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Tecnología

FairPhone, el teléfono móvil que aspira a ser responsable y justo

El comercio justo trata de introducirse en el mundo de la tecnología. Por primera vez, un teléfono móvil evitará el material procedente de minas que financien conflictos y tratará de mejorar las condiciones laborales tanto de las personas que se encargan de obtener el coltán o el estaño como de aquellas que lo ensamblan.

Producir un gadget tecnológico completamente responsable puede resultar un oxímoron, pero al menos en FairPhone se han marcado unos estándares éticos que superan los que la industria tecnológica ha mantenido hasta el momento. El estaño o el coltán con los que está hecho proceden, como en otros teléfonos móviles, de la República Democrática del Congo, pero en ningún caso tienen como origen minas que financien conflictos.

Para garantizar estas buenas prácticas se han unido a la Conflict-Free Tin Initiative y al proyecto Solutions for Hope. Gracias a la elección de una zona específica para obtener los componentes, pueden “formalizar el sector de la minería, incrementar el empleo para mineros a pequeña escala y contribuir tanto al desarrollo económico como a la estabilidad regional”, aseguran. Para otros materiales, como el cobalto o el oro, también se encuentran en proceso de firmar acuerdos que garanticen su trazabilidad responsable.

Ensamblaje y reciclaje

El siguiente paso en la elaboración de cualquier teléfono es el proceso de ensamblaje. Los esfuerzos de FairPhone se han centrado, en este caso, en dotar a los obreros “de un salario digno, asegurar que tienen unos horarios razonables, mejorar las condiciones de trabajo y ayudar a que los trabajadores entren en diálogo directo con los empresarios”.

Otro gran problema de los aparatos tecnológicos llega en el momento en el que los usuarios deciden reemplazarlos. Por cada aparato vendido, FairPhone dona 3 euros a Closing the Loop, una organización que se encarga de desarrollar proyectos de mejora del reciclaje de la basura electrónica en los lugares donde esta no se realiza con las debidas garantías ecológicas y sanitarias. El objetivo de la compañía es lograr, en un futuro, producir los teléfonos con materiales reciclados en su totalidad. Además, en un ejercicio de transparencia, la lista con todos los proveedores está disponible en su web.

Especificaciones técnicas de calidad

A la hora de la verdad, cuando llega el momento de la compra, en lo que se fija realmente el usuario es en las características tecnológicas que hacen del aparato un gadget atractivo. El hardware no se ha descuidado a la hora de diseñar el teléfono. En el caso de Fairphone, la pantalla, de 4'3'', está realizada Dragontail Glass, un material ultra-resistente que la protegerá de posibles roturas. Además, incluye una utilidad que muchos sabrán valorar: una doble ranura para tarjetas sim, de modo que no hará falta llevar siempre encima el teléfono móvil del trabajo y el personal.

En detalle, FairPhone cuenta con unas especificaciones técnicas que no tienen nada que envidiar a los actuales estándares de mercado: cuenta con Android 4.2 (Jelly Bean, con una interfaz propia desarrollada por Kwame Corporation), dispone de una memoria interna de 16GB más 1GB (RAM), cámara principal de 8MP (y otra secundaria de 1,3MP) y unas dimensiones de 123x64,5x9,8 milímetros. Cuenta con conexión Bluetooth, receptor de radio FM y puerto Micro USB, además de ranura para tarjetas microSD.

Participación española

En el pequeño equipo que desarrolla FairPhone desde Amsterdam hay dos españoles: el mallorquín Miquel Ballester, encargado de la estrategia de producto, y Gabriel Sebastián, responsable de la Go-To-Market Strategy. En conversación con Marabilias, Sebastián destaca algunos de los motivos por los que este proyecto puede cambiar las reglas del juego en el mundo tecnológico: “Comparado con la industria telefónica, lo más revolucionario de Fairphone es que ponemos los valores sociales por delante de los valores tecnológicos y el ánimo de lucro. Estamos demostrando que este modelo de negocio funciona”.

El lanzamiento de FairPhone está vinculado a una campaña de venta previa online que se mantendrá hasta el 14 de junio. Para entonces, los responsables de la start-up se han propuesto alcanzar las 5.000 unidades vendidas, cifra crítica con la que comenzar la producción. Nueve días antes de llegar a esa fecha, todo indica que se llegará a la cantidad mínima sin problemas: ya se han vendido más de 4.500 aparatos, lo que representa un 90% de la previsión.

Quienes quieran adquirir un FairPhone pueden dirigirse directamente a la web de la firma. El precio final del teléfono libre es de 325 euros, excluyendo gastos de envío. Para ahorrar costes, el aparato se envía en un paquete de reducidas dimensiones y sin cargador, aunque quienes lo necesiten pueden incorporarlo a su pedido. 

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