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Gourmet

Sergio Estévez y el Gin-Tonic sensato

Sergio Estévez.

Pregunta: ¿Quién debería leer este libro?

Sergio Estévez: Cualquier persona con ganas de aprender a disfrutar y descubrir curiosidades del mundo del gin-tonic. Mezcladas con un toque de humor, disfrutarán mucho de este libro,  independientemente de su nivel de conocimiento previo del tema.

¿Me imagino que se ha tomado unos cuantos gin-tonic?

S. E.: Unos cuantos... pero muchos en días diferentes y no siempre completos. Siempre ha sido mi combinado favorito. Dar una cifra exacta es complicado, pero en más de 15 años, unos 2.000. No suena mal, ¿no?

¿Pero habrá algunos que han sido inolvidables?

S. E.: Muchos... en algunos casos inolvidables por la compañía y el entorno y, en otros casos inolvidables por lo traumáticos que han sido por parecerse más a ensaladas de la huerta o tisanas que a gin-tonics. Hay dos palabras que unidas a gin-tonic hacen mucho daño: campeón de España de gin-tonics y YouTube... ¿Sabes por dónde voy?

¿Tiene su bar favorito o un barman favorito?

S. E.: Mi lugar favorito para tomar un buen gin-tonic es mi casa, ya que me puedo hacer las cosas a mi gusto. En cambio me encanta salir para tomar cócteles, me encanta el trabajo y los cócteles de bartenders como Alberto Pizarro del Bobby Gin, Paco Bretau del Slow, Javier Caballero de l’Eggs, Miguel Pérez de Columbus o Francesc Cairó de House BCN.

¿El vaso largo es una herejía estética o un ejemplo de mal gusto?

S. E.: El vaso de largo o de tubo debería estar prohibido por ley, al menos para realizar combinados. Realizar un gin-tonic en un vaso de tubo es como intentar comerse un entrecot en un platillo de café, falta sitio por todas partes.

¿Tipo de copa o vaso?

S. E.: Para mí, el recipiente ideal debe tener una gran capacidad y una boca ancha. Ambos requisitos los cumplen tanto la copa balón como el vaso ancho tipo ‘long-drink’. Prefiero la copa ya que te permite agarrarla por el pie sin calentar el contenido.

¿La copa perfecta necesita de un escenario perfecto?

S. E.: Por supuesto, para disfrutar de un gin-tonic perfecto, necesitamos un entorno ideal y relajado. Una buena compañía, nuestro gin-tonic preferido para ese momento y, si puede ser, una buena temperatura que no nos funda el hielo y nos agüe la copa.

¿Con quién le gustaría preparar unos combinados?

S. E.: Con una persona con mucho sentido del humor y al cual le encantan los gin-tonics como Alfonso Arús. Creo que lo pasaríamos muy bien y aprendería mucho de un gran comunicador como él.

¿Se sabe beber en España?

S. E.: En España se bebe mucho, pero hay muy poca cultura de la bebida. En las más de 1.000 catas y degustaciones por toda España. He podido contrastar que la gente conoce muy poco acerca de lo que bebe aunque es cierto que quiere saber más y distingue lo que le gusta de lo que no.

¿Se sigue comprando por la etiqueta?

S. E.: Por la etiqueta, por la botella y por el precio. Mucha gente sigue confundiendo el valor o la calidad con el precio. Esto se debe entender en los dos caminos: no todas las ginebras caras son buenas ni todas las más económicas son malas. Además, cada uno tenemos nuestro propio gusto y, contra esto, no hay nada escrito.

¿El marketing de las bebidas es una ciencia o depende de los distribuidores?

S. E.: Ambas variables son determinantes a la hora de vender un producto, tanto el diseño del producto (externo e interno), su precio, su canal de distribución y su promoción son vitales. Muchas veces, la marca que más distribución tiene, se lleva el gato al agua, otras veces las que más presupuesto para promoción o las que mejor se saben vender.

El gin-tonic tiene una componente social... ¿Cree que hay un segundo paso?

S. E.: Tras el éxito del gin-tonic muchas personas apuntaban a que el vodka-tonic sería la siguiente bebida en triunfar. Personalmente creo que la siguiente moda que vendrá será la del combinado de calidad, un combinado evolucionado. La gente volverá a tomar su combinación de siempre, pero mejorada. Al fin y al cabo el gin-tonic es un combinado más, pero el primero que pega, pega dos o diez veces, y ese es el caso del gin-tonic, el cual ha llegado con fuerza para quedarse.

¿Qué marca de ginebra no falta en su casa?

S. E.: Muchas, pero siempre para mis invitados, ya que mi consumo de ginebra es casi testimonial por un tema de higiene. Suelo tener una variedad de unas 8-10 ginebras mezclando algunas clásicas, cítricas, especiadas, herbales y afrutadas. El día que me tomo un gin-tonic relajado me gusta disfrutar de Martin Miller’s con una tónica Seagram’s y un twist de lima.

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