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Anshuman Vohra: el hombre que dejó la banca para fabricar ginebra

Anshuman Vohra (Bulldog Gin).

Él es el creador de Bulldog Gin, una de las marcas de ginebra ‘premium que mayor éxito tiene en el mercado. Todo un ‘self made man’ que decidió dejar un importante trabajo como banquero en Nueva York para dedicarse de lleno a un sueño. 

El primer germen de la marca se produjo en Nueva York en el año 2004, cuando la ginebra, y el gin-tonic en especial, todavía no habían comenzado a despuntar en el mundo de los combinados. Vohra, que trabajaba como banquero en JP Morgan, solía salir a tomar una copa después del trabajo con sus compañeros y se dio cuenta de que existían centenares de marcas de vodka pero apenas un par de ginebras. “En ese momento pensé que tenía la oportunidad de revolucionar el mundo de las bebidas alcohólicas creando una ginebra que rompiera las reglas”, explica a Marabilias.

Un proyecto muy personal

El proyecto tiene un punto muy personal. “Aprendí y fui siempre bebedor de ginebra porque mi padre me enseñó a apreciar sus diferentes matices”, cuenta. Vohra buscó con su bebida crear una ginebra que se diferenciara al máximo de todas las del mercado y así crear un producto único. Bulldog se elabora a partir de agua de Gales y trigo británico y tiene una composición de botánicos muy especial, entre los que se encuentran la amapola blanca, la flor de loto o el ojo de dragón.

Como cuenta el banquero, buen conocedor del mercado, buscó también crear una imagen potente alrededor de la marca. De ahí la presencia de un collar de pinchos en la botella o el mismo nombre. “La imagen de la marca está diseñada con la intención de romper moldes en el mundo de la ginebra”, añade.

El nombre, además, también tiene historia ya que es un homenaje persona de Vohra hacia Winston Churchill, el ídolo de su infancia, conocido como ‘el Bulldog inglés’. “Siempre admiré su carácter y su determinación, son valores que me han acompañado en este proyecto”, explica Vohra.

Una estética y un nombre con los que han buscado plasmar al máximo la dualidad presente en la marca: una ginebra atrevida por su sabor y el diseño de la botella pero a la vez elegante y premium en su conjunto.

Un inicio complicado

Y tras terminar el proceso de ‘gestación’ de la ginebra en 2007, lo importante era conseguir que esta se colocara en el mercado. Como cuenta, este fue uno de los momentos más complicados que ha “sufrido” al embarcarse en un reto tan ambicioso. Al acudir a diferentes distribuidores para comercializar su bebida tuvo que sufrir el rechazo de todos, que se escudaban en que no había mercado para la ginebra en Estados Unidos.

Así que ante la negativa de unos, decidió visitar 10 bares y ofrecer su ginebra personalmente. En su caso el refrán no se cumplió ya que a la novena fue la vencida. El último bar que visitó aceptó tener una botella de Bulldog solo si aceptaba llevarse la botella en una semana si no conseguía venderla. La ginebra consiguió dar la talla, lo que supuso la primera victoria de muchas.

Una ginebra equilibrada

La ginebra se caracteriza por ser una de las más equilibradas del mercado. “Bulldog es una ginebra fácil de beber y fácil de mezclar en coctelería”, explica Vohra. Esto es gracias, precisamente, a lo estudiado de su fórmula, que no deja que ningún botánico se imponga sobre los demás.

El creador es un gran fan del clásico gin-tonic, y en sus visitas a nuestro país ha descubierto como España es un lugar en el que el hábito de acompañar el afterwork con gin-tonic está muy extendido. Una costumbre que, como ha contado, le gustaría exportar al resto de países en los que se comercializa la marca.

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