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¡Qué gusta una boda gitana en Cuatro!

La familia Fernández Navarro, participantes en el docu-reality 'Gypsy Kings'. (Mediaset)

Así, en Gypsy Kings se mostró cómo es la vida de varias familiaslos citados Salazar y su vena artística, los Jiménez y su trabajo como vendedores ambulantes, los flamencos Maya y los comerciantes de la familia Fernández. Para ser un estreno, uno de cada diez espectadores eligió para la noche del domingo este nuevo programa, una cifra nada desdeñable, y más con competidores tan duros como El objetivo de Ana Pastor

Si en Telecinco los realities son los reyes, en Cuatro se podría decir que lo son los gitanos, pues en los últimos años hemos asistido a una paulatina Gipsyxploitation (es decir, una explotación de programas con los gitanos como núcleo argumental) que invitaba al público a conocer la cultura de este colectivo, y acercándonos ritos de los que mucho se había hablado y poco se había visto como las bodas gitanas. De hecho, desde esta cadena se ha hablado en tantas ocasiones de nupcias calés que el espectador ya debe estar familiarizado con el canto del yeli, con tirar almendras y peladillas en lugar de arroz para desear prosperidad y con los hombres rompiéndose la camisa para manifestar su alegría por la unión celebrada. 

Tema recurrente en Callejeros 

Por ejemplo, en el programa Callejeros pudimos ver en más de una ocasión cómo se prepara una de estas bodas y donde se explicaba la importancia que tiene que la mujer llegue virgen a la ceremonia. Aquella entrega dejó imágenes curiosas, como el momento en el que una reportera le preguntaba a la prima de la contrayente por la trascendencia de mantener “la honra” antes del sí quiero para mostrar cuatro rosas en el pañuelo. La muchacha lo explicaba, y a continuación la periodista le preguntó que si a ella le pasó lo mismo en su boda, a lo que la mujer prefirió no contestar, dando a entender que no y que mejor no hablar más de ello. 

En Callejeros también asistimos no a una boda gitana sino a un ajuntamiento, que es similar pero que tiene de particularidad de que la novia es virgen. Pero aunque no se llame “boda”, Samara y Jesús, los protagonistas de aquella entrega, se declararon su amor en una fiesta al aire libre en la que no faltó cante, ni baile, ni grandes trajes. Ni tampoco se escatimó en tiempo, pues es conocido que las uniones entre gitanos se celebran en varios días en los que los novios se cambian varias veces de vestido. 

Conexión gitana con Samanta Villar 

Samanta Villar también nos trasladó a una de estas bodas gitanas en su Conexión Samanta. La que fuese reportera de 21 días contó la historia de Rocío, una joven gitana de 15 años que había encontrado el amor de su vida en Natalio, otro joven calé con el que llevaba viéndose un tiempo. Después de escaparse juntos una noche y para que las familias no viesen mal su amor, decidieron casarse y para que así y al que considera que ya podía entregar su “honra”, es decir, su virginidad. Fue muy tierno ver cómo Rocío se consideraba madura para casarse y se mostraba enamorada de su a día de hoy esposo, pero no dejaba de ser una adolescente a la que le encantaba el personaje de Hello Kitty y por ello muchos objetos de los que les regalaban tenían estampado este dibujo japonés. 

Palabra de gitano la precuela de Gipsy Kings 

Pero la 'Gipsyxploitation' de Cuatro se asentó en 2013, cuando Cuatro emitió Palabra de gitano, un docu-reality que casi es la precuela de los actuales Gipsy Kings; de hecho, anoche mismo se repuso una entrega para aprovechar el tirón que el nuevo programa tuviese. Con Palabra de gitano se intentaba romper clichés y estereotipos de la vida de los gitanos en España, mostrando la cara menos conocida de su cultura. En sus dos temporadas, por supuesto, hubo alguna controversia. Por ejemplo, la Federación Andaluza de Mujeres Gitanas Fakali dijo que Palabra de gitano estaba “cargado de estereotipos negativos que atentan contra el derecho al honor y a la propia imagen de la comunidad gitana española”. Tampoco quedó contento con su participación Juan David Santiago, un gitano homosexual miembro de la FELGBT (Federación Española de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales). Santiago afirmó en entrevistas y en las redes sociales que bajo su punto de vista con el programa se contribuía “más a perpetuar prejuicios y estereotipos que ha mostrar una comunidad donde su mayoría de miembros son exactamente igual que los demás mortales con sus familias (y no clanes), con sus conflictos (y no reyertas), y con sus mayores (y no patriarcas)”.

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