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Gourmet

¡De la huerta al plato! El cocinero Nino Redruello apuesta por una cocina sin disfraz

El cocinero Nino Redruello en su laboratorio

Sin perder los valores y el respeto que marcan su formación como chef, Nino Redruello ha sabido fusionar gastronomía y concepto empresarial para crear la ecuación perfecta y lograr el éxito en todos sus proyectos: La Gabinoteca, Las Tortillas de Gabino, y La Ancha. Ahora, con su nuevo proyecto Fismuler (C/ Sagasta 29) que se abrirá la semana que viene, nada es lo que parece.

Entre esas cuatro paredes con la que ha creado el restaurante y una fachada de sobriedad, clasicismo y pureza se encuentran enfundadas una protegida y cuidada gastronomía natural, donde cualquier plato puede ser modificado por productos del día.

La experiencia se debe  disfrutar como si fuera única, porque únicos serán los platos que preparen con la intención de que ninguno sea igual que el anterior.

En su laboratorio, donde tuvo lugar la entrevista, lleno de botes con especias, de recetas secretas (algunas de ellas se estaban fraguando para el nuevo restaurante) y de cambios constantes para encontrar el plato que plasme su filosofía, descubrimos a  un cocinero perfeccionista, entusiasta y entregado que no duda en poner un postre de su carta de La Gabinoteca para recaudar dinero para una ONG o subastar una cena en su laboratorio para que una pareja pueda disfrutar del placer de degustar platos únicos y exclusivos.

Aunque asegura haber fallado en la elaboración de alguna tortilla (¿y quién no?), su cocina de cuna (le viene de familia) lo sitúa dentro de los mejores cocineros de España y, nosotros que tuvimos la oportunidad de probar uno de sus platos (el cual podremos ver en exclusiva en Marabilias la semana que viene), nos quedamos con el buen sabor de boca de haber conocido a un cocinero preocupado porque sus comensales coman a bocanadas materia prima en estado puro.

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