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Sinclair C5: 30 años de la mayor ruina del transporte urbano

Sinclair C5 (Wikimedia Commons - imagen con licencia CC BY-SA 3.0).

El C5 no era un modelo de Citroën, era un producto que intentaba revolucionar el transporte por ciudad. Un motor eléctrico, que algunos decían que era tomado de una lavadora, era la base de este peculiar monoplaza. Llegaron a fabricarse 12.000 unidades, con una inversión total de 22 millones de libras.

Lo más asombroso era el precio al cliente, ya que sólo costaba 399 libras más gastos de entrega. Objeto de mofa en los medios y en la calle, se vio desde un principio que el negocio no tendría un final feliz y su precio llegó a caer hasta las 149 libras. Curiosamente, las 4.500 últimas unidades se vendieron por 700 libras pero con el paso de los años, los coleccionistas y los  aficionados han revalorizado el producto, pagando más de 2.000 dólares por las unidades sin estrenar.  

Puede que su pequeño tamaño asustara a muchos potenciales compradores, que preferían no imaginarse en las calles más transitadas compartiendo carril con turismos o autobuses. Lo que es seguro es que el lluvioso clima inglés no parecía el más adecuado para un vehículo descapotable. El frío de aquellas latitudes no parecía tampoco ayudar a la vida de sus baterías.

Inasequible al desaliento, el propio Sinclair anunció a la prensa británica en 2010 que estaba trabajando en un nuevo proyecto, que bautizó como X1, pero en pleno febrero de 2014 su sitio web sigue anunciando que las primeras unidades se entregarán, a un precio de 100 libras, en julio de 2011. Sí, 2011. Mientras tanto, los aficionados al Sinclair C5 -que los hay, y muchos- siguen congregados en torno a esta joya del diseño a través de sitios web como sinclairC5.com.

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