10 alimentos que puedes tomar caducados (sin peligro)

¿Me puedo comer un producto caducado? ¿Cuánto tiempo tengo desde que caduca para poder comerlo? ¿Me puede sentar mal si me como algún producto fuera de la fecha recomendada? Éstas (y muchas más) son algunas de las cuestiones que el consumidor se plantea frente al caos de las fechas de caducidad de los productos.

Una vorágine de respuestas poco concretas que hacen temer al consumidor, pero que hace dudar sobre la veracidad de las mismas. En algunos productos, especialmente los lácteos, las fechas de caducidad son excesivamente cortas en el tiempo, algunas con tan solo una semana de margen para tomar el producto desde tu compra. Por ello, es bueno saber que productos podemos consumir sin preocupación (y sin pasarnos en exceso) tras cumplir la fecha de caducidad.

1.       CHOCOLATE
Gracias a su alto contenido de azúcar (¡para algo bueno tendría que servir!), permite que el chocolate dure muchos más días de lo marcada en la fecha de caducidad. ¿Cómo saber cuándo ya no debemos comerlo? Cuando comience a aparecer manchitas pequeñas blancas.

2.       PATATAS FRITAS
Otro de los componentes que ayuda a que los alimentos se conserven mejor (al igual que el azúcar) es la sal. Los snacks, como las patatas fritas, tienen un alto contenido de sal y por ello no corren peligro si son consumidos después de caducar. Se comienzan a poner malos cuando adoptan un sabor a rancio (o se ponen duros o blandos).

3.       MIEL Y CONFITURAS
La miel, especialmente la pura (cuánto más casera mejor), es uno de los pocos alimentos que no caduca nunca. En el caso de las confituras, tienen una muy larga duración (principalmente por el azúcar), pero ¡cuidado! Al tener fruta, ésta puede ponerse mala. Lo notarás rápidamente en el sabor.

4.       ENSALADA EMPAQUETADA
Estas ensaladas envasadas están preparadas específicamente para durar en el tiempo, sobre todo, porque les echan ácidos cítricos en su preparación. En este caso, las fechas de caducidad dan muy poco margen, pero puedes comerlas pasadas la fecha sin problema. Se empiezan a poner malas cuando las hojas adquieren un color negro y comienzan a reducirse considerablemente y soltar agua.

5.       ALIMENTOS FERMENTADOS
Su elaboración como conserva natural ayuda a que los fermentados tenga una mayor duración en cuanto a fecha y que pueda ser consumido después de ella. Eso sí, los fermentados son algo más delicados que el resto de productos, es cuestión de ir controlando el olor, color y sabor para saber si puedes o no consumirlo una vez esté caducado.

6.       GALLETAS
Son alimentos que están muy procesados, contienen un alto porcentaje de azúcar y además, precisamente para asegurar su larga duración, los mezclan con preparados procesados que (aunque hacen que el producto deje de ser natural o casero) ayuda a poder consumirlas durante mucho más tiempo.

7.       LECHE
Es uno de los alimentos más temidos en cuanto a la fecha de caducidad y al malestar que provoca en el cuerpo cuando la consumimos y está en mal estado. La realidad es mucho menos preocupante, si el bote de leche está cerrado puede durar hasta 3 meses sin problemas y si lo hemos abierto, puede durar de 1 a 2 semanas en función de si la leche es entera, semi o desnatada. Cuanto más descremada esté, más durará en el tiempo.

8.       PASTA
La pasta, siempre y cuando no esté cocinada, es otro de los alimentos que se puede consumir siempre puesto que no caduca. Si está cocinada, también la podemos consumir sin problema, lo único que ésta se pone dura o muy blanda (tipo chicle) y no está buena, pero no supone ningún riesgo para nuestra salud si lo hacemos.

9.       LATAS DE CONSERVA
Menos las anchoas, que tienen una preparación y conservación diferente, cualquier conserva puede consumirse con fechas de larga duración. De hecho, estos productos son los que más margen tienen de caducidad, hasta 3 y 4 años de margen.

10.   PAN
El pan congelado, rallado o guardado en plástico seco, puede durar muchos días. Cuanto más casero sea el pan y menos levadura tenga, menos durará. En este caso es fácil darte cuenta de que no está en condiciones de ser consumido, le sale moho verde o se pone excesivamente duro.