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Posada Mayor de Migueloa: el carácter de una propiedad singular

Es la Posada Mayor de Migueloa un lugar de esos que dejan huella. Su historia y tradición se transmiten desde el zaguán del edificio. Hay algo que ya predispone al huésped a pasar una excelente estancia. La verdad, la fama que precede a esta posada no defrauda en absoluto, es más, hasta si nos apuran, se queda corta.

Cuentan las crónicas que, en 1619, don Marín Sánchez Samaniego construyó el Palacio de Viana en estilo barroco gentil. Eligió el mejor de los enclaves posibles, una de las callejuelas dentro de las murallas de la villa de Laguardia.

En 1989, cuando abrir uno de estos hotelitos era toda una aventura, Jaime G. González y Meri G. Huergo comenzaron la restauración de este antiguo palacio. Tres años después inauguraban la Posada Mayor de Migueloa, un hotel con restaurante y bodega propia. La rehabilitación se centró en todo momento en conseguir reproducir el ambiente de la época del siglo XVII, pero con las comodidades del siglo XXI.

Decoración rústica sin ser cargante

Con Meri entendemos el motivo por el que todo nos resulta tan cálido y acogedor. Ella es la responsable de que todo funcione a las mil maravillas. Asturiana afincada en La Rioja, es licenciada en Filosofía y Letras. No sabemos si será casualidad o esta formación ha aportado la fuerza que se plasma en cada detalle de esta posada.

La decoración es rústica, pero sin caer en lo cargante. De esas que guardan el rancio abolengo del lugar donde nos encontramos. Las paredes de piedra vista, las vigas de roble en el techo, paredes de granito, jofainas, alfombras, escribanías antiguas y suelos de barro, son algunas de las pinceladas que encontramos en el interior de esta posada. El zaguán empedrado o la coqueta capilla son dos de las dependencias que guardan mayor personalidad.

Su restaurante, que reproduce el recetario tradicional riojano, reúne a amantes de la buena cocina.

Aunque tapear por las calles del pueblo es una obligación, a la hora de comer merece la pena parar en su restaurante. La carta, que reproduce el recetario tradicional riojano y vasco, se ha convertido en la meca de los amantes de la buena cocina. Y no es para menos. Leemos algunos de sus platos y no sabemos por cuál de ellos decantarnos. Morcilla Migueloa a la hortelana; pencas rellenas al estilo Gasteiz; ciervo con sésamo, puré de manzanas y frambuesas; terrina de queso con aceites vírgenes; merluza al horno sobre cama de patatas con ajos crujientes; cordero asado,…¿Un postre? Pues el flan de queso.

Como, aquí se enseña a disfrutar del vino, por eso ahora también organizan una visita con cata. Dos vinos y una tapa, por 5 euros. A 8 metros de profundidad se encuentra el lugar idóneo, tanto por temperatura como por humedad, para la crianza de unos grandes vinos. Investigando, hemos descubierto que esta bodega es una de las más antiguas de La Rioja, pues data del año 1619. Un rincón perfecto para iniciarnos en el noble arte de disfrutar de nuestros vinos. 

Titulo del cuadro

Nombre: Posada Mayor de Migueloa

Dirección: Mayor de Migueloa, nº 20

Código postal: 01300

Ubicación: Laguardia, Álava

Teléfono: 945 621 175

Sitio web: www.mayordemigueloa.com

Habitaciones Dobles: 8

Precio: 90 € + IVA

   

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