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Estilo

Manual del buen setero

Setas (flickr | clairity - imagen con licencia CC BY 2.0).

Las armas del buen setero son sencillas y baratas: una navaja, un cepillo para limpiar las setas y una cesta para llevarlas. De esta manera cortarás convenientemente la seta sin estropear el micelio y ayudarás a propagar las esporas por el monte. Nada de bolsas de plástico, azadas o similares, pues estás afectando a la conservación de las setas.

¡Prohibido!

Evita coger setas viejas o demasiado jóvenes, pues pueden inducirte a error en la identificación. Además, recoger huevos cerrados de Amanita caesarea está prohibido en comunidades como Castilla y León. Ten en cuenta que si coges las setas inmaduras, aunque estés seguro de la especie, estás reduciendo la producción de esporas en el monte.

Otra cosa evidentes y que da lástima recordar es que no se puede dejar basura en el monte ni hacer fuego. Otra no tan evidente es que también está prohibido destruir o dar patadas a las setas no comestibles o viejas. Tienen su papel en el ecosistema, no lo olvides.

No seas chupón

Traducción: seta que no has de comer, déjala en el monte. Algunas de las setas comestibles en ocasiones poseen sustancias de difícil digestión, así que no debes abusar de su consumo. Además las setas recolectadas deben consumirse en las primeras 24 horas desde su recolección, así que deja siempre en el monte al menos un par de setas, aunque estén en su momento óptimo. De esta manera, el ciclo natural de las setas se mantiene y se asegura la producción año tras año.

¿Cortar o no cortar? He ahí la cuestión

El micelio de los hongos, la parte subterránea, es por similitud, el tronco y raíces del árbol. Así que si dañas el micelio al recolectar las setas, puedes eliminar la posibilidad de nuevas setas y aún peor, afectar negativamente el monte.

Hay muchas guías que dicen que es mejor cortar la seta y otras que es mejor cogerla entera. Si estás al 200% seguro de la seta que estás cogiendo, entonces cortar es mejor opción. Por ejemplo, en las setas de cardo o níscalos es obligatorio cortar el pie, mientras que en resto de especies deberás coger con sumo cuidado también el pie para poder identificar la especie. Con ayuda de la navaja, corta cuidadosamente el micelio y luego tapa el hoyito.

Mucho ojo

Ten en cuenta que muchas setas comestibles se pueden confundir con otras letales si no se tiene experiencia. Por ejemplo, el champiñón amarillento, el Agaricus xanthoderma que es tóxico, se diferencia del comestible Agaricus bisporus o de París sólo porque el tóxico amarillea en el pie y tiene un olor muy distinto. Además, si mezclas setas venenosas por pequeñas que sean con comestibles, tendrás que tirar la cesta entera. En definitiva, sólo si estás al 300% seguro, coge esa seta. Muchas asociaciones micológicas y jardines botánicos tienen consulta para identificar las setas los lunes. Ante la duda, pregunta.

Las setas son bioacumuladores naturales; es decir, absorben todo tipo de contaminantes como metales pesados, así que evita siempre zonas cultivadas, bordes de carreteras y jardines urbanos, pues podrías comer lo que no estás buscando. Es mejor limpiar con el cepillo las setas en el campo y ya en casa lavarlos y pelarlos convenientemente. Cocínalos bien, pues algunas setas son tóxicas en crudo pero no cocinadas

No apelotonarse

Los hongos son organismos muy frágiles y necesitan de terrenos sueltos y esponjosos para poder emitir sus deliciosas setas. Evita las aglomeraciones y distribúyete por el campo para evitar el apelmazamiento de la tierra.

En muchos montes de España, a causa del espectacular auge de la micología se está regulando el uso y atención: hay que pagar por recolectar y atenerse a unos cupos y tamaños mínimos. No creas que es por ánimo de lucro, las tasas son bastante bajas, pero somos muchos los seteros y hay que coger setas todos los años… ¡no seas pirata y a setas!

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