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Cultura

Sobre el Premio Planeta, ¿viene la cigüeña de Barcelona?

Ya lo dijo Fernando Savater en su momento: sospechar del Planeta es como sospechar de los Reyes Magos. Es uno de los premios literarios mejor dotados del panorama español. Lo han ganado escritores de la talla de Mario Vargas Llosa, Juan Marsé, Manuel Vázquez Montalbán o Rosa Regàs y, sin embargo, siempre hay una pega. Si quien lo recibe goza de una cierta reputación intelectual, debe dar explicaciones sobre porqué acepta un “premio comercial”. Y si pasa lo contrario, pues la capilla autoral se hace la digna y mira hacia otro lugar. Otros más escépticos sencillamente pasan del tema.

Del Planeta se ha dicho de todo y en él ha pasado de todo. Desde su creación, en 1952, se han visto polémicas, despechos o  berrinches. Han sido memorables, también, las declaraciones que han dado  algunos de sus ganadores o, por qué no, las prisas de otros para poder recoger el galardón a tiempo. Leyendas negras, las hay. Muchas. Y apócrifas, además. Algunas de ese tipo han sido narradas   por  Rafael Borrás, editor de Planeta,  en el segundo volumen de sus memorias, titulado  La Guerra de los Planetas.  Sobre la eterna sospecha del Premio -el pacto previo, la negociación editorial de antemano-, escribió en sus memorias  Borrás un episodio tan pintoresco como memorable.

Cuenta el editor  cómo, en 1989, durante la rueda de prensa que ofreció Soledad Puértolas, ganadora de ese año por Queda la noche, un periodista intervino para preguntar cómo había sido posible que Puértolas hubiera sido invitada al acto de premiación, si aún no se había dado a conocer el fallo y por tanto, el nombre del ganador. Según el propio Borrás, José Manuel Lara, presidente de Planeta, le respondió al reportero: "¿Creo que usted todavía cree que los niños vienen de París?

Una pregunta que no falta y que  parece incordiar a autores, año tras año, no pudo ser respondida con mayor ingenio que el que utilizó Manuel Vázquez Montalbán en 1979. El ganador de ese año por Los mares del Sur no tuvo empacho alguno en responder, al acostumbrado chascarrillo ‘qué hará con el dinero’: "Pues comprar tiempo". Todo el necesario, todo el del mundo. Para escribir. Y punto.

En el anecdotario del Premio resulta curioso un episodio sobre el que hay varias versiones. Ocurrió en 1978, el año en que se le concedió el Premio a Juan Marsé por  La muchacha de las bragas de oro. Según Borrás,  Marsé se negó a asistir a la cena que se suele organizar en el hotel Princesa Sofía, por el desagrado que el protocolo del traje largo y el esmoquin generaban en el entonces joven Marsé, quien supuestamente  se presentó directamente en el momento de la  lectura del veredicto,con un anorak amarillo.

Algo desconcertado al escuchar esta versión de Borrás, Juan Marsé responde al teléfono: “No, eso no fue así. Yo venía de casa de mis abuelos, en el pueblo L'Arboç del Penedés, en Tarragona. Había pasado varios días allí”, recuerda.“Cuando llegué a casa, recibí una llamada. Me decían que llevaban días llamándome, que me presentara ya mismo, porque me había ganado el premio. Llevaba, sí lo recuerdo, un pantalón de pana y una cazadora amarilla y me presenté de esa manera. Pero jamás dije que me negaba a ir, ni muchos de esmoquin, que además, no se va a así. Pero bueno, llegué de aquella forma por las prisas”, aclara el escritor catalán.

A mitad de camino entre espectáculo y la literatura, entre la promoción editorial y la escritura, el Planeta alimenta una larga y gruesa historia de anécdotas, también de novelas. Las segundas más importantes que las primeras. Sesenta y dos años, sesenta y dos novelas. Las anécdotas son sólo eso, lo que va quedando, leve, entre unos y otros. Los libros –los buenos- todavía existen.

premio planeta 2013

El próximo martes 15 de octubre se fallará quién es el ganador de la edición 62 de este premio literario, que este año ha recibido un total de 478 novelas. Además de España, Sudamérica es el lugar del que llegan más manuscritos: 64 de las obras recibidas. De América del Norte han llegado 33 novelas más, que se suman a las 21 de otros países de Europa y las 6 de Centroamérica.

 

El ganador se llevará un premio económico de 601.000 euros y el finalista 150.000. En esta 62 edición, el jurado estará formado por Alberto Blecua, Ángeles Caso, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Emili Rosales.

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