron hace unos meses la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (dueña del 95,7% de las acciones de RTVE) y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

El propio presidente de la corporación, José Antonio Sánchez, ha lamentado durante sus intervenciones en la Comisión Mixta de RTVE en el Congreso la poca flexibilidad del actual sistema de financiación, algo que condena a la televisión pública a vivir en una economía de guerra constante. "No es posible mantener en el tiempo una televisión de calidad a largo plazo porque el sistema de financiación no es viable y esto o se reforma o no sale. Como diría Belmonte: O te quitas tú o te quita el toro", aseguró en 2015, en una de sus comparecencias.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, aseguró este miércoles durante su intervención en el programa Herrera en COPE que en la agenda del nuevo Gobierno se encuentra la resolución del “serio problema de déficit” que afecta a RTVE. En opinión de los Anunciantes, su solución pasaría por devolver de forma parcial la publicidad a la corporación, algo que, por otra parte, mejoraría la competencia en el sector.

La oposición de las televisiones privadas

Las principales detractoras de esta reforma legal son las cadenas privadas (Atresmedia y Mediaset sobre todo), puesto que con un nuevo competidor en el mercado su recaudación por la venta de publicidad se resentiría considerablemente. Y no sólo eso, sino que los precios bajarían dentro del sector, presumiblemente.

También han avisado de que, si el Parlamento decide cambiar la ley para devolver la publicidad a RTVE, su situación empeoraría, dado que con su escasa audiencia actual su recaudación sería mucho menor que la que obtuvo en 2009, el último año en el que se emitieron anuncios en sus cadenas.

El vicepresidente de Atresmedia, Maurizio Carlotti, lo argumentaba de este modo en su cuenta en Twitter: “En 20 años de competencia por la publicidad, RTVE acumuló 1.000.000.000.000 de pesetas de deuda. 7.000 millones de euros (…). Si quieren que RTVE quiebre otra vez, el regreso de la publicidad lo acelerará todo”, incidía. También enviaba un mensaje al ‘obby de los anunciantes: “La publicidad en TV cuesta en España un 30% menos que en Italia, un 40% menos que en Francia, un 55% menos que en Alemania y un 75% menos que en Reino Unido. ¿Qué quieren?”.

Cabe recordar que las operadoras de telecomunicaciones y las televisiones privadas financian actualmente la televisión pública a través de un porcentaje de sus ingresos. En el caso de que el Congreso de los Diputados apostara por devolver los anuncios a toda la parrilla de las cadenas de Televisión Española, en el sector se da por supuesto que tendrían que dejar de pagar este canon.

Ahora bien, no está nada claro qué ocurriría si se decidiera introducir publicidad sólo durante el prime-time, como una fuente complementaria de ingresos. En ese caso, es muy probable que estas empresas siguieran obligadas a destinar una parte de su facturación a sufragar RTVE.

Desde la patronal de las cadenas privadas, UTECA, se ha insistido en que el problema de Radiotelevisión Española no estriba en su sistema de financiación ni en sus ingresos, sino en su gasto. Este argumento coincide con el que expresó la SEPI en un reciente informe, en el que sugirió que la corporación debe adelgazar su estructura para poder competir con ciertas garantías de éxito en el actual mercado audiovisual.

Cabe recordar que RTVE emplea actualmente a 6.350 trabajadores, en los que invierte anualmente 380 millones de euros. Esta cantidad equivale aproximadamente a lo que cuesta la confección de la parrilla de un canal generalista que aspire al liderato de la TDT.

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