Quantcast

Medios

Prisa trocea Santillana y espera deshacerse de Digital Plus ya para superar su profunda crisis

Santillana siempre ha sido la joya de la corona del grupo Prisa. En el crecimiento de esa editorial se basó el imperio, ahora venido a menos, edificado por Jesús de Polanco. Ahora, con Juan Luis Cebrián como presidente ejecutivo, en la compañía ya no quedan joyas intocables. La venta de Alfaguara y otros sellos editoriales a Random House supone trocear la empresa clave del holding mediático. Una transacción a la baja que llega justo cuando se esperaba la otra operación que podría salvar definitivamente el futuro de Prisa: la venta de Digital Plus. Para colmo, Nicolas Berggruen, el propietario del fondo Liberty que salvó al grupo en 2010 con una inyección de 600 millones, presentó el pasado martes su dimisión como miembro del consejo de administración de la compañía. Un cónclave que no ha parado de cambiar en los últimos meses. 

Si bien es cierto que Prisa se queda con la parte más golosa de Santillana, la que tiene que ver con la educación, la venta de sus sellos editoriales ha resultado sorprendente en el sector. Sobre todo por el precio pagado por Random House -los 72 millones no son tanto como parecen y se habían especulado cantidades mayores- y porque la operación que se esperaba en primer lugar era la venta de Digital Plus a Telefónica o Al Jazeera, los dos candidatos que pugnan por hacerse con la plataforma de pago. Cuando el grupo aprobó su refinanciación, el pasado diciembre, Cebrián y su número dos, Fernando Abril-Martorell, apuntaron que Santillana sería una suerte de garantía respecto a los acreedores -bancos y fondos buitre-, de forma que éstos se repartirían la editorial en caso de que la compañía no hiciera frente a sus compromisos.

Los mejores datos

La empresa ha troceado su negocio editorial. Pero, eso sí, Prisa argumenta que el área de educación supone más del 87% de los ingresos de Santillana. Y ésta sigue siendo el activo más sólido. En 2013 el negocio de edición de libros arrojó datos mejores que el resto de áreas del conglomerado. Los ingresos de Santillana fueron de 738,3 millones de euros, apenas un 0,6% más que el año anterior, debido al impacto negativo del tipo de cambio, según informó el grupo en su documento enviado a la CNMV. En la junta del pasado diciembre, Cebrián dejó claro que en 2014 el grupo intentaría centrar sus esfuerzos en explotar la masiva edición de libros de texto que provocará la polémica ley Wert de Educación

El 'holding' de medios debe 3.200 millones de euros y perdió 649 en el pasado ejercicio

El grupo editor de El País, la cadena Ser y Santillana, entre otros, arrastra una monumental deuda de 3.200 millones de euros. Además, Prisa cosechó unos resultados nada positivos en 2013, con 649 millones de pérdidas reconocidas por la empresa. Para aliviar la presión de los bancos y garantizarse su futuro, la compañía sacó adelante un plan de refinanciación más que complejo, diseñado y trabajado por Abril-Martorell. Dicha financiación se estructura en tres tramos: el primero que comprende el dinero nuevo provisto por los fondos, 353 millones de euros, con vencimiento a dos años. Los otros dos tramos, a cargo de los bancos acreedores de Prisa, serán de 647 millones de euros con vencimiento a 5 años y un tercer tramo de 2.278 millones de euros a seis años, ambos con importantes intereses.

¿Y Digital Plus?

Como se ha dicho, la venta de los sellos editoriales ha llegado antes de la operación más esperada en la compañía. Es decir, la venta de Digital Plus. Este será, al decir de las fuentes consultadas, el siguiente paso que dará el conglomerado mediático para salir de su atolladero de números negativos. Los accionistas de Prisa están que se suben por las paredes a la espera de saber qué ocurre con la plataforma de pago que lastra las cuentas de la compañía por el fuerte impacto de las amortizaciones de intangibles. ¿Cuándo se cerrará esta operación que lleva pendiente años y años? Las fuentes del sector hablan de que será pronto, aunque el culebrón es tan largo que es casi imposible aventurarlo. 

El dueño de Liberty deja un consejo en el que acaban de aterrizar Claudio Boada y el mexicano Roberto Alcántara Rojas, que llegó como socio de referencia

Entretanto, prosiguen los cambios inesperados en el consejo de administración de la compañía. El último movimiento inesperado es la dimisión de Nicolas Berggruen, dueño del fondo Liberty que en 2010 inyectó la friolera de 600 millones que supusieron un enorme balón de oxígeno para el grupo. El pasado diciembre Martin Franklin, también de Liberty, igualmente dejó su asiento y llegó como independiente el famoso Claudio Boada, ex de Lehman Brothers y ex presidente del Círculo de Empresarios. A finales de febrero, el consejo aprobó la incorporación de dos nuevos consejeros: el empresario mexicano, Roberto Alcántara Rojas, y el consejero delegado y fundador del grupo norteamericano Digital First Media, John Paton. Y, entre cambio y cambio, la familia Polanco sigue perdiendo su poder en el seno del consejo. 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.