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La Generalitat consiente que en la radio pública catalana se equipare a Ciudadanos con Franco

El Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) ampara que en Catalunya Radio se compare al partido Ciudadanos con Franco. Este organismo, dependiente de la Generalitat y controlado por CiU, acaba de desestimar dos quejas presentadas por el partido liderado por Albert Rivera. La formación se había quejado por los comentarios aparecidos en los programas La tribu (Catalunya Radio) y La segunda hora (RAC1). En el primero de los casos, el de la emisora pública catalana, varios humoristas equiparaban las ideas del dictador y las de Ciudadanos. Los miembros del CAC consideran que estas críticas no son ofensivas y se enmarcan dentro de la "sátira política", incluida en el derecho a la libertad de expresión. 

Las dos quejas fueron presentadas ante el CAC por Carina Mejías, diputada de Ciudadanos en el Parlament. Y hacían referencia a la emisión del programa La tribu, de Cataluña Radio, del 13 de febrero, y a la emisión del programa La segunda hora, de RAC1, del 14 de marzo. En el caso de la radio pública, explica el propio CAC, los comentarios se produjeron en la sección De entrada, donde dos humoristas comentan temas de actualidad. En este caso, enumeraron cinco ideas que atribuyeron a Franco y que, según ellos, podía haber pronunciado cualquier diputado de Ciudadanos

Para la formación de Rivera, "no hay contexto de humor en el que se pueda comparar a diputados escogidos democráticamente con un dictador fascista"

Más en concreto, Ciudadanos denunció que los humoristas Carles Xuriguera y Rafael Faixedas "procedieron a leer algunos comentarios vertidos por el dictador Francisco Franco, tales como que 'no era necesario votar' o que 'España era indivisible'". "Acabaron la cuña -se queja la formación- aseverando que 'esto lo podía haber dicho cualquier diputado de Ciudadanos'". Por ello, el partido encabezado por Rivera denunciaba "la impunidad absoluta con la que los medios de comunicación públicos catalanes hacen pedagogía del odio". Porque, a su juicio, "no hay contexto de humor en el que se pueda comparar a diputados escogidos democráticamente con un dictador fascista". En el caso de la radio privada (RAC1), el programa, también de carácter humorístico, incluyó, entre otros comentarios, que "inteligencia" y "Ciudadanos" son conceptos incompatibles y que "unas personas se enganchan a las drogas y otras lo hacen a Ciudadanos".

Denuncia y dictamen

Ciudadanos denunció lo sucedido el 26 de marzo y el 4 de abril, respectivamente. El pleno del CAC, formado por seis miembros (tres de CiU, dos del PSC y uno del PP), se reunió para analizar este asunto el pasado 26 de junio. Y este martes ha hecho públicas sus conclusiones. En los dos casos se han aprobado sendos acuerdos con el apoyo de cinco miembros y la abstención del sexto. Según consta en ambos acuerdos, las expresiones denunciadas por Ciudadanos se realizaron "en el contexto de un programa de humor, identificado claramente como de sátira política, sin que en ninguno de los dos casos se hubiera producido incumplimiento de la legislación audiovisual vigente", destaca el propio CAC en su página web. 

El CAC recuerda que el Tribunal Supremo ha estipulado que la sátira es una manifestación más de la libertad de expresión y la creación artística

El Consejo Audiovisual de Cataluña recuerda que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha definido la sátira como "una forma de expresión artística y crítica social que, con un contenido inherente de exageración y distorsión de la realidad, persigue, naturalmente, la provocación y la agitación". Igualmente, el organismo dependiente de la Generalitat señala que, según el Tribunal Supremo, la sátira, especialmente la política, es expresión de las manifestaciones creativas del ser humano, con la finalidad de ser un instrumento de denuncia y de crítica social, y, como tal, es una manifestación más de la libertad de expresión y de creación artística. 

Eso sí, el acuerdo del CAC subraya que la sátira está sujeta a límites y añade que para que se produzca una vulneración del derecho al honor no es suficiente la mera crítica o burla, sino que es necesario que se produzca una descalificación injuriosa. Ante estas consideraciones jurídicas, el pleno del CAC ponderó los elementos de "contextualización de las manifestaciones efectuadas, la tipología del programa y la relación entre el objeto pasivo y la pieza humorística". Y, en ambos casos, el organismo controlado por CiU concluye que las críticas analizadas son sarcásticas aunque no pueden calificarse de ofensivas, una vez valoradas en el contexto del programa y dada la proyección pública de las formaciones políticas y de las personas involucradas. En el caso de RAC-1, el acuerdo del CAC añade que el ejercicio del derecho al honor, como derecho personal, corresponde únicamente a la persona interesada ante los tribunales que correspondan.

LOS ARGUMENTOS DEL CAC

El CAC considera que las críticas son sarcásticas pero no ofensivas. Y lo hace sobre la base jurídica de tres argumentos. 

A) Las manifestaciones denunciadas por Ciudadanos "se realizan en un contexto de actualidad política concreta". 

B) "Se emiten en una sección de humor (Catalunya Radio) o en un programa de humor (RAC-1), ambos de carácter satírico".

C) "Se constata la proyección pública de la formación política o personas objetos de los comentarios". 

FUENTE: WEB del CAC

El pasado mayo el CAC estimó una queja de Ciudadanos por los insultos de un tertuliano en el programa 'Els matins', de TV3; una decisión que no contentó a los denunciantes

No es la primera vez que Ciudadanos expone sus quejas ante el CAC. De hecho, el pasado mayo este organismo estimó parcialmente una queja de la formación. La queja, presentada también por Carina Mejías, hacía referencia al programa informativo Els matins, de TV3. En ese caso, la queja traía causa de unos comentarios poco respetuosos hechos por tertuliano Miquel Sellarés, presidente del colectivo La opinión catalana y editor del diario digital Tribuna.cat. En aquella ocasión, destaca el CAC, los comentarios fueron contra Ciudadanos -particularmente contra su líder, Albert Rivera- y contra el PP.

Como consecuencia de la petición de Ciudadanos, el CAC aprobó el 21 de mayo un acuerdo en el que se recordaba a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales la necesidad de extremar el cuidado en los comentarios y en las expresiones que se manifiestan para cumplir con las misiones de servicio público de la radiotelevisión pública. El acuerdo añadía que las personas que presentan el programa deben reaccionar con diligencia para garantizar que los participantes tengan en todo momento un comportamiento respetuoso. Una decisión que no contentó a Ciudadanos, que criticó que su queja se resolviera en un informe de cinco páginas. 

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