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Cultura

Manual de jazz para leer a Cortázar

El escritor argentino Julio Cortázar. (Foto:Fundación Juan March)

No se puede leer El perseguidor sin haber conocido un solo de Charlie Parker. En las páginas de Un tal lucas, al momento de morir, el narrador sólo quiere escuchar dos cosas: el último quinteto de Mozart y el solo de piano I ain’t got nobody en los dedos de Earl “Fatha” Hines. Hay quienes afirman incluso que Rayuela es una novela musical, no en vano Saúl Yurkievich ve en en sus páginas un prodigio de la improvisaciónn.

El argentino Julio Cortázar amó el Jazz. Lo consideraba una música propicia para la imaginación. Y supo hacer de ella sustancia literaria: "Swing, luego existo", llegó a escribir. Aprovechando los 50 años de Rayuela y como abreboca del año Cortázar, que se celebra el próximo 2014 –centenario de su nacimiento- La Fundación Juan March ha preparado los sábados de noviembre un ciclo música que explora la relación del argentino con la música a través de recitales con artistas como Moisés P. Sánchez Trío y Perico Sambeat Quartet.

El jazz de Julio Cortázar: En los 50 años de Rayuela es el nombre de este ciclo que se complementa con una muestra que hará un recorrido por la biografía del escritor. La mayoría son materiales que se conservan en la Biblioteca Julio Cortázar de la Fundación Juan March y que serán expuestos en esta institución.

"Descubrí la música en Buenos Aires a la edad de diez años, más o menos, en 1924. Yo no podía entender las palabras, pero alguien cantaba en inglés y era algo mágico para mí. Tendría 14 años cuando oí a Jelly Roll Morton y luego a Red Nichols. Pero al oír a Louis Amstrong, noté la diferencia", dijo el autor de Cronopios y famas. El ciclo comenzó justamente con uno de sus artistas favoritos: Thelenious Monk, a quien el argentino dedicó La vuelta al piano de Thelonious Monk, en el que retrata el concierto ofrecido en Ginebra por este pianista, uno de los fundadores del bebop, en marzo del 66.

El día 23, en doble sesión, a las 12.00 y a las 19.00, le tocará el turno a Rayuela, a través de un completo repertorio planificado por el pianista Federico Lechner. En este se incluyen Jazz me Blues,de Tom Delaney y Four O’Clock Drag, de Burton Lane. Son los dos primeros temas que abren el concierto y aparecen además  en la novela como fondo e inspiración de las reuniones del Club de la Serpiente; según explica Lechner, se trata de temas quizá un poco arcaicos para la época, pero que encajan con el gusto de Oliveira –protagonista de Rayuela-, que aborrece el bebop (más de moda en el momento histórico en que transcurre la novela).

Además de una versión “jazzeada” del clásico del tango Cotorrita de la suerte, de Alfredo de Franco - citado por Cortázar en el capítulo 46- el concierto incluye temas como Junker Blues, de Champion Jack Dupree, uno de los varios blues citados en las reuniones del Club de la Serpiente. También se interpretará I don’t mean a thing, una de las creaciones más conocidas de Duke Ellington, proclama y caballo de batalla de toda una generación (o incluso de dos) que durante la Segunda Guerra Mundial y la posguerra veían en el jazz y la música negra la mejor redención espiritual, una idea compartida por Cortázar, que en múltiples ocasiones defiende el jazz de los ataques racistas, elevando a esta música a la categoría de “poética” frente a la música “clásica”, que sería solo “estética”.

En el capítulo 23 de Rayuela, uno de los más memorables y divertidos de la novela, Cortázar narra la asistencia de Horacio Oliveira a un concierto de piano contemporáneo ofrecido por la pianista Berthe Trépat. Una de ellas, Tres movimientos discontinuos de su discípula Rose Bob, está descrita de forma clara y expresiva por Cortázar, y aunque no se conservan grabaciones de la misma, será interpretada en el concierto siguiendo las indicaciones del texto. El ciclo terminará el 30 de noviembre de noviembre con un concierto sobre Charlie Parker y El Perseguidor –relato breve de Cortázar dedicado a Parker- cargo de Perico Sambeat Quartet.

Sobre la relación entre el Jazz y Rayuela hay varios libros , uno de ellos un disco-libro titulado Jazzuela, de la escritora Pilar Peyrats Lasuén, que recoge los fragmentos de Rayuela que hablan de jazz y un CD que incluye los temas musicales a los que aluden, interpretados por Bix Beiderbecke, Coleman Hawkings, Bessie Smith, Jelly Roll Morton. También, en este caso editado por la Fundación Juan March en ocasión de este ciclo: El jazz en la obra de Cortázar", que recoge el universo jazzístico no sólo en su novela más conocida sino también en el pensamiento y la obra del escritor argentino a partir de sus propios textos, entrevistas, artículos y correspondencia y que se puede encontrar en la web de la Fundación.

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