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La AEDE inicia el curso descabezada y sin capacidad de lobby en el Ejecutivo

Los  dueños de los periódicos de papel españoles inician el nuevo curso con el objetivo de continuar con la reconversión de un sector que este verano ha sufrido unas ventas, tanto de ejemplares como de publicidad, “catastróficas” en palabras de un alto ejecutivo de una de las principales compañías editoras del país. La AEDE, la Asociación de editores de Diarios Españoles, fundada en 1978, vive horas bajas como  consecuencia de la pérdida de influencia y la falta de un proyecto de futuro a corto plazo concreto en un momento crucial para el desarrollo del negocio.

Varios asociados consultados por Vozpópuli cuestionan la utilidad y continuidad de este colectivo, mientras que otros consideran que este foro sigue siendo fundamental para el futuro de este mercado. Tras un verano sin actividad, los socios –que representan a entorno a 70 periódicos entre locales y nacionales- se reúnen la semana que viene con varios frentes abiertos, entre los que destaca acordar un nuevo director general que lleve las riendas de la asociación.

En mayo, el Ministerio de Hacienda embargó las cuentas de la AEDE a instancias del Ministerio de Industria por considerar que este ‘lobby’ empresarial había incumplido las condiciones de un convenio firmado con el anterior Gobierno para la promoción del desarrollo de la sociedad de la información y la prensa digital. Según confirmaron asociados al colectivo la subvención ahora reclamada sería menor al millón de euros. Ahora, la AEDE, que ha recurrido y trata de buscar un entendimiento sobre el asunto con el Gobierno, ha tenido que avalar la cantidad a la espera de una resolución definitiva sobre el asunto. 

Mínima influencia con el Ejecutivo 

Durante la etapa del Gobierno de Zapatero la relación con la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, fue más o menos fluida, al igual que con el interlocutor del Partido Popular, entonces vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons. El valenciano llegó a prometerles antes de las elecciones de noviembre de 2011 que el Gobierno de Mariano Rajoy querría colaborar, trabajar y comprometerse con los editores y con la edición de prensa. Pero la actual intermediaria del Ejecutivo popular, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, es un hueso duro de roer y no atiende a las reiteradas demandas de los editores de diarios españoles que reclaman subvenciones, según coinciden en señalar varios asociados. 

La continuidad de AEDE –tras más de 30 años de trayectoria- está ahora en el aire. Algunos de sus miembros consideran que es necesario un relanzamiento de la agrupación y otros que es innecesaria su continuidad. En este sentido, Juan Luis Cebrián, CEO de Grupo Prisa, propuso recientemente a sus compañeros en AEDE que se nombre a Luis María Ansón como mediador con el Ejecutivo de cara a negociar las ayudas necesarias para un sector que consideran está en reconversión. Otros nombres como el de José Bergareche de Vocento o Jesús Sanclemente ex Grupo Zeta también han estado sobre la mesa. Desde el pasado 29 de noviembre el presidente de AEDE es Conrado Carnal, consejero director general  del Grupo Zeta, el cual fue propuesto por la junta directiva saliente en sustitución de Antonio Fernández-Galiano, actual presidente ejecutivo de Unidad Editorial. En junio, el hasta el momento director general, Ignacio Benito, cesó en su cargo. Ahora, en la reunión de la semana que viene volverán a abrir el debate sobre la figura de su sucesor con el objetivo de intentar reactivar la función de lobby de esta organización. 

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