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Romances que parecían montajes… ¡pero no lo son!

Hay romances entre famosos que parecían montajes y luego no lo fueron como el de Isabel Preysler y Vargas Llosa o Ana Obregón y Darek (Gtres).

La llegada de Francisco Nicolás Gómez Iglesias a GH VIP despertó mucho interés. Uno de los personajes más misteriosos de los últimos tiempos cruzaba la línea de la política y se adentraba en el puro espectáculo. Los primeros días fue la estrella de la casa, contando todas sus anécdotas -las mismas que ya había contado anteriormente-, pero poco a poco, su facilidad para convencer a los demás no pasó desapercibida y fue el primer concursante en ser expulsado. Una lástima, ya que era el único con cierta capacidad de maquinar e innovar en una edición que se está convirtiendo en un aburrimiento.

Pero si pensaban que Fran -¿alguien le llama así?- iba a quedarse de brazos cruzados, se equivocan. El joven ya ha hecho sus pinitos nocturnos y se ha estrenado en el arte de relacionarse con celebrities. Lo que nadie hubiese imaginado era que la elegida iba a ser Ylenia, ex Gandía Shore. Por mucho que los dos protagonistas le han quitado hierro al asunto, las imágenes les muestran muy cerca y acaramelados. ¿Estamos ante uno de los romances más extraños de la historia? Cosas más raras hemos visto...

Tantos años analizando la vida de las celebrities nos ha llevado a mal pensar a la primera de cambio. Siempre que vemos un romance que no nos cuadra mucho ya suponemos que se trata de un montaje. Pero, ¿y si no lo es? El amor surge donde menos se le espera y, como prueba, estas relaciones de las que todo el mundo desconfió pero que, al final, resultaron ser reales:

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa

Hasta que la revista Hola no confirmó la relación de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, todos imaginábamos que se trataba de un acercamiento sin más. La reina de corazones volvía a la vida social y qué mejor forma que reencontrándose con una amistad del pasado. ¿Un montaje? Pese a tener muchos puntos para serlo, tampoco es que le hiciese falta a la Preysler. Al final, resulta que lo suyo con el premio Nobel era amor puro.

Kim Kardashian y Kanye West

La socialité más importante del mundo necesitaba a su lado a un hombre que pudiese competir con su popularidad. Kim Kardashian podría haber elegido a cualquiera pero se quedó con Kanye West. Rapero, famoso, rico, ¿qué más podía pedir? Finalmente, lo suyo era un romance en toda regla y no un acuerdo comercial para rentabilizar la relación. Si es que somos demasiado perversos...

Elsa Pataky y Chris Hemsworth

Actriz española llega a Hollywood dispuesta a continuar con su carrera, conoce a famosos y acaba en brazos del hombre del momento. Podría ser la historia de muchas pero es la de Elsa Pataky. No es que dudásemos del encanto personal de la actriz, pero su relación con Chris Hemsworth nos recordaba a esos romances del Hollywood dorado, más pensado para las revistas que para otra cosa. Ahora son padres de familia numerosa. Nos lo tenemos merecido.

Ana Obregón y Darek

La capacidad imaginativa de Ana Obregón es tan grande que cualquier cosa hay que ponerla en cuarentena. Es parte de su gracia. Cuando nos presentó a Darek, un modelo guapísimo y desconocido, nos pusimos en lo peor. ¿Otro interesando en acariciar las mieles de la fama? Pues nada de eso. Lástima que, al final, el polaco terminara prefiriendo a Susana Uribarri, íntima de la Obregón que acabó no siéndolo tanto.

Kiko Rivera y Jessica Bueno

Se conocieron en Supervivientes y no vimos ninguna intención de acercamiento. Pero la cosa cambió cuando abandonaron el concurso. Kiko Rivera y Jessica Bueno comenzaron una relación de la todo el mundo desconfió. Y, sí, de acuerdo, igual su amor no era nada del otro mundo, viendo lo que ha pasado después, pero tienen un hijo juntos. Algo querrá decir, ¿no?

Penélope Cruz y Tom Cruise

El gran romance cuestionado. ¿De verdad fueron pareja Tom Cruise y Penélope Cruz? ¿Fue un romance que surgió espontáneamente? ¿Fue un montaje de una productora? ¿Fue una idea de la Cienciología? Pasearon su amorío por alfombras rojas, posaron juntos, Tom vino a España a conocer a la familia de Penélope y parecían felices como perdices. ¿Quiénes somos nosotros para meternos en los sentimientos de los demás? Hasta que nadie diga lo contrario, creeremos que fue un amor puro y hollywoodiense.

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