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Conflicto en TVE: Gundín se parapeta tras su redacción paralela e indigna a los veteranos

El director de informativos de TVE, José Antonio Álvarez Gundín

Un nuevo conflicto ha vuelto a estallar en Torrespaña, escenario de diversas rivalidades profesionales y políticas que afloran de forma periódica y desembocan en escaramuzas de mayor o menor intensidad. En esta ocasión, el epicentro de la polémica se ha situado en la sección de Internacional, donde varios de sus redactores más veteranos han sido relegados a un segundo plano en los últimos tiempos, en detrimento de los componentes de la "redacción paralela" que conformó José Antonio Álvarez Gundín a su llegada a la Jefatura de Informativos de TVE con extrabajadores de Intereconomía y Telemadrid. Estos informadores, mucho menos experimentados, se han encargado de cubrir la crisis de Grecia y, en algunos casos, han llevado a cabo actuaciones que han recibido severas críticas en la casa.

Vozpópuli ha tenido acceso a un documento interno, remitido por el Consejo de Informativos de TVE a los máximos responsables del Telediario, en el que se denuncia que "ninguno de los redactores" del área de Internacional haya sido enviado a Grecia o a Bélgica para cubrir la información sobre este país y su negociación con el Eurogrupo.

Álvarez Gundín contrató a once trabajadores de Intereconomía o Telemadrid a su llegada a la Jefatura de Informativos

"Mientras estos profesionales se encuentran actualmente sin apenas encargos de relevancia y desmotivados, observamos con alarma cómo para cubrir esta crisis se ha designado (...) a trabajadores recientemente contratados y sin apenas experiencia. Incluso uno de ellos ha puesto en entredicho la obligada neutralidad e imparcialidad de TVE", detalla la nota.

Con esta última afirmación, se hace referencia a Susana Burgos, antigua trabajadora del Grupo Intereconomía que llegó a la casa a finales de 2014, junto con los otros 10 periodistas de lo que en Torrespaña se conoce como la "redacción paralela". Esta informadora fue seleccionada por Álvarez Gundín para cubrir desde Atenas el referéndum del pasado 5 de julio. Unos días antes, en su cuenta de Twitter incluyó algunos mensajes que levantaron ampollas entre los trabajadores de Torrespaña, que miran con recelo a los contratados por Gundín desde su llegada. En los tweets, criticaba abiertamente a Syriza y a sus políticas.

Tras leer estos mensajes, el Consejo de Informativos emitió un duro dictamen en el que consideraba que Burgos había quedado "inhabilitada desde un punto de vista deontológico para informar sobre la situación de Grecia". En el texto, exigía que la periodista fuera sustituida por uno de los redactores que se habían quedado en Madrid, algunos de los cuales tienen una contrastada experiencia al frente de delegaciones internacionales.

A estos periodistas hace referencia este órgano en la carta que ha remitido a la Dirección de Informativos, pues considera que se les ha relegado al "ostracismo" cuando deberían estar al cargo de las informaciones más trascendentes que tengan que ver con su sección.

Fuentes de Torrespaña sitúan en la lista de afectados a Anna Bosch, antigua corresponsal en Moscú, Washington o Londres, Ana Jiménez o Sylvia Fernández de Bobadilla. "Tienen el nivel suficiente para realizar las coberturas más exigentes, pero estos días, con la crisis de Grecia, han estado haciendo tareas de importancia muy secundarias", lamentan estos informantes, que observan en este tipo de decisiones un claro componente político.

Cabe recordar que unos meses después de la llegada de Álvarez Gundín a su cargo, la corresponsal en Jerusalén de Televisión Española, Yolanda Álvarez, fue destituida por las supuestas presiones ejercidas por la Embajada Israelí. De hecho, las autoridades de este país acusaron a la periodista de servir de "correa de transmisión de los mensajes, cifras, imágenes y datos de Hamás", lo que hizo mella en los responsables de TVE, que finalmente optaron por Óscar Mijallo, en una decisión que también generó una gran polémica en Torrespaña.

Lo cierto es que la manipulación informativa que todos los gobiernos democráticos españoles han aplicado en Televisión Española ha generado diferentes corrientes de opinión en Torrespaña, "muy politizada" y tendente a la irascibilidad cuando observa algún movimiento que pueda tener un trasfondo político.

Ahora bien, "más allá de las filias y fobias políticas de cada uno, lo que está claro es que TVE es una televisión pagada por los contribuyentes y en ella debe prevalecer el servicio público sobre las opiniones de cada uno. En el caso de Susana Burgos y de algún otro miembro de la redacción paralela se ha demostrado que no ha sido así", lamenta un veterano trabajador.

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