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Android y Apple arrebatan a Nokia el mercado de telefonía móvil

La oferta de teléfonos inteligentes de Nokia para arrebatar el dominio del iPhone de Apple y los dispositivos Android no ha logrado convencer a las operadoras europeas de telefonía móvil. Esto ha llevado a la compañía sueca a perder poderosos aliados en su lucha por recuperar el primer puesto en el mercado de terminales móviles.

Cuatro grandes operadores de telecomunicaciones en Europa, donde la gama Lumia de Nokia ha estado a la venta desde anets de Navidad, han asegurado a Reuters que estos smartphones no son lo suficientemente buenos para competir con el iPhone de Apple o la gama Galaxy de Samsung.

Nokia está tratando de conquistar el mercado principal de Estados Unidos, donde su antiguo dominio se ha reducido hasta tan sólo el 1% del mercado de teléfonos inteligentes. El comienzo ha sido prometedor: AT&T lleva vendiendo el Lumia 900 dos semanas, con una fuerte demanda inicial.

Los escépticos apuntan al precio como el principal responsable. Los terminales de Nokia son demasiado caros para un producto poco innovador y añaden la falta de inversión en marketing, así como los problemas de imagen que han generado los fallos en la batería y en el software de los primeros modelos.

La gran apuesta de Nokia hace un año para incorporar Windows Phone está lejos de valer la pena, según los operadores. "Nadie viene a la tienda y pide un teléfono con Windows", afirmó un ejecutivo a cargo de los dispositivos móviles de un operador europeo, que ha vendido el Lumia 800 y el Lumia 710 desde diciembre.

Nokia intenta ponerse al día después del fracaso de sus anteriores teléfonos inteligentes y dañaran su imagen en el mercado. "Nokia se ha enfrentado a un doble reto: recuperar su credibilidad en términos de hardware y tener éxito con el sistema operativo móvil de Microsoft", aseguró el mismo ejecutivo.

También afirmó que el software de Microsoft funciona muy bien en PC y eso le ha permitido "hacer toneladas de cosas interesantes", pero pocos clientes lo saben. "Si el Lumia con el mismo hardware incorporase Android en lugar de Windows Phone, sería mucho más fácil de vender", dijo.

Alternativa requerida

Los operadores de telecomunicaciones subvencionan la mayoría de los móviles en Estados Unidos y Europa antes de ponerlos en manos de los consumidores, así que tienen una enorme influencia en el mercado.

Los operadores quieren una alternativa viable a Apple y Android, no sólo para ofrecer a los clientes más opciones, sino también para darles una posición negociadora más fuerte con los fabricantes de teléfonos.

Los operadores de Estados Unidos compran alrededor del 90 por ciento de los móviles, mientras que los europeos comprar entre un 50 y un 70 por ciento, según las firmas Gartner y Bernstein Research. Después las operadoras venden los dispositivos con un descuento y recuperan el dinero a través de contratos de permanencia de entre uno y dos años.

"Es bueno para los operadores si podemos reducir el dominio de Apple", dijo un portavoz de una compañía de telecomunicaciones, que pidió no ser identificado debido a lo delicado de las relaciones con los fabricantes de teléfonos móviles.

Nokia está tratando de sacar provecho de sus vínculos más estrechos con las operadoras y de aprovechar su irritación con el dominio de Apple y el gran despliegue de los servicios de Google como YouTube, con la esperanza de que va a empujar a sus teléfonos en el mercado.

Dominio de Apple

Apple utiliza su posición dominante para imponer a las operadoras un número mínimo de iPhones que tienen que comprar y los plazos de las subvenciones que deben ofrecer para reducir los precios para los consumidores. Las compañías entonces tienen que recuperar el coste mediante la firma de contratos por parte de los clientes para varios años.

Esto ha afectado a las ganancias de los operadores europeos y estadounidenses al igual que su lucha contra los servicios de mensajería instantáneos gratuitos. Además, también se enfrentan a los costes de mejoras en la red para mantenerse al día con el tráfico de datos generado por los teléfonos inteligentes.

AT&T y Sprint registró pérdidas cuantiosas durante el último trimestre, pérdidas relacionadas -al menos en parte- por los costosos subsidios para el iPhone de Apple. El iPhone de Apple tienden a costar los operadores alrededor de 600 a 700 euros (800 a 900 dólares), mientras que los teléfonos inteligentes de gama alta de Samsung puede costar entre los 300 y 500 euros.

AT&T vende el nuevo Lumia 900, un teléfono de cuarta generación por 99,99 dólares (unos 75 euros) con un contrato de dos años. Su competidora T-Mobile dice que el Lumia 710 es uno de los teléfonos más populares.

Pérdida de liderato

En Europa, aunque la mayoría de los operadoras están ofreciendo la gama Lumia, pocas utilizan sus armas para impulsar sus ventas como mayores subsidios o mayores presupuestos de marketing. Algunos se quejan de que son demasiado caros, pese a que la venta de la gama de Nokia a los operadores y distribuidores se realizó en torno a los 220 euros de media en el último trimestre, muy por debajo de lo que se esperaba.

"Esto implica que las ventas a los consumidores están demostrando ser más difíciles de lo que hubiéramos esperado", dijo Richard Windsor, especialista en tecnología global en el banco de inversión Nomura, que esperaba un precio de venta medio de 300 euros.

Un portavoz de otra operadora -que no quiso ser identificado- afirmó: "Si pudieran reducir el precio creo que podrían vender más. Valdría la pena perder un poco de liderazgo para darle salida. No se trata de una ciencia exacta".

Apple vendió 37 millones de iPhones en el último trimestre de 2011, mientras que la surcoreana Samsung ha vendido más de 40 millones de teléfonos inteligentes ya que la gama Galaxy salió a la venta en junio de 2010.

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