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Chris Pratt, el sex symbol que coleccionaba gusanos

Chris Pratt durante la presentación de Guardianes de la galaxia (Gtresonline).

Los aficionados a las sitcoms americanas conocerán perfectamente a Chris Pratt, o tal vez deberíamos decir Andy Dwyer de Parks and Recreation, la serie que ha coprotagonizado durante seis temporadas -y todavía le queda una séptima, que será la última-. Aunque alguno ya le tendría fichado de la serie Everwood, aquella que contaba las peripecias del doctor Brown en el pueblo del mismo nombre, o de su breve aparición por The O.C. Y es que Pratt lleva 14 años tratando de hacerse un hueco en el cine y la televisión, aunque haya sido ahora, en pleno verano y gracias a un papel para el que tuvo que perder 30 kilos. Pero si no saben nada más de este chico, no se preocupen, aquí les dejamos unas cuantas pistas para que se convierten, definitivamente, en #prattliebers

Fue una estrella en el instituto

Por mucho que nos hayamos quedado con el dato de su duro entrenamiento físico para protagonizar Guardianes de la Galaxia, Pratt fue toda una estrella del deporte durante sus años de juventud. Fue miembro del equipo de fútbol, practicó atletismo y destacó en wrestling. Como no podía ser de otra forma, se convirtió en uno de los más populares del instituto y fue elegido para dar el discurso de graduación.

Empezó su carrera en Hawaii

Pratt quería cambiar de vida y no se le ocurrió nada más que trasladarse a Hawaii, gracias a la ayuda de un amigo que le compró un billete. Allí se dedicó a aceptar todos los trabajos que encontraba, mientras dormía en su coche o en una tienda de campaña en la playa. Pero entonces, mientras ejercía de camarero en un restaurante, se encontró con la directora Rae Dawn Chong quien, viendo el sentido del humor del joven, le ofreció un papel en su primer corto. Para ello se trasladó a Hollywood, y ya que estaba allí, se quedó.

Lo aprendió todo vendiendo cupones

Chris Pratt tardó un par de años en fichar para la serie Everwood, así que, mientras tanto se dedicó a trabajar por su cuenta. El actor, que no tiene ninguna formación en el campo de la interpretación, sitúa todo su aprendizaje en la venta de cupones. Pratt se dedicó durante dos años a vender cupones de descuento yendo de puerta a puerta y convenciendo a los vecinos para que le compraran sus productos. Aunque viendo su atractivo físico, tampoco le costaría tanto convencerles.

Su talento musical es de verdad

Los aficionados a Parks and Recs sabrán que el personaje de Chris Pratt tiene una banda de música y es habitual verle tocando la guitarra y cantando en cada episodio. Pero todo esto no es pura ficción. El actor de verdad es un apasionado de la música. De hecho, antes de dedicarse plenamente a la interpretación hizo sus pinitos como músico, llegando a grabar algunos temas, aunque nunca han salido a la luz. ¡Ojalá podamos escucharlos en algún momento!

Los gusanos han sido una parte importante de su vida

Chris Pratt está casado con la actriz Anna Faris, a la que conoció en el rodaje de Llévame a casa nena. Pratt le comentó a la actriz que tenía una gran colección de gusanos disecados en casa, por si quería verla, y Faris, en lugar de salir corriendo, se puso a llorar de pura felicidad, ya que ella también tenía una colección de gusanos. ¿Casualidad? Imposible. Esto era amor a primera vista y del bueno. Ahora tienen un hijo en común.

Pasa el tiempo subiendo y bajando de peso

Las exigencias del guion han hecho que el actor se pase los días engordando o adelgazando sin parar. Para la película La noche más oscura se dedicó a bajar de peso de forma autónoma, haciendo 500 abdominales al día. Más tarde, para ¡Menudo fenómeno! tuvo que ganar 25 kilos y para su papel en Guardianes de la Galaxia le pidieron que adelgazara 20 kilos, pero Pratt decidió que iba a perder 30. Para ello contó con un entrenador personal y un nutricionista, que le ayudaran a adelgazar y muscularse en un tiempo récord: seis meses.

El desparecido Philip Seymour Hoffman fue uno de sus ídolos

Pratt había declarado que uno de sus actores favoritos era Philip Seymour Hoffman y tuvo la oportunidad de trabajar con él en la película Moneyball: Rompiendo las reglas. El actor comentó que Hoffman fue muy simpático con él, que tuvo la delicadeza de conocer a su familia y que aprendió mucho con él. Aun así, también tenía unas rutinas de rodaje muy marcadas y nadie podía hablar con él antes de cada escena. Lástima que ya no van a poder repetir la experiencia nunca más.

Si se han quedado con ganas de conocer más cosas sobre Chris Pratt, no lo duden, empiecen a ver Parks and Recs y crucen los dedos hasta el estreno de Jurassic World, el revival de la saga Jurassic Park, donde ejercerá de protagonista. Lo dicho, el chico de moda.

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