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Gourmet

La crisis griega se saborea mejor en un restaurante de Berlín

Uno de los platos que ofrece el Restaurante Z berlinés (Facebook).

El nombre del local que dirige Chrissidis se debe también a la política. O más concretamente, al cine político del director franco-griego Costa-Gavras. Z es el nombre de su célebre película de 1969, con guion del propio Costa-Gavras y del intelectual español Jorge Semprún (1923-2011) e inspirada en el asesinato del político izquierdista Gregoris Lambrakis (1912-1963).

“Para nosotros Z es un símbolo de la viva y creativa cocina mediterránea”, apuntan desde el restaurante griego, especializado en “pescado mediterráneo, carnes de animales tratados respetuosamente, comida vegetariana y selectos vinos”. Precisamente en lo que a vinos se refiere, el diario berlinés Der Tagesspiegel, ha definido al Z como “el lugar adecuado” para conocer caldos de calidad procedentes de la cuna de la democracia.

Situado en el barrio de Kreuzberg, a escasos metros al norte del aeropuerto berlinés reconvertido en parque de Tempelhoff, el Z no sólo es curiosidad por su vinculación a la política del siglo pasado. De hecho, parece que las últimas turbulencias vividas en Europa por el tercer capítulo de la crisis de la deuda griega han dado un nuevo impulso a este restaurante griego. Ahí está la renovada carta presentada este verano al calor de las tensiones políticas vividas en las negociaciones desarrolladas por el Gobierno griego y sus acreedores internacionales, entre los que Alemania destaca por encima del resto.

En la carta del Z se han colado políticos alemanes y griegos además de instituciones internacionales para designar las recetas elaboradas por el equipo que lidera Chrissidis. Por ejemplo, 19,90 euros cuesta un “Plato Varoufakis”, que consiste en un filete de buey con queso de cabra, verduras y patatas aderezadas con hierbas aromáticas. “Me dije que encajaba con su comportamiento”, decía en unas declaraciones recogidas por el diario Bild el chef griego. Éste aludía así al carácter de los novillos, comparable, según el líder del Z, con el del otrora ministro estrella responsable de las finanzas de Grecia.

Un lugar en la carta para todos

Otro ministro de Finanzas, pero éste todavía en servicio, Wolfgang Schäuble - toda una figura prominente en el Gobierno de la canciller Angela Merkel - también ha servido para nombrar un plato de Chrissidis. Se trata del “Schäublexit” (17,90 euros), una receta a base de carne de cordero. El nombre mezcla el apellido de Schäuble con el Grexit, esa idea propuesta por el ministro germano que tanto revuelo creó en los peores momentos de las negociaciones que se acabaron resolviendo con el acuerdo de un tercer rescate a la economía helena. Por Grexit se entiende la salida de Grecia del euro.

Como no podía ser de otra forma, la canciller Merkel también tiene un lugar en el menú de crisis del Z. A Chrissidis, que considera a la jefa del Gobierno “dulce” con Grecia en comparación con el más duro Schäuble, la lideresa más influyente de Europa le ha inspirado para crear un postre, el Süsse Angie, o “Dulce Angela” (5,50 euros). El homólogo heleno de Merkel y líder del partido izquierdista griego Syriza, Alexis Tsipras, también goza de un sitio en la propuesta gastronómica de Chrissidis. El “favorito de Tsipras” (5,90 euros) se llama este plato, que consiste en una entrada a base de queso manouri.

Chrissidis ha hecho hueco en su carta político-gastronómica a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional (FMI). La institución que dirige la francesa Christine Lagarde sirve para pedir una receta de pulpo marinado a la plancha servido con ensalada. “IWF-Krake” o “Pulpo FMI” se llama esta receta. Probarla cuesta 14,50 euros. Precisamente el FMI, y también la Comisión Europea, se sirven para comer en el Z por medio de una receta inspirada en la Troika, organismo supervisor de los países con problemas financieros compuesto por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI. Se trata del “Troikaminator III” (15 euros), una Musaka de la casa.

Está por ver cuánto tiempo ofrecerá el Z este menú, pues ahora la crisis de la que más se oye hablar y la que más afecta a Europa es la de los refugiados. La situación en Grecia dejó de ocupar la atención de la opinión pública europea, ahora más centrada en el drama de quienes escapan de la desestabilización de Oriente Próximo y de la precariedad económica de los Balcanes. Pero habida cuenta de que los dos rescates a Grecia no funcionaron, cabe plantearse si lo hará el tercero. De no ser así, el menú de crisis griega del Z seguirá teniendo vigencia y, con ello, seguramente, comensales.

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