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Cerezo y la editora de ‘El Mundo’ lanzan un salvavidas a la TV de los Obispos tras otro ‘annus horribilis’

El periodista de Trece Antonio Jiménez

Siete años después de su fundación, se puede decir que Trece (13 TV) no ha dado excesivas alegrías a los Obispos españoles. Sus pérdidas han sido de 72 millones de euros desde 2010 y su escasa audiencia (2,1% en octubre) le sitúa dentro de esa zona de sombra de la TDT donde se ubican los canales temáticos. Sus contenidos también han recibido un rosario de críticas, tanto desde la izquierda mediática como desde la propia Iglesia, donde los foros de curas progresistas han lamentado que esta cadena sea “altavoz de los sectores más reaccionarios” de la sociedad. Su última memoria anual de cuentas, correspondiente al ejercicio 2016, atestigua la mala situación que vive esta compañía. De hecho, el auditor indica “la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas” sobre la supervivencia de esta cadena.

Los últimos datos proporcionados por 13 TV S.A. al Registro Mercantil ponen de manifiesto que esta televisión sigue viva, en buena parte, gracias a salvavidas que le han lanzado algunos de sus principales accionistas y acreedores. En concreto, la Conferencia Episcopal Española (CEE) suscribió en 2016 una ampliación de capital por un valor de 8,9 millones de euros que sirvió para compensar un crédito que los Obispos le habían concedido a esta empresa en 2012. La CEE adoptó esta decisión pocos meses después de que, en 2015, aceptara capitalizar otro crédito de 22 millones de euros.

La misma determinación tomó Unidad Editorial hace unos meses, cuando decidió apoyar dos aumentos de capital por un total de 998.296 euros que sirvieron para compensar dos préstamos que suscribió con 13 TV en 2015 y 2016.

Fuentes oficiales de la editora de El Mundo, Marca y Expansión precisan que estos adeudos se contrajeron durante los años en los que Unidad Editorial alquilaba una de sus frecuencias en la TDT a la Conferencia Episcopal para que emitiera 13 TV, que entonces no tenía una licencia en propiedad. Este acuerdo expiró en 2016, cuando el Ejecutivo premió a los Obispos con una frecuencia, lo que les libró de pagar un alquiler que ascendía a 2,2 millones de euros.

En este ‘plan de rescate’ –que se fraguó en un año en el que 13 TV S.A. declaró unas pérdidas de 10 millones de euros- también participó la productora alemana Beta Films (2 millones de euros) y la española Video Mercury Films (188.360 euros), propiedad del empresario y presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo.

Después de estos movimientos, la Conferencia Episcopal se mantiene como principal accionista de este canal, con el 78,66% de los títulos en su poder. Fundación Hispánica Grupo Banco Popular aglutina el 5,8%, Shandwick AGR Comunicación el 3,15%, Radio Popular, COPE, el 1,74%; Video Mercury Films, el 1,68%; Umas Unión Mutua Asistencial de Seguros a Prima Fija, el 0,94%; el Arzobispado de Madrid, el 0,89%, Comercial de Contenidos Audiovisuales 2007, el 0,39%; y Unidad Editorial, el 0,77%.

Sacrificar una parte de la parrilla

La complicada situación financiera que vive esta cadena de televisión ha llevado a sus directivos a prescindir de una buena parte de sus programas, de sus trabajadores y de sus rostros de referencia. Según contó El Confidencial Digital, durante el verano rompió los contratos de Alfredo Urdaci, Nieves Herrero y Carlos Cuesta. El último movimiento en este sentido ha tenido lugar esta semana, con la retirada del programa Detrás de la Verdad.

Durante las últimas semanas, los responsables del canal han mantenido contactos con Sony para intentar llenar una buena parte de la parrilla de programación con los contenidos enlatados de esta ‘major’ estadounidense, al igual que hacen otras empresas de la TDT como Vocento, Unidad Editorial o Grupo Kiss FM. De momento, no se ha anunciado ningún acuerdo a este respecto.

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