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El nuevo vecino de la Casa Blanca: el hotel de lujo de Donald Trump en Washington

Donald Trump y su esposa, Melania Trump (Gtres)

El candidato republicano Donald Trump se está acercando cada vez más a la Casa Blanca y no porque intuya que puede ser el futuro presidente de Estados Unidos, sino porque ha inaugurado un hotel de lujo que lleva su nombre. Ubicado en el número 1110 de la avenida Pensilvania, el Hotel Trump Internacional, un cinco estrellas, es el último vecino de la Casa Blanca, que se encuentra en el nº 1.600 de la misma calle.

Su estilo neorrománico, obra del arquitecto Willoughby J. Edbrooke, dispone de 263 habitaciones con una decoración recargada, y es que la renovación, que ha costado 200 millones de dólares y no ha dejado al azar la elección de los detalles del emblemático edificio, alquilado por Trump durante 60 años por tres millones de dólares.

Dormir una noche en el hotel no es fácil, sobre todo, por lo prohibitivo de sus tarifas, 800 dólares la noche o, si te animas y prefieres dormir como lo haría el político, puedes reservar la ‘Trump Townhouse’ desde 1.800 dólares la noche. En enero de 2017, cuando el 45º Presidente de Estados Unidos tome posesión en Washington, dormir en el hotel del posible presidente, costará 100.000 dólares la noche eso sí, podrá vivir en primera persona el bullicio que se vivirá en Washington.

Algunas personas muy críticas con Trump creen que está aprovechando su ‘tirón’ y se está beneficiando de su situación actual, al igual que sus compañeros. Sin embargo, en el caso de Trump la estrategia lo está alejando de la sociedad americana. La ostentosidad en sus precios, disponibles en su página web, o la que derrocha en la estética exterior del edificio con sus puertas majestuosas y sus grandes letras doradas, ha levantado a unaparte de la sociedad americana, aquella que lucha contra el racismo y la intolerancia del político republicano.

En la misma puerta de su hotel, el día 12 de este mes, se manifestó la ‘Coalición A.N.S.W.E.R.’ (Act Now to Stop War and End Racism) con pancartas en las que se leían mensajes como “Trump no es la solución, Trump es el problema" Según explicó uno de los manifestantes que estaba en las inmediaciones: “su nuevo hotel es un insulto al distrito y al país entero, estamos aquí para mostrar al mundo que no debe aceptar este tipo de política”.

La ‘obsesión’ del político con los inmuebles

Una de las obsesiones de Donald Trump son las propiedades, es conocido, de manera coloquial, como ‘el magnate inmobiliario’. Este hecho lo ha dejado patente en más de una ocasión, donde el lujo, traducido en oro, diamantes y mármol, es parte protagonista de su vida.

Así lo hizo recientemente, publicando en diversos medios de comunicación internacionales, que su mansión de Nueva York, vendida por 21 millones de dólares, no era, precisamente, una casita en la Gran Manzana. Aprovechó esta oportunidad para volver a dejar muestra de su poderío inmobiliario. El piso está ubicado en la planta 32 del Trump Park Avenue, edificio de su propiedad.

575 metros cuadrados, cinco dormitorios y siete baños, no eran suficientes para que el millonario político decidiera quedarse a vivir en esta casa y decidió mudarse, aunque no muy lejos. El ático del mismo edificio es la actual casa de Trump y Melania, su mujer. Este ático tiene diferencias con las residencias anteriores,  y parecidos: el mármol, el oro, los diamantes y el bronce en cualquier rincón.

Trump siempre ha vivido en grandes mansiones, en su infancia el político residió en una casa, también a la venta por 1,4 millones de euros, que se encuentra en el barrio de Jamaica Estates en Queens (Nueva York). Aunque la casa se encuentra muy bien equipada, con 5 dormitorios, 5 baños, sótano y garaje para varios coches, su estética y decoración es mucho más sencilla que los inmuebles que ahora regenta Donald Trump.

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