Quantcast

Medios

Otro lío en 'Gran Hermano', los curiosos rótulos de TVE y la entrevista a Pablo Iglesias

La presentadora del reality sigue dando que hablar.

Es viernes y la mañana en Madrid está lluviosa y gris. Ya estoy despierto pero vuelvo a soñar con el frío cortante del norte de Navarra y a imaginar que soy el protagonista de una novela negra mientras leo ávida e irresponsablemente Ofrenda a la tormenta (Destino), último volumen de la trilogía que ha esculpido Dolores Redondo. Suena el teléfono. Me temo lo peor. Y sí, he acertado, es ella, mi amiga enfurecida y adicta a la televisión, que ataca de nuevo. Cierro el libro y me resigno al rapapolvo. 

-Supongo que anoche lo viste. 

-¿Te refieres a Gran Hermano? Sí, sí, anoche cumplí con mi obligación, por una vez. Imagino que llamas porque...

-¡Ya sabes por qué te llamo! ¡Menuda bronca! Lo de Mercedes Milá no tiene nombre. Resulta que se encaró a Yolanda, la pareja de Fran, y le soltó: "¿Se puede ser más mala y más falsa"? Y después le dijo: "¿Tú te crees que se puede echar semejante bronca a tu marido al salir de un pastel?". Qué tía, abroncando a la esposa de un concursante. ¿Te parece normal? Creo que no había visto una cosa igual. Al parecer, hasta la dirección del programa le dijo por el pinganillo que se había pasado siete pueblos. Esta mujer cada vez me gusta menos... 

Gran Hermano, según datos de Mediaset, tuvo un especial seguimiento entre los jóvenes de 13 a 24 años (35,3%) y los espectadores de 25 a 34 años (33,4%)

-Claro que no me parece normal. Pero es que no hay nada que sea normal en ese programa, ¿no crees? De hecho, precisamente por eso gusta, ¿no? Porque no queda nada de aquel presunto experimento sociológico que decían que era y ahora todo es irreal, falso, absurdo, pero divertido. O eso dicen quienes, como tú, se lo chutan en vena cada semana aunque llueva, truene o granice. 

Nace un silencio incómodo. Parece que mi amiga enfurecida ha colgado el teléfono. Pero no, vuelve y evidencia qué ha sucedido. 

-¿Qué decías de que nada es normal? Es que tengo a mi novio un poco pachucho con la pierna y he ido a llevarle un zumo mientras hablabas. 

-Nada, nada, decía que tienes razón. 

-Pues sí, claro que la tengo. Al final, casi nadie habla de la expulsión del propio Fran ni de la sorpresa que le dio Yolanda al salir de la tarta gigante que metieron en la casa... Solo se habla de Milá. En fin, qué pena. Ah, por cierto, creo que pese a todo hizo muy buena audiencia. 

-Sí, en concreto, llegó al 22,6% de share. Y, según datos de Mediaset, tuvo un especial seguimiento entre los jóvenes de 13 a 24 años (35,3%) y los espectadores de 25 a 34 años (33,4%). Datos que, como siempre te digo, lo dicen todo.  

-Por cierto, querido amigo, ¿estarás al tanto de lo que está pasando con los rótulos en Televisión Española? Unos cuantos errores que parecen un poco sospechosos. 

-¿Ah sí? No tengo la menor idea de lo que me hablas. Es que esta semana he estado más pendiente de la dimisión de Ana Mato que de cualquier otra cosa. 

-Sí, resulta que a Pablo Iglesias lo rotularon, el mismo día, primero como "líder de Izquierda Unida" y, después, como "secretario general del PSOE"

-Será el subconsciente que habrá traicionado a algún periodista. Date cuenta que, de alguna manera, Iglesias ya lidera a esos dos partidos, que solo hacen propuestas para parecerse lo más posible a Podemos. 

-No sé, chico, yo creo que no son errores casuales. Igual es para dinamitar al nuevo presidente de RTVE, que parece que ha llegado pisando fuerte. Es que, además, también rotularon mal a Tania Sánchez, en una pieza sobre los escándalos que la están salpicando estos días. Fíjate qué mala leche. Pusieron en su imagen que era la "compañera sentimental de Pablo Iglesias", en vez de poner la diputada autonómica de IU o algo así. Repito que no me parece casual todo esto... 

Mi amiga enfurecida es bastante aficionada a las conspiraciones, como pueden ver. 

-Ni idea, amiga, ni idea. Vete a saber. Pero, hablando de todo un poco, parece que por fin en la cadena pública van a entrevistar a Pablo Iglesias. 

-Sí, de eso también estoy al tanto. Resulta que parecía que el jefazo de Podemos iba a ir a Los desayunos de Televisión Española esta misma semana. Pero al final lo pospone a la próxima semana, aún sin fecha clara, por sus problemas de agenda. 

-Claro, es que el hombre tiene muchos programas de televisión a los que acudir. 

-Sí, hijo sí, está todo el día en la tele, el tío. Yo no sé cuándo saca tiempo para su vida personal y esas cosas, ¿no? 

-De eso tampoco tengo noticia, amiga. Pero no me vengas tú también con eso de que las televisiones son culpables del crecimiento de Podemos por los minutos que tienen Pablo, Monedero, Errejón y toda la tropa. Por favor, no me repitas ese argumento. Es una estupidez como un templo. Estos del PP y el PSOE siempre echan la culpa a otros de sus problemas. ¿No será que ellos no han aprovechado, ni aprovechan, ni aprovecharán los momentos de propaganda que tienen a su disposición simple y llanamente por su incapacidad para comunicar bien? No saben ni explicar con detalle sus medidas, ni saben hacer pedagogía, ni saben nada de nada. Quien quiera trabajar, que envíe el currículum a los responsables de telegenia del PP o el PSOE, porque vaya telita... 

-Joder, Alberto, qué profundo te pones. Oye, te dejo, que voy a ver otro rato la tele, ¿vale? Adiós. 

Me quedo con la palabra en la boca. Suspiro otra vez y vuelvo a perderme en las aventuras de la inspectora Amaia Salazar

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.