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Las TV privadas se plantan ante Montoro: niegan su amistad con un PSOE que "hipotecó" la TDT

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro

Cristóbal Montoro ha elevado el tono contra las televisiones privadas y les ha lanzado un dardo de esos que sólo se detectan tras impactar contra su objetivo. El ministro ha escenificado esta semana en el Congreso de los Diputados el malestar del Gobierno con Atresmedia y Mediaset, con quienes mantiene desde hace meses un enfrentamiento más o menos soterrado por su línea editorial "contestataria". El titular de Hacienda culpó a estas empresas, en la Cámara Baja, de ser “amigas” del PSOE por repartirles la publicidad que, en 2010, le quitó a TVE. Las televisiones privadas niegan este vínculo y recuerdan que la complicada situación de la TDT española se debe a la nefastas decisiones tomadas por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.

Con estas palabras, hacen referencia a la “negligente” forma del anterior Gobierno de gestionar este sector, la cual pasó por otorgar permisos “a dedo” para abrir cadenas en la TDT. Las prisas de Moncloa por potenciar esta nueva tecnología para ver la televisión le llevaron a conceder a estas empresas canales sin concurso. El Tribunal Supremo cerró el año pasado 9 de ellos por este motivo; y el próximo 23 de junio podría decidir la clausura de otros 8.

El próximo 23 de julio, el Tribunal Supremo podría decidir el cierre de 8 canales de Mediaset, Atresmedia, Veo TV y Net TV

Un directivo de una de estas compañías, consultado por Vozpópuli, recuerda a Montoro que las televisiones privadas realizaron “importantes inversiones” para abrir estos canales y mantenerlos en funcionamiento. Lamenta que ni el anterior Ejecutivo ni el actual hayan tomado la determinación de “proteger” sus negocios de sentencias judiciales que van en contra de “normativas que ellos mismos dictaron”. “Estamos pagando las consecuencias de las malas prácticas del Gobierno anterior y la pasividad del actual. Nuestros canales corren peligro y, para colmo, tenemos que escuchar al ministro decir que estamos a favor de éste o del otro partido”, afirma.

Desde otra de estas empresas, aseguran que la etapa de Rodríguez Zapatero no fue, ni mucho menos, un camino de rosas para las televisiones privadas, que vieron aparecer dos nuevos competidores en el mercado -Cuatro y La Sexta- con los que tuvieron que repartirse la tarta publicitaria. “El Gobierno les otorgó un trato de favor que, curiosamente, sólo duró hasta que su situación empeoró”, apunta.

Fuentes de Atresmedia y Mediaset aseveran que con el actual Gobierno las llamadas de teléfono desde Moncloa para presionar sobre los contenidos que emiten son “muy frecuentes”. Pero reconocen que también lo eran en la anterior etapa. En este sentido, se puede citar como ejemplo el episodio, ya conocido, del viaje a Italia de emisarios del gabinete de Rodríguez Zapatero para pedir a los ejecutivos de su empresa matriz la destitución del consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile, tras una polémica mantenida en el seno de la patronal de las televisiones privadas, UTECA.

El desacuerdo de Hacienda con el sistema de financiación de las privadas

Detrás de las palabras de Cristóbal Montoro se encuentra un malestar subyacente con el actual sistema de financiación de Televisión Española, el cual deja a los gestores del ente público muy poco margen de maniobra para luchar contra el déficit que le ha acompañado siempre. De hecho, su propio presidente, José Antonio Sánchez, criticó la ley que regula este aspecto hace unas semanas.

Desde que en 2010 se dejó de emitir publicidad en TVE, la corporación se financia con la aportación anual del Gobierno -que se ha reducido de forma dramática en los últimos años-, con el impuesto sobre sus beneficios que están obligadas a pagar anualmente las televisiones privadas y compañías de telecomunicaciones; y con patrocinios sobre sus programas culturales y deportivos.

El debate sobre la vuelta de la publicidad a la corporación ha estado latente en Moncloa y en Génova, precisan fuentes de las televisiones privadas. Pero la idea se descartó porque la mediocre audiencia que registra hace inviable la recuperación del anterior modelo. “Con publicidad, obtendríamos ahora mucho menos dinero que con la suma de la asignación estatal y la aportación de las televisiones privadas”, concreta uno de los consejeros de TVE.

Las televisiones privadas y las empresas de telecomunicaciones están obligadas a donar a TVE una parte de sus beneficios

La solución más drástica que se podría llevar a cabo para acabar con los números rojos de Radiotelevisión Española pasaría por adelgazar su enorme plantilla, pero si el Gobierno decidiera plantear un ERE de extinción se enfrentaría a los potentes y reivindicativos sindicatos de la casa, y a la posibilidad de que La 1 se fuese a negro como consecuencia de las movilizaciones.

Por eso, la medida más viable que considera el Ejecutivo es la de regular el sistema de patrocinios de TVE para que puedan llegar más ingresos mediante esa vía. Con eso, y con la condonación de un porcentaje del IVA soportado por la corporación que han acordado Montoro y Sánchez, esperan que se alivien las urgencias de un medio público cuyo déficit mosquea en Hacienda.  

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