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José Toledo vs. Anne Igartiburu, ¿quién ganará la batalla de ‘Corazón’?

José Toledo Vs. Anne Igartiburu, ¿quién ganará la batalla? (Gtres).

El reinado de Anne Igartiburu se tambalea. Cada día resulta más que evidente que la presencia de la ambición rubia de TVE se reduce a marchas forzadas. Si primero fue Jaime Cantizano el que le quitó el puesto en el regreso de Mira quién baila a la cadena pública -y eso que la carrera del presentador no es que haya sido meteórica-, el golpe de gracia se lo asestó María Casado, sustituyéndola en la gala Inocente, inocente -de rebote, eso sí, ya que iba a ser Paula Vázquez la presentadora oficial- y en la alfombra roja de los premios Goya. Anne perdía de un plumazo alguno de sus antiguos feudos en TVE, a cambio, eso sí, de mantener el Corazón, su buque insignia, del que huyó cuando le ofrecieron un programa propio por las tardes y al que regresó tras el estrepitoso fracaso de éste. Pero incluso aquí corre peligro.

La baja por maternidad de Carolina Casado ha hecho que Televisión Española tenga que cubrir la edición de fin de semana del programa y en lugar de llamar a Elena S. Sánchez, encargada de las sustituciones de Igartiburu y presentadora titular cuando la vasca abandonó el programa -un espacio de media hora de duración que, en un derroche de poderío ha contado con tres presentadoras simultáneas-, los responsables han confiado la tarea a una veterana de la casa. José Toledo ya fue la encargada de conducir del mítico Corazón, corazón tras la salida de Cristina García Ramos y hasta que la misma Toledo abandonó Televisión Española. Ahora, seis años después, vuelve al redil, con el mismo horario y -casi- el mismo programa. ¿Una nueva/vieja apuesta para revitalizar el programa? ¿O una indirecta para retar a la comodidad que ha tenido Anne a lo largo de todos estos años? La lucha de presentadoras está servida.

El escenario que se nos sitúa por delante es sencillo. Puede que Jose Toledo consiga los mismos datos de audiencia que Carolina Casado y los encargados de la programación decidan dejar las cosas como están, o puede que la presentadora canaria arrase -dentro de los escasos niveles de éxito en los que se mueve TVE- y la cúpula decida probar su buen hacer en el resto de días laborable. ¿Sería una idea descabellada que Anne Igartiburu terminara perdiendo el programa que la lanzó a la fama? Desde luego que no y ahora verán por qué:

Su presencia en 'Corazón' es anecdótica

No es por darle la razón a Mariló Montero, pero la conductora de La mañana tenía razón cuando describió el trabajo de Anne al frente de Corazón como “dar paso a vídeos”. Y es que no es más que eso. Desde luego, para hacerlo con naturalidad y profesionalidad, hay que tener tablas y saber moverse en un plató, pero la dificultad máxima consiste en no equivocarse leyendo el guión. De hecho, la llegada de Carolina Casado y Elena S. Sánchez evidenció que cualquiera puede hacerlo igual de bien que la presentadora titular. ¿Se notaría la marcha de Igartiburu? No si, en su lugar, aparece otra cara veterana como la de Jose Toledo.

Su gancho de audiencia es cuestionable

Anne asumió el reto de saltar a un programa propio en horario de tarde con mucho entusiasmo e ilusión. Se enfrentaba a un reto nada sencillo: quitarle cuota de pantalla a Sálvame y conseguir que La 1 fuese una opción aceptable. No lo consiguió. El programa no tuvo ninguna repercusión, no convenció a los espectadores y mostró una cara anticuada frente a la frescura de la que hace gala el cortijo de Jorge Javier Vázquez. Anne perdía el favor del público y, con el rabo entre las piernas, regresaba a su Corazón, un refugio en el que estaba muy cómoda. Pese a que la culpa del fracaso tampoco es que fuese exclusiva de la presentadora, su reinado quedó muy tocado.

Su momento de esplendor ha pasado

Todo en la vida tiene etapas y más cuando hablamos de televisión. Le ha pasado incluso a María Teresa Campos -que, eso sí, ha conseguido reinventarse y volver a triunfar como ha hecho siempre-. El ciclo de Anne Igartiburu, necesariamente, tiene que tocar a su fin. Su mejor momento televisivo, al menos en La 1, ya ha pasado. La presentadora lo ha hecho todo, desde galas a concursos, pasando por, claro, las Campanadas. Ya va siendo hora de que ofrezca algo diferente y se enfrente a nuevos retos profesionales. Continuar aferrada a la media hora diaria de Corazón, mientras los demás programas acaban en manos de otros compañeros no es una buena forma de cerrar un ciclo. En el fondo, le harían un favor.

Su imagen recuerda a otros tiempos

Hablar de renovación en TVE es mucho decir. Mientras movimientos como el salto de Alaska y Segura a La 1 sorprenden positivamente -cruzamos los dedos para que el magnífico formato no se vea afectado por la presión de la audiencia-, la mayoría de las decisiones del ente público son del todo incomprensibles. Pero, aun así, si Televisión Española quiere ofrecer una imagen diferente va a tener que desprenderse de algunos lastres que la atan al pasado, y Anne, por desgracia o por fortuna, es uno de ellos. La presentadora está tan asociada a la cadena pública que nos cuesta verla fichando por Antena 3 o Telecinco -cosas más raras hemos visto, eso también-. Tal vez ha llegado el momento de dar el paso y apostar por la innovación.

Y todo por el fichaje de Jose Toledo. Para que luego digan que la televisión es tan sólo un mero entretenimiento sin importancia y que las cosas trascendentales se encuentran de puertas hacia fuera. ¡Cómo nos gusta aleccionar cuando nadie nos lo ha pedido! ¿Creen que Anne, de verdad, estaba oxidada? Al final, siempre volvemos a Mariló.

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