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Twitter: siete años, 140 caracteres y más de 500 millones de usuarios

La red de los 140 caracteres, Twitter, ha cumplido esta semana siete años. Desde entonces, se ha ido consolidando hasta llegar superar los 500 millones de usuarios y convertirse en un medio de difusión más. En ese tiempo, Twitter ha cambiado mucho en su diseño y ha incorporado nuevas funcionalidades pero, ¿cómo nos ha cambiado esta herramienta a nosotros?

“Twitter es la radio de las redes sociales”, explica Elena Palomo, de la empresa de comunicación y social media Twins Comunicación y profesora en el máster en Comunicación 2.0 y Community Manager de CES. “Igual que la gente tiene la costumbre de poner la radio por la mañana para escuchar las noticias, también se meten en Twitter para enterarse de qué ha pasado”. De hecho, una de las franjas de mayor actividad en esta red de microblogging son las primeras horas de la mañana, mientras la gente va a trabajar.

Lo que diferencia a Twitter es la inmediatez, que permite la retransmisión en directo desde cualquier lugar del mundo. “Sólo necesitas un teléfono”, indica Palomo, que califica esta red como un altavoz para que las personas puedan difundir sus informaciones, al margen de los  medios tradicionales, aunque “los nuevos medios no van a desbancar a los de siempre porque no están hechos de manera profesional”.

Más que competencia, Twitter es una herramienta más. “Se ha convertido en un ‘lanzatitulares’, con los pros y los contras que esto pueda tener”, indica Antonio Rodríguez Ruibal, doctor en periodismo y profesor del Máster en Educación y Nuevas Tecnologías de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA). “La ventaja es que estás informado de lo que te interesa, porque Twitter te permite escoger a quién sigues y filtrar mediante listas”, mientras que el principal inconveniente es que “no se profundiza en la información más allá de esos titulares”.

Una herramienta de comunicación institucional

Tanto Rodríguez Ruibal como Palomo destacan la importancia de que ha ganado Twitter en los últimos años para crear influencia. No es casualidad que gobiernos, políticos e incluso el papa tengan cuentas en esta red, un “canal para llegar a todo el que quiera saber de ti”, apunta Rodríguez Ruibal, que recomienda a instituciones como la Casa Real (que aún no tiene cuenta oficial en esta red) que se tomen “más en serio” la comunicación a través de este medio.

Dada la influencia de esta red, cada vez son más las empresas, marcas, instituciones y medios de comunicación que se incorporan. Paralelamente a este proceso, también ha crecido la oferta de cursos, másters y publicaciones. Desde ‘Twitter para dummies’ o ‘Twitter para torpes’ hasta una amplia variedad de guías de Twitter para empresas, parece que “todo el mundo se quiere apuntar al carro del social media”, señala Palomo.

Esta ‘democratización’ de los conocimientos sobre redes sociales, un mundo aún por explorar y que cada día está en continuo cambio, trae consigo un peligro: una falta de profesionalidad en la gestión de contenidos corporativos en la red de microblogging, una asignatura aún pendiente en los siete años de vida de Twitter. “No se puede poner a un becario o a alguien que ha hecho un curso de una semana a gestionar la comunicación en Twitter. El responsable de social media tiene que ser un buen comunicador con experiencia en el mundo 2.0, que se maneje bien con las herramientas web y con conocimientos de marketing”, insiste Palomo, que en sus clases enseña a los alumnos algunos de los grandes errores de cuentas institucionales por despreciar esta tarea y ponerla en manos de alguien sin experiencia.

El futuro de la red

Mucho ha cambiado Twitter desde que Jack Dorsey, su creador, publicara el primer twitt en marzo de 2006 (aunque Twitter no salió oficialmente a la luz hasta cuatro meses después). Desde entonces, ha incorporado la posibilidad de insertar imágenes y vídeos, y dentro de poco también podremos ‘tuitear’ audios. También ha incluido publicidad a través de cuentas patrocinadas, tuits patrocinados y etiquetas patrocinadas.

En el futuro, la red deberá enfrentarse a nuevos problemas. Rodríguez Ruibal cree que, actualmente, el modelo publicitario de Twitter como fuente de ingresos no está del todo claro. La publicidad en este entorno es más cara que en otras redes sociales y no sigue unos criterios fijos: el administrador de la cuenta rellena un formulario en el que indica cuánto quiere gastarse cada mes (menos de 5.000 dólares o más de 5.000 dólares) y un comercial se pone en contacto directo para plantear su oferta.

Descartada (por el momento) la salida a bolsa, como ya hiciera el año pasado Facebook, la red social por excelencia, el profesor de la Udima cree que Twitter podría recibir una generosa oferta de compra por parte de algún gigante de los medios de comunicación. Tampoco descarta que siga la tendencia cada vez más extendida entre los medios de comunicación norteamericanos de cobrar suscripción por acceder a determinados contenidos. “Twitter tiene un enorme poder de difusión y ese poder puede convertirse en dinero en un futuro”.

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