Quantcast

Gente

‘Espe’, Juan José Laborda y el orgullo de ser español

(Foto: Fundación Ortega-Marañón).

Es cierto que a veces parece que tenemos al enemigo en casa pero casi 50 de los más prestigiosos historiadores vuelcan sobre 1.500 páginas de donde viene España como nación, no como Estado, y aborda sin complejos ni enfoques políticos el origen de nuestro país. 

Tenemos poca conciencia de la identidad española y un estado de las autonomías no consolidado, y ello a pesar de que tenemos una de las grandes culturas universales que traspasa los siglos, con sus creaciones literarias y artísticas y que ha desempeñado un decisivo papel en la Historia Universal. Como dijo Sánchez Albornoz, sin España Occidente no existiría o no sería comprensible. 

La educación de calidad es el único catalizador hacia la igualdad. 

El presidente de la fundación y familiar del filósofo, José Varela Ortega, aconsejó la obra para desmontar algunos mitos que proceden de Cataluña, y estaba bastante enfadado por la huelga contra Wert. En su faceta de historiador, Varela comentó que fue Francisco Giner de los Rios el que convenció a Pablo Iglesias de que los obreros debían estar en las escuelas y no en los bares y por ello a nuestros estudiantes hay que exigirles como pago al esfuerzo que hace la sociedad en educarles. Pues la educación de calidad es el único catalizador hacia la igualdad. 
El editor de la obra, Joan Tarrida, quiso justificarse ante los críticos que puedan surgir diciendo que la historia es de los géneros más leídos, mientras que el historiador Antonio Morales afirmó que hasta el PP habla de Marca España en vez de nación española porque es un tema tabú. 

Recordando a Kruschev

Sus colegas Andrés de Blas y Juan Pablo Fusi terciaron en la charla, apuntando el primero que el nacionalismo valenciano es tan importante como poco conocido y Fusi diciendo en tono irónico que crearon esta obra porque, como decía Kruschev, los historiadores son unos grandes enredadores. Para que todos lo entiendan, hay nacionalismos de peso que casi no se mueven y otros que son poco menos que un invento de algunos. Leer sobre Sabino Arana, aconsejo yo que no soy historiador. 

El que fuera presidente del Senado, Juan José Laborda, recomendó a todos los que hablan en público de esto de la autodeterminación y demás zarandajas leerse esta obra para no faltar a la verdad. Él, como socialista, quiere que su partido recupere la E de sus siglas, pues siempre ha sido una formación de ámbito nacional y espíritu integrador. Para Laborda el españolismo no es un término burlesco sino orgullo de lo propio y denunció el mucho daño que hizo a los patriotas el régimen de Franco adueñándose de la bandera y del término nación. Concluyó su intervención, con bastante esfuerzo debido al ictus que padece, afirmando que no puede tener esperanzas quien no tiene recuerdos.

Esperanza Aguirre cargó contra los nacionalistas que dicen que España no existe.

La presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, con un corte de pelo nuevo y consciente de que en su última intervención barcelonesa no estuvo tan firme como se la esperaba, cargó contra los nacionalistas que dicen que España no existe. Valiente, dijo que la derecha española tiene muchos complejos pues el patriotismo tiene reminiscencias franquistas y recordó, -nunca será suficiente- que esta locura independentista surge cuando el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero afirmó en sede parlamentaria que el término nación es discutido y discutible. “Si el jefe del Ejecutivo dice eso es que no sabe lo que es España, esto tiene mucho peligro”, concluyó. 

Me sumo a las voces de los que piden que se lea este libro a los que se quieren marchar o a los que afirman ser otra cosa distinta a españoles. Los sentimientos van por un lado pero los hechos históricos deben ser rigurosos.

Entre los invitados estaba Hermann Tertsch, poco amigo de las medias tintas si repasamos sus trifulcas televisivas.

Entre los asistentes pude ver a Santiago Abascal y su mano derecha, Iván Espinosa de los Monteros, que son de los pocos que no tienen miedo a la hora de lucir un patriotismo exaltado. También estaba Hermann Tertsch, poco amigo de las medias tintas si repasamos sus trifulcas televisivas, o Javier Zarzalejos, director de Faes, el think tank del PP en el que se acumula lo más granado del espectro liberal. Me hizo mucha ilusión ver con gabardina a Tom Burns Marañón, que ejerce de magnífico periodista británico y nieto de mejor doctor español.  

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.